El síndrome del nido vacío hace referencia a la pena y la soledad que muchos padres experimentan cuando sus hijos se van de casa.
La pena que los padres experimentan a menudo pasa desapercibida, ya que que los hijos se vayan de casa se considera algo normal e incluso positivo a ojos de la sociedad.
Aunque ambos progenitores son susceptibles de padecer este síndrome, las madres son más propensas a sufrirlo.
En algunos casos, el síndrome es una pena pasajera que dura tan solo unos días o semanas. En otros, puede alargarse mucho más e incluso generar ansiedad o depresión.
Los psicólogos creen que la transición de "mamá" a mujer independiente es un proceso que tarda entre 18 meses y dos años en completarse.
Para algunos padres, que sus hijos se marchen de casa es algo estresante que puede hacer que se suman en una profunda tristeza asociada con este síndrome.
Si el matrimonio es inestable o insatisfactorio, los padres pueden ser más susceptibles a padecer este síndrome.
Las madres que sufrieron con el destete de los hijos o cuando estos empezaron a ir al colegio también son más susceptibles a padecer este síndrome.
Quienes son padres a tiempo completo también suelen sentir más los efectos de este síndrome que quienes tienen otras responsabilidades además de cuidar a sus hijos.
Los padres preocupados por que sus hijos no estén preparados para la vida adulta también suelen sentir más pena cuando estos se van.
Las investigaciones apuntan a que los padres solteros tienen un mayor riesgo de desarrollar este síndrome, por lo que es importante que cuenten con una buena red de apoyo.
Dejar atrás las responsabilidades asociadas con la crianza de los hijos puede ser difícil para algunos padres. Al fin y al cabo, cerrar un capítulo vital tan importante no es moco de pavo.
La pena y la soledad del síndrome del nido vacío pueden verse exacerbadas si este coincide con otros acontecimientos como el inicio de la menopausia.
Cuando los hijos se van de casa, los padres podrían verse emocionalmente afectados por comentarios o situaciones que de normal no les molestarían.
Los padres que sufren el síndrome del nido vacío no solo tienen que lidiar con la pena de que sus hijos se marchen de casa, sino también con el paso del tiempo, el miedo a hacerse mayores y la inquietud por el estado de su matrimonio.
En el momento en el que los hijos se van de casa, algunas parejas se dan cuenta de que ya no son compatibles y deciden divorciarse. Es importante que os comuniquéis para afrontar estas transiciones vitales de la manera más eficaz posible.
Si tus hijos aún viven contigo, es momento de que te vayas preparando para lo inevitable. Haz una lista de todos los papeles que desempeñas más allá del de madre o padre y piensa en cuáles te gustaría explorar.
Si uno de tus hijos ya se ha independizado pero los otros siguen viviendo contigo, prepárate para cuando también se vayan. Ve haciendo pequeños cambios con el tiempo para que no te impacte tanto ver la casa vacía cuando finalmente se marchen.
No tomes decisiones importantes (como mudarte a una casa más pequeña) hasta que sientas que te has hecho al cambio.
Escribir un diario y anotar los sentimientos de tristeza o soledad puede ayudarte a entender mejor tus emociones.
Muchos padres dicen experimentar cosas positivas cuando sus hijos se independizan, tales como una mayor libertad, menos estrés y más tiempo para centrarse en sus aspiraciones.
Algunos padres incluso acaban llevándose mejor con sus hijos cuando estos se independizan.
Aprovecha el tiempo para fortalecer la relación con tu pareja. Tened citas y planes con regularidad o explorad nuevas aficiones juntos.
Ver, llamar o mensajear a tus hijos a menudo puede ayudar a que no los sientas tan lejos.
Aprovecha para explorar nuevas aficiones y retomar las que ya tenías antes de ser madre o padre. También puedes unirte a clubs o grupos locales que compartan tus mismos intereses para así sentir que perteneces a una comunidad.
Si tienes mucho tiempo libre ahora que tus hijos se han ido, ¿por qué no lo dedicas a una buena causa?
Si sientes que duermes demasiado o no lo suficiente, te notas triste, te sientes culpable o sin valor o piensas mucho en la muerte, tal vez tengas depresión.
Habla con tu médico si tienes síntomas alarmantes durante más de dos semanas. Este puede recomendarte tratamientos como ir a terapia o incluso recetarte antidepresivos si lo necesitas.
Fuentes: (Betterhealth) (WebMD) (Calm)
No te pierdas: Los mejores países europeos para la conciliación familiar en 2025
Pídeles consejos a los amigos que hayan pasado por lo mismo o simplemente queda con ellos para fortalecer la amistad.
Cuando los hijos se van de casa para seguir con su vida, ya sea porque van a empezar una carrera universitaria, a cambiar de trabajo, a conocer mundo o a crear su propia familia, muchos padres experimentan una sensación de pérdida que puede llegar a interferir con su rutina. A este fenómeno se lo conoce como el de síndrome del nido vacío. Si crees que lo estás sufriendo o que lo vas a padecer en un futuro, a continuación te ofrecemos información sobre los síntomas, cómo prepararte y cómo gestionarlo. Haz clic para seguir leyendo.
Síndrome del nido vacío: cómo afrontar la soledad cuando los hijos se van
¿Cómo afrontar el momento en el que los hijos se van de casa?
ESTILO DE VIDA Familia
Cuando los hijos se van de casa para seguir con su vida, ya sea porque van a empezar una carrera universitaria, a cambiar de trabajo, a conocer mundo o a crear su propia familia, muchos padres experimentan una sensación de pérdida que puede llegar a interferir con su rutina. A este fenómeno se lo conoce como el de síndrome del nido vacío. Si crees que lo estás sufriendo o que lo vas a padecer en un futuro, a continuación te ofrecemos información sobre los síntomas, cómo prepararte y cómo gestionarlo. Haz clic para seguir leyendo.