Cuando sus ojos se posan en víctimas de mayor tamaño, como cabras o ciervos, el águila real se precipita sobre su presa, la atrapa con las garras y la precipita al vacío. Luego, busca dónde ha aterrizado el cuerpo y se da un festín. El águila real puede llegar a cargar con un animal de hasta 115 kg.
Estas adorables criaturas se parecen a las comadrejas, pero aunque te despierten ternura, en realidad tienen una técnica de caza bastante diabólica. Este animal carnívoro se alimenta de cualquier cosa que pueda cazar, lo que incluye insectos, pájaros, ratones y otros mamíferos pequeños como las musarañas.
Como los armiños no son los depredadores más feroces del reino animal, utilizan sus encantos para dar cabo de sus presas. Por ejemplo, si avistan un grupo de roedores, empiezan a realizar una especie de baile que consiste en correr y hacer piruetas erráticas. Esto hace que sus potenciales víctimas se queden hipnotizadas por sus movimientos, lo que el armiño aprovecha para ir acercándose más y más hasta poder atrapar a la más cercana.
Que no te engañe su colorido y sofisticado aspecto: la mantis marina es uno de los animales más fuertes del planeta en relación con su propio tamaño. Los golpes de este crustáceo de 10 cm son tan poderosos que pueden romper sin dificultad el caparazón de los cangrejos y moluscos.
Las anguilas eléctricas saben sacar provecho de su extraño don para acabar con sus presas. Suelen esconderse en aguas turbias, donde esperan a que un pez, crustáceo o reptil se acerque lo suficiente. Una vez detectan movimiento, emiten dos poderosas descargas eléctricas que paralizan a la presa durante el tiempo suficiente como para comérsela.
Las orcas son uno de los pocos depredadores que cazan tiburones. Lo que hacen es empujarlos hacia la superficie, donde les asestan un poderoso golpe que los deja boca arriba.
Los tiburones entran en un estado de parálisis en esta postura, lo que los convierte en un blanco fácil para las orcas.
Aunque la mayoría de los habitantes del océano solo perciben la luz azul, los peces dragón también pueden ver la roja, la cual se emite a través de un órgano situado por debajo de sus ojos. Este les permite ver en la oscuridad y marear a sus víctimas antes de atacarlas.
Esta araña cava un hoyo en el suelo donde se esconde y le tiende una emboscada a sus presas. Incluso utiliza hojas y follaje para taparlo y que la trampa sea aún más convincente. Cuando un animal se acerca más de la cuenta, la araña sale de su escondite y lo arrastra hacia dentro.
Este enorme ciempiés es capaz de cazar animales más grandes que él, como ratones, pájaros, serpientes y murciélagos. Para atrapar a estos últimos, se cuelga del techo de las cuevas.
Puede llegar a medir 30 cm de longitud y su cuerpo viene equipado con aguijones en la parte trasera, los cuales utiliza para atacar a los murciélagos que tienen la mala fortuna de pasar a su lado. Después de paralizar a la víctima, la escolopendra se la come en más o menos una hora.
Los peces sapo no son muy buenos nadadores y suelen moverse muy cerca del suelo marino, pero son unos extraordinarios cazadores. Para llamar la atención de sus presas, mueven sus apéndices como si fuesen gusanos o cualquier otro cebo suculento.
Esto hace que los peces o crustáceos se acerquen. Cuando están al alcance, los peces sapo se abalanzan sobre ellos con la boca abierta.
Los deinópidos son unos tejedores increíblemente hábiles. Cuando ven algún insecto, se ponen patas a la obra y empiezan a formar una red que luego lanzan sobre su víctima en un rápido movimiento, pillándola por sorpresa. Como te imaginas, el bicho no tiene ninguna posibilidad de escapar a su destino.
¡Estas arañas son conocidas por atrapar a sus víctimas lanzándoles un lazo!
Ver a las luciérnagas brillar por la noche es una experiencia mágica... Siempre y cuando no seas una de sus víctimas. Para atrapar a sus presas, las luciérnagas crean redes pegajosas y luego atraen a los insectos con su brillo natural. Una vez atrapados, estas les inyectan jugos gástricos para dar comienzo a su proceso de alimentación.
Las ballenas jorobadas son unos animales increíblemente inteligentes, lo cual queda reflejado en sus técnicas de caza. Una de ellas requiere algo de trabajo en equipo. Cuando las ballenas ven un banco de peces, siembran el caos entre ellos. Los peces intentan nadar hacia la superficie para escapar, pero las ballenas los atrapan con burbujas.
En medio del caos, las ballenas aprovechan para abrir sus enormes bocas y engullirlos. Solo un ejemplar puede consumir 900 kg de pescado en un solo día con este método.
El águila real ya ha dejado claro que las aves pueden ser grandes depredadoras, por lo que el secretario no es ninguna excepción. Las patas de este pájaro pueden medir 1,2 metros, de ahí que se pase el día trotando de un lado a otro en vez de volar.
Sus presas preferidas suelen ser las serpientes, ratones y grandes insectos. Cuando encuentra una serpiente, por ejemplo, se abalanza sobre ella a gran velocidad y la aplasta con sus patas. Para ponerla aún más nerviosa, bate las alas para distraerla mientras la pisa hasta matarla.
Al igual que los pescadores, este pájaro también utiliza cebos para atraer a sus presas, como pan, hojas y ramas. Cuando el pez está lo suficientemente cerca, lo atraviesa con su pico y se lo come de una sentada.
Esta astuta serpiente utiliza todo su cuerpo para atrapar a sus presas. Cuando quiere cazar, se coloca de forma que su cabeza queda a un lado de la víctima y la cola al otro. Después, sacude la cola para asustar al pez, el cual huye en dirección contraria... Es decir, directamente a la boca de la serpiente.
Este pez tiene la capacidad de lanzar chorros de agua a gran velocidad y precisión para incapacitar a sus presas. Normalmente suele acercarse a la superficie del agua para cazar insectos.
Cuando sus ojos se posan sobre un bicho en particular, le lanza un chorro de agua que puede llegar a alcanzar los 3,5 metros. Si falla, no pasa nada: ¡este pez es capaz de lanzar hasta siete chorros a la vez hasta acertar!
Los delfines son criaturas muy empáticas e inteligentes, ¡pero también tienen que comer! Viven tanto en ríos como océanos, de ahí que se alimenten de peces, camarones y calamares. Para encontrar y atrapar a sus presas utilizan la ecolocalización y una técnica bastante peculiar.
Cuando encuentran un banco de peces especialmente apetitoso, los delfines empiezan a golpear el suelo en grupo para levantar arena y lodo y confundir a los peces, que acaban yendo a parar directamente a las bocas de sus depredadores.
El propio nombre ya da a entender cuál es el modus operandi de este animal, pero no por ello es menos sorprendente. Esta serpiente venenosa asalta a su presa, la agarra con los dientes y se enroscar en torno a ella hasta aplastarla.
Este adorable felino puede ser bastante despiadado a la hora de cazar. Su dieta suele componerse de ardillas y monos. A estos últimos tiene una forma especial de atraerlos: imitar el llanto de una cría. Para cuando el mono se da cuenta del engaño, ya es demasiado tarde.
Fuentes: (Asterpix) (Listverse) (Popular Mechanics)
Ver también: Si la vida salvaje te llama, ¡uno de estos safaris es para ti!
Técnicas de caza sorprendentes: cómo matan a sus presas estos animales
Estas técnicas de caza van desde lo brutal hasta lo bizarro
ESTILO DE VIDA Naturaleza
El mundo animal es, por definición, salvaje. Aunque las otras criaturas que habitan la Tierra nos puedan parecer adorables o majestuosas, también tienen que comer para sobrevivir, lo que puede dar lugar a escenarios un tanto desagradables... ¡Y peculiares! En esta galería te enseñamos las singulares técnicas de caza de algunos animales. ¡Estamos seguros de que te sorprenderán!