Existen muchas connotaciones negativas sobre las madres o padres que se quedan en casa, como la suposición de que no trabajan tanto como quienes tienen un empleo remunerado o un trabajo "de verdad" Lo cierto es que ser ama de casa o quedarse en casa para cuidar a los hijos no solo es un trabajo de verdad, sino que tiene un horario mucho más amplio. El trabajo es constante y hay que tomárselo muy en serio.
Echa un vistazo a la siguiente galería para descubrir algunos ejemplos de por qué ser ama de casa o quedarse con los hijos no es nada fácil.
A los bebés no les importa tu horario de sueño. Cuando necesitan tu ayuda, te lo hacen saber. Esto puede provocar trastornos en el sueño y cansancio extremo.
Las identidades de muchas personas están ligadas a su empleo. Sin embargo, si la crianza es nuestro trabajo a tiempo completo, a veces podemos perder el sentido de quiénes somos.
No podemos dejar solos a los bebés. Por lo tanto, salir de casa, aunque solo sea al mercado de la esquina, puede ser una tarea bastante complicada.
Además, tenemos que enfrentarnos a algunos prejuicios sobre la lactancia en público. Afortunadamente, esto está cambiando, pero todavía existe.
Las personas sin hijos se suelen enfadar si un niño tiene un berrinche en el transporte público o en el supermercado. Por esa razón, a los padres jóvenes les resulta más fácil hacer amigos que estén pasando por lo mismo.
Siempre hay mucha presión por ser el padre perfecto. La gente puede juzgar el comportamiento de los padres y nosotros podemos llegar a interiorizar tanto ese juicio que nos sintamos incapaces de cumplir nuestras propias expectativas.
A veces, los consejos son útiles. En cambio, en otras ocasiones, no son deseados. Los padres y madres primerizos suelen recibir montones, y es muy frustrante.
Criar no es un juego. Eres responsable de una vida. Esa pequeña vida es completamente vulnerable y dependiente.
La ansiedad y la tristeza que pueden derivar en depresión posparto son un asunto muy serio, y es más común de lo que crees.
Algunas personas tienen padres, hermanos y amigos cercanos que les pueden ayudar. Quienes no pueden contar con nadie, se enfrentan a un reto aún mayor.
Los bebés lloran, es un hecho. Sin embargo, cuando lloran continuamente, pueden poner a prueba tu paciencia. Lo único que puedes hacer es ser respirar hondo y atender sus necesidades.
Si un miembro de la pareja trabaja fuera de casa, debe cumplir con su parte de la crianza en sus días libres y cuando está en casa, en general. Sin embargo, a final de cuentas, la persona que se queda en casa acabará cambiando muchos más pañales.
En la empresa, tener un descanso para almorzar es muy importante porque nos permite recuperar energía y desconectar un ratito. Los padres que se quedan en casa no pueden darse este lujo.
Pasar de tener dos fuentes de ingresos a tener solo una puede ser muy estresante. A algunas personas les resultará más fácil que a otras, dependiendo de su situación financiera, pero es otro problema con el que lidiar.
El padre o madre que se queda en casa no tiene la libertad de salir a tomar algo con los amigos después del trabajo. Esto puede provocar frustración y dificultad para conservar amistades.
Si te quedas en casa cuidando de tus hijos, en general, no puedes contar con nadie más. Claro, puedes llamar a algún familiar si tienes la suerte de que estén disponibles, pero no es lo mismo.
Si te sientes mal para ir al trabajo, puedes cogerte un día libre. Sin embargo, cuando tu trabajo es la crianza, no tienes esta opción. Tienes que hacer las cosas sí o sí mientras deseas no contagiar al bebé.
Las guarderías o los babysitters a veces no son nada asequibles y muchas personas no pueden permitírselo.
Es muy natural sentirse frustrado por pequeñas cosas que se repiten día a día, pero nuestra sociedad puede juzgar sin remordimientos a cualquier padre o, sobre todo, madre que se queja.
Tendemos a echar de menos una conversación de adultos normal. La compañía de un niño es genial, pero no es lo mismo.
Algo tan simple como relajarse viendo un programa de televisión puede volverse muy difícil o imposible. Y cuando lo conseguimos, solemos estar demasiado cansados para disfrutarlo.
Es fácil olvidar que un niño pequeño no puede sustituir la compañía de un adulto. Por lo tanto, podemos sentirnos muy solos. Por eso as clases conjuntas para padres y bebés son siempre una buena idea.
Si no te quedas en casa para cuidar a tus hijos, puede costarte empatizar con las preocupaciones de tu pareja, y esto puede derivar en discusiones y resentimientos.
Si cada día se parece demasiado al anterior, tu vida puede volverse aburrida y frustrante.
Al experimentar la paternidad de formas diferentes, los padres pueden distanciarse y, como consecuencias, la intimidad podría verse seriamente perjudicada.
En circunstancias muy negativas, el padre que trabaja fuera de casa puede sentir que su pareja está malgastando el dinero.
Existen algunos prejuicios muy asentados hacia los hombres que se quedan en casa cuidando de sus hijos. Afortunadamente, esto está cambiando, pero aún afecta a algunos hombres que han elegido un trabajo no remunerado.
A veces, es demasiado, y tienes que pedir ayuda. Es una situación normal, pero puede costarnos dar el paso.
Es horrible cuando, a pesar de trabajar un montón sin cobrar, los demás asumen que tu vida es fácil. Lo mejor que puedes hacer es enviarles esta galería e intentar que no te afecte demasiado. Es difícil, pero posible.
Nota: Galería basada en la información de Self-Made.
Por qué ser ama de casa es más duro que trabajar fuera
¿Lo sabías?
ESTILO DE VIDA Maternidad
Existen muchas connotaciones negativas sobre las madres o padres que se quedan en casa, como la suposición de que no trabajan tanto como quienes tienen un empleo remunerado o un trabajo "de verdad" Lo cierto es que ser ama de casa o quedarse en casa para cuidar a los hijos no solo es un trabajo de verdad, sino que tiene un horario mucho más amplio. El trabajo es constante y hay que tomárselo muy en serio.
Echa un vistazo a la siguiente galería para descubrir algunos ejemplos de por qué ser ama de casa o quedarse con los hijos no es nada fácil.