Una relación kármica es un concepto procedente de la filosofía kármica de la India y se describe como una conexión intensa e inestable entre dos personas.
Quienes creen en su existencia suelen pensar que son el resultado de haber dejado problemas sin resolver en otra vida.
Aunque carece de reconocimiento clínico, a algunas personas les resulta útil para poder ponerle un nombre a este tipo de vínculos.
No cabe duda de que las relaciones kármicas pueden ser difíciles de gestionar. En términos modernos, podrían describirse como codependientes, tóxicas o incluso abusivas.
Una relación kármica puede ser romántica o platónica, es decir, también puede darse entre amigos.
Por lo general, surge muy rápido. Las emociones son muy intensas desde el principio, pero las cosas no tardan en torcerse e irse a pique.
Si crees estar en una relación kármica, una forma de saberlo es prestar atención a las siguientes señales.
Si sientes que la relación pasa de ser lo mejor que te ha ocurrido a tu peor pesadilla de forma rápida y repetida, podría ser una señal.
Otro tema habitual en las relaciones kármicas es que sus integrantes dedican mucho tiempo y energía a lograr que estas funcionen.
Esto deja muy poco tiempo para uno mismo, por lo que el crecimiento personal y el resto de relaciones pasan a un segundo plano.
Las discusiones y promesas de ruptura también son algo habitual, así como las separaciones y reconciliaciones constantes.
Puede que te preguntes si una relación kármica tiene algo que ver con el concepto de la llama gemela.
Ambos se caracterizan por la intensidad de las emociones y por sentir que os ha unido el destino.
Sin embargo, hay una diferencia clave: las relaciones kármicas están destinadas a generar conflicto y turbulencias, mientras que las llamas gemelas se basan en el crecimiento y mutuo entendimiento.
Eso no quiere decir que todas las llamas gemelas sean positivas, ya que dependen mucho de la relación que cada uno tenga consigo mismo.
Si crees que tu relación kármica está a punto de acabar, hay ciertas señales que lo confirman.
En primer lugar, puede que tu pareja empiece a dedicarle más tiempo a su vida personal que a vuestra relación (o amistad, si se trata de un amigo).
Tras la fase de luna de miel, puede que los momentos malos pasen a ser la norma y los buenos la excepción. Por lo tanto, las discusiones se vuelven más frecuentes.
Estos altibajos también pueden hacer que te sientas extremadamente cansado. En última instancia, esto es lo que hace que las relaciones kármicas se vayan a pique.
Siendo realistas, nadie es capaz de tolerar semejante nivel de conflicto a largo plazo. Por lo tanto, tarde o temprano, una discusión acaba por ser la última.
Si quieres poner fin a tu relación kármica, hay ciertas estrategias que puedes poner en práctica. En primer lugar, comunícale a la otra persona con claridad qué es lo que toleras y lo que no.
Para poner límites y reforzarlos, puede que necesites cortar el contacto con tu amigo o pareja, p. ej. borrando su teléfono o bloqueándolo en redes sociales.
Lo siguiente es trazar un plan de ruptura. Piensa en qué vas a invertir tu tiempo y en cómo vas a trabajar en ti mismo cuando la relación llegue a su fin.
Ten en cuenta otros aspectos prácticos como encontrar un nuevo lugar en el que vivir si actualmente compartís casa.
También es importante que te apoyes en tus amigos y familiares para poder sobrellevar mejor la ruptura y emprender el camino hacia la recuperación.
Eso sí, déjales claro que no deben hablar mal de esa persona, ya que esto puede hacer que te pongas a la defensiva y que te cueste más superar la ruptura.
Ten en cuenta que recuperarse de una relación kármica es algo que requiere tiempo y mucho trabajo. Sé amable contigo mismo durante el proceso.
Dedica tiempo a actividades de autocuidado y establece una rutina saludable que te ayude a volver a la normalidad.
Algunas personas creen que, a pesar de las dificultades, ambas partes pueden aprender algo y salir de la relación siendo mejores.
Tanto si tú también lo crees como si no, lo cierto es que las relaciones kármicas son tóxicas y al final lo mejor es que cada uno siga su camino.
Fuentes: (Forbes)
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Aprende a reconocer las señales
ESTILO DE VIDA Pareja
¿Alguna vez has tenido una relación que empezó de forma increíble pero que acabó cayendo rápidamente en una espiral de dolor y peleas? Si la respuesta es sí, puede que hayas pasado por lo que se conoce como una relación kármica. Este concepto procedente de la filosofía kármica india no cuenta con ningún tipo de reconocimiento clínico. Sin embargo, puede ser una forma útil de pensar en un vínculo inestable y, en última instancia, tóxico. Si quieres saber más al respecto, ¡haz clic para seguir leyendo!