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Causas comunes -

El motivo de bufido más común es el encuentro entre dos machos sin castrar.

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Apareamiento -

No obstante, un gato sin castrar y una gata sin esterilizar también pueden bufarse si ambos están buscando una pareja con la que aparearse.

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Un gesto malinterpretado -

Pero el bufido suele ser un gesto malinterpretado. Al contrario de lo que se cree, no siempre se trata de una reacción agresiva ni es exclusiva de los gatos violentos.

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Un hábito normal -

De hecho, se trata de una respuesta bastante normal. La causa, sin embargo, no siempre está clara. Entonces, ¿qué quiere decir tu gato cuando bufa?

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Un gesto defensivo -

Por lo general, el bufido suele ser un gesto defensivo. Cuando un gato se siente amenazado, puede bufar como una manera de evitar la confrontación física. Es decir, se trata de una advertencia para amedrentar al agresor.

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Miedo e incomodidad -

Asimismo, el bufido es una expresión sonora de miedo, estrés o incomodidad.

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Una respuesta emocional -

Los gatos son criaturas emocionales, por lo que también pueden bufar cuando se sienten inseguros o desasosegados.

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Vulnerabilidad -

Los gatos siempre bufan cuando se sienten vulnerables, por ejemplo en el veterinario o cuando alguien desconocido entra en casa.

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Una advertencia -

Un gato que ande suelto por la calle probablemente le bufará a un perro si se le acerca demasiado. Sin embargo, si está asustado, es probable que huya antes de arriesgarse a una confrontación.

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Amenaza -

Un gato que se sienta amenazado o que le tenga miedo a alguien bufará. En estos casos, lo mejor que puedes hacer es dejarle espacio y no intentar consolarlo o cogerlo en brazos.

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Evita el contacto visual -

Asimismo, si tu gato está malhumorado, no le mires directamente a los ojos. Esto solo hará que se vuelva más arisco.

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Déjale su espacio -

Lo que tienes que hacer es lograr que se sienta seguro. Vete y déjale su espacio. Si está asustado, lo más probable es que se esconda detrás del sofá o debajo de la cama. No pasa nada: dale tiempo para calmarse.

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Sé paciente -

Recuerda que un gato ansioso puede tardar varias horas en tranquilizarse, así que ten paciencia.

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Comprueba cómo se encuentra -

Comprueba cómo se encuentra de vez en cuando. Llámalo por su nombre. Si sigue sin querer salir de su escondite, intenta ganártelo con catnip o con una comida que le guste.

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No te metas con los gatitos -

Una gata que haya tenido crías las defenderá con uñas y dientes. Por lo tanto, bufará a cualquiera que se acerque.

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Indicador de dolor -

Un gato también puede bufar si siente dolor físico o cree que va a sufrirlo.

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Bufidos diarios -

Si tu gato empieza a bufar a diario sin razón aparente, conviene que lo lleves al veterinario para que le hagan un chequeo. Esto se debe a que podría ser una manifestación de un problema de salud subyacente.

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Otros posibles problemas de salud -

Estos podrían ser desde fatiga hasta falta de apetito. Si tu gato bufa cuando lo tocas en una parte concreta, entonces es porque esa zona está sensible o dolorida. Y recuerda: si tu gato te evita o se esconde, algo no anda bien.

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En el caso de los gatitos -

Los gatitos pueden bufar cuando juegan con brusquedad o cuando se sienten amenazados. A veces también lo hacen en respuesta a un ruido fuerte y repentino.

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Cómo interpretar los bufidos -

Curiosamente, los gatos pueden vocalizar un bufido en función de la situación en la que se encuentren. Por ejemplo, un bufido silencioso y con la boca abierta suele ser más un gesto de infelicidad que de agresividad.

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Grito de guerra -

Pero un bufido con sonido y saliva es un claro grito de guerra. Y si la boca está bien abierta y la lengua curvada... Mala señal.

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Indicadores físicos -

El bufido puede ir acompañado de unas orejas planas y un lomo arqueado.

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Bufido pronunciado -

Los pelos y el rabo erizados también suelen ser reacciones que acompañan al bufido.

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Bufar a los dueños -

Hemos visto los motivos por los que un gato puede bufar en general, ¿pero qué ocurre cuando el bufido va dirigido al dueño?

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Otros motivos -

Los gatos son inteligentes. El instinto les dice cuándo les van a cortar las uñas o llevar al veterinario. Por lo tanto, huirán y se esconderán a la mínima oportunidad. Pero cuando el transportín aparece, los bufidos también.

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El transportín -

De hecho, forzar a tu gato a entrar en el transportín es una de las razones más habituales de que te acabe bufando. La mayoría de felinos detestan la sensación de estar enjaulados, de ahí que te hagan saber que no les hace ninguna gracia que te los lleves de viaje.

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Olores extraños -

El olor de un gato o perro desconocido puede hacer que tu amigo peludo se disguste y bufe.

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Cambio de entorno -

El mero hecho de cambiar los muebles de sitio o de mejorar la decoración del entorno puede hacer que los gatos se disgusten. Esto se debe a que son criaturas de costumbres y no llevan bien que toquen sus cosas.

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Razas que adoran bufar -

A pesar de todos estos motivos, también hay razas temperamentales más propensas a bufar que otras. Tal es el caso del gato siamés, el americano de pelo áspero, el bengalí y el Fold escocés.

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Menos bufidos -

Una vez descartadas todas las razones médicas, hay varias maneras de lograr que tu felino se sienta más seguro y tranquilo en casa.

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Relaciónate con tu gato -

Enriquecer la vida de tu gato es muy importante, tanto a nivel físico como mental. Relaciónate con él dándole juguetes, cajas y árboles rascadores con los que entretenerse. Si además le proporcionas un poco de catnip para relajarse, marcarás toda la diferencia.

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Más besos y menos bufidos -

Cuanto más reduzcas el estrés y la ansiedad de tu gato, más inclinado se sentirá a darte mimos en vez de a bufarte.

Fuentes: (PetMD) (Cat Friendly Homes) 

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