Entre el trabajo, la familia, los amigos y las demás obligaciones de nuestro día a día, podemos sentir que la vida nos arrastra en todas las direcciones y no nos queda tiempo para nosotros. A veces, si somos muy complacientes, acabamos aceptando casi cualquier compromiso (a expensas de nuestras propias metas y salud). Puede hacer que nosotros y todos los demás nos sintamos un poco incómodos y puede afectar a nuestra autoestima.
Decir que "no" a veces es importante, al igual que saber decirlo sin herir los sentimientos de los demás. Para saber más, haz clic en la galería.
No hay una forma correcta de decir "no". Hay que considerarlo según el contexto. Si decimos que no a nuestro jefe, tenemos que explicar bien por qué. Sin embargo, si hablamos con una persona más íntima, tal vez no sea necesario.
Tenemos que entender que no es culpa nuestra que estemos programados de esta forma. En muchas culturas modernas, se respeta y glorifica a las personas que "pueden hacerlo todo".
Admiramos a la persona que pueda conciliar la crianza de los hijos, una carrera de éxito, practicar yoga tres noches por semana, cocinar, limpiar y ocuparse de todas las tareas de la casa.
En cierta forma, esa persona sería muy admirable. Sin embargo, si este estilo de vida no va contigo y sigues diciendo que sí a todo sin sacar tiempo suficiente para ti, tu salud mental podría resentirse.
En primer lugar, si te cuesta decir que no o te preguntas si es de mala educación hacerlo, debes saber que hay formas de hacerlo perfectamente educadas.
Tienes derecho a sugerir otro momento, a reservar tiempo para pensarlo antes de responder y a no comprometerte porque tienes otras prioridades.
Si algo no te parece correcto y no quieres aceptar, no tienes que hacerlo. Tu intuición es importante.
Puedes poner límites y ser generoso al mismo tiempo. ¿Cómo? Si alguien te pide o te propone algo que no te apetece hacer, puedes decir no y proponerles una actividad o un momento alternativo.
También es importante darse cuenta de que solo nosotros mismos tenemos la responsabilidad de poner nuestros propios límites.
Tu responsabilidad, en la mayoría de los casos, empieza y termina en ti. Es decir, no eres responsable de las emociones de las otras personas.
Otro punto a tener en cuenta es que no puedes ayudar emocionalmente a los demás si tú no estás bien.
Cuando despresuriza la cabina de un avión, los padres deben ponerse primero ellos la máscara antes de ayudar a sus hijos a ponerse la suya.
Esto se debe a que si los padres no se ponen ellos primero la máscara, pueden desmayarse antes de poder ayudar a sus hijos.
Nunca podrás satisfacer a todo el mundo. Si hay gente que no quiere fortalecer vuestro vínculo porque no estás a su disposición tanto como te gustaría, déjalos ir.
A veces, nos sentiremos un poco solos. Pero es normal y natural. Es importante pensar las cosas antes de comprometernos, para no decir que sí por miedo o para no quedarnos solos.
Eliminando opciones, podemos crear oportunidades para hacer lo que queramos.
Cuando tenemos la capacidad de decir que no, también sabemos mejor qué queremos en la vida.
Hay momentos en la vida en los que seguramente habrá problemas más urgentes. Llegará un momento en el que las hipotecas, los hijos y otros problemas significarán que no podremos decir que sí.
Cuando decimos que no, podemos dejar que otras personas brillen.
Ser capaz de poner límites es una práctica de midfulness. Cuando decimos que sí a todo, desconectamos de nosotros mismos.
Podrías sentirte culpable por decir que no a la gente con frecuencia, pero esta sensación desaparecerá y cada vez será más fácil.
La gente que sabe decir que no tiene más éxito en la vida. Para triunfar en cualquier ámbito (carrera, relaciones, etc.), hay que hacer sacrificios. Para hacer sacrificios, hay que saber decir que no.
Según el empresario y filántropo multimillonario Warren Buffett, "la diferencia entre la gente de éxito y la de mucho éxito es que la gente de mucho éxito dice que no casi siempre".
Para tener una buena vida, ser útil para el mundo y para tus seres queridos, tendrás que hacer sacrificios.
Para hacer cualquier tipo de sacrificio, hay que decir que no al resto de alternativas.
Si no sabemos decir que no, a menudo pasaremos tiempo haciendo cosas que no queremos o que no concuerdan con nuestras metas o valores.
Hay muchas formas de decir no de forma educada, como "Me siento halagado, pero no puedo", "Desafortunadamente, ahora no es un buen momento", "Lo siento, ya he hecho planes", etc. Recuerda que no estás obligado a especificar.
Por qué deberías decir que no más a menudo
¡Deja de tener tan poca consideración por ti mismo/a!
ESTILO DE VIDA Salud mental
Entre el trabajo, la familia, los amigos y las demás obligaciones de nuestro día a día, podemos sentir que la vida nos arrastra en todas las direcciones y no nos queda tiempo para nosotros. A veces, si somos muy complacientes, acabamos aceptando casi cualquier compromiso (a expensas de nuestras propias metas y salud). Puede hacer que nosotros y todos los demás nos sintamos un poco incómodos y puede afectar a nuestra autoestima.
Decir que "no" a veces es importante, al igual que saber decirlo sin herir los sentimientos de los demás. Para saber más, haz clic en la galería.