Muchos creen que las personas que hablan varios idiomas son increíblemente talentosas o que simplemente tienen esa facilidad de forma natural. ¡Pero no hay ningún gen especial para ser políglota!
Todos tenemos la capacidad de aprender nuevos idiomas porque somos humanos. Si no, ¿cómo aprenderían a hablar los niños? La clave está en el enfoque y la práctica.
Sí, aprender un idioma se vuelve menos natural a medida que nos hacemos mayores, pero nunca es tarde para ponerse a ello. La única ventaja para los niños es que son una hoja en blanco, por lo que no tienen conocimientos sobre gramática o hábitos de pronunciación previos que interfieran con la nueva lengua.
Al igual que los niños, para lograr aprender una segunda lengua extranjera necesitas meter la pata sin miedo. Cuando dejes a un lado la vergüenza, podrás empezar a aprender de forma constante y disciplinada.
Memorizar es uno de los peores métodos que existen para aprender cualquier cosa, ya que el riesgo de olvidar siempre está ahí. ¡La clave está en empaparse del nuevo conocimiento!
Esto solo se consigue escuchando y hablando en la otra lengua. De esa forma, aprenderás practicando frases cotidianas en vez de memorizándolas.
La mayoría de personas aprenden a leer, escribir y hablar a la vez, pero eso no quiere decir que tú tengas que hacer lo mismo.
Es mejor aprender a hablar y entender primero para que una vez hayas progresado en ese aspecto puedas aprender a leer y escribir. Lo cierto es que uno puede hablar con fluidez un idioma sin saber escribir en él.
Nadie empieza a aprender un idioma con una gramática impecable ni memorizando tablas de conjugaciones. Tiene que ser un proceso orgánico.
De hecho, estudiar gramática de forma teórica justo al principio puede hacer que avances más despacio. Es mejor que te centres en la conexión de los sonidos vocales.
Hoy en día existen muchas apps gratuitas para aprender idiomas, por lo que muchos piensan que con practicar un par de minutos al día conseguirán hablar con fluidez. Por desgracia, esto no funciona así.
Aunque las apps y los libros pueden ayudarte a ampliar tu vocabulario, no te darán la soltura necesaria para hablar. El principal objetivo de aprender un nuevo idioma es poder tener conversaciones con personas reales.
Esto no es necesariamente cierto. Las clases particulares o en centros de idiomas pueden ser caras, pero hay más opciones.
En función de la lengua que quieras aprender, encontrarás más o menos recursos disponibles. Si tu intención es hablar inglés, francés o alemán, verás que hay muchos cursos asequibles con los que puedes ir empezando.
Si bien sumergirte en la cultura de destino ayuda mucho, no tienes que vivir en un país extranjero para aprender a defenderte en su idioma.
La clave está en tener interés y dedicarle tiempo. Gracias a internet, encontrar un profesor y tener acceso a recursos es más fácil que nunca.
Aunque aprender un idioma lleva su tiempo, solo se vuelve complicado si no quieres estudiar. Si de verdad te interesa defenderte en otra lengua, tienes que esforzarte.
Aprender idiomas puede ser difícil en función del método de enseñanza que se emplee (p. ej. si solo se hacen ejercicios de gramática y nunca se habla).
Haber ido a la universidad o tener un cociente intelectual alto no son requisitos esenciales para aprender un nuevo idioma. Más bien al contrario: está demostrado que son indicadores bastante bajos en lo que a la capacidad de aprendizaje de idiomas se refiere.
Más que inteligencia, lo que se necesita para aprender un nuevo idioma es una buena metodología, diferentes estrategias, interés y práctica. Recuerda que cada persona tiene un estilo de aprendizaje diferente.
Las herramientas de traducción pueden ser útiles en situaciones cotidianas, pero no para una comunicación más profunda y detallada.
El lenguaje es un sistema complejo y, en comparación con los humanos, el algoritmo de una máquina no puede relacionar las palabras con el contexto. Por lo tanto, no puedes confiar en las herramientas de traducción al 100%.
Todo el mundo ha escuchado esto alguna vez, pero no existen atajos para aprender un nuevo idioma. En función de la dificultad de la lengua y de la metodología de enseñanza, aprender un nuevo idioma es un proceso que puede durar entre 3 y 5 años.
Tanto si estás aprendiendo una lengua muy extendida como una menos conocida, te llevará tiempo defenderte en ella. ¡Paciencia!
Teniendo en cuenta el número de libros y recursos online que existen, hay quienes creen que es posible aprender un idioma de forma autodidacta. Por desgracia, al no poder interactuar con otras personas, requiere más tiempo y esfuerzo.
Lo mejor es salir al mundo real y encontrar un profesor o un centro de idiomas. De esta forma tendrás a alguien con quien estudiar y a quien preguntarle las dudas.
Esto depende de la persona y su estilo de vida. Hay quienes lo encuentran útil, mientras que otros consideran que aprender dos idiomas al mismo tiempo es un estorbo.
Una forma de hacerlo es aprender un idioma primero para familiarizarte con el proceso de aprendizaje y adaptarte más fácilmente a él cuando decidas aprender otro (o varios a la vez).
Puede que creas que con saber solo un idioma ya es más que suficiente, pero además de mejorar tus habilidades sociales, aprender otra lengua te ofrecerá muchos otros beneficios.
Las investigaciones demuestran que hablar varios idiomas tiene muchos beneficios para el cerebro, como ser más resolutivo o capaz de hacer varias cosas a vez. Los políglotas también tienden a tomar decisiones más racionales.
Fuentes: (Forbes) (Effective Language Learning) (The Mimic Method)
No te pierdas: Idiomas al borde de la extinción
Si quieres aprender otro idioma, no dejes que estos mitos te frenen
¡Es hora de desmentirlos de una vez por todas!
ESTILO DE VIDA Idiomas
Cuando se trata de aprender un nuevo idioma, a las personas se les ocurren todo tipo de excusas. En el caso de los adultos, uno de los comentarios más típicos es que ya no tienen edad para ello. Este y muchos otros mitos hacen que la gente mayor no se plantee aprender una segunda lengua, así que ya va siendo hora de desmentirlos de una vez por todas. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!