Los juegos infantiles tienen mucho que ofrecer. Hablar con un amigo imaginario, construir un fuerte de mantas... Los niños tienen muchas formas de desarrollar habilidades esenciales que les vendrán de perlas cuando sean mayores.
Cuando los niños juegan y expresan su creatividad, aprenden a desarrollar habilidades motrices: mejoran el equilibrio, la coordinación ojo-mano y la percepción espacial. A medida que exploran las vistas, sonidos, texturas y olores, sus sentidos también se agudizan.
Jugar les permite aprender a resolver problemas, colaborar con los demás y pensar de manera creativa. Todo ello contribuye a desarrollar su empatía y habilidades sociales.
La creatividad también ayuda a que los niños se sientan más seguros de sí mismos y menos estresados. Poder expresarse con libertad les permite tener un sentido de identidad y una mejor autoestima.
Si a tu hijo no le interesa el dibujo, la escritura o la música, no te preocupes: la creatividad no se reduce solo a las artes. Se trata de ver el mundo desde una perspectiva aventurera.
La creatividad puede aplicarse a todos los ámbitos de la vida, por lo que existen muchas formas de estimular la imaginación de los niños. Si quieres saber cuáles, ¡sigue leyendo!
Muchos expertos creen que jugar libremente es esencial para el desarrollo de los niños. Poder expresarse sin límites les ayuda a aliviar el estrés y la tensión.
Es importante dejarles escoger su propia aventura durante este tiempo sin interferir ni juzgarles, aunque sea con buena intención. "Cuando nos involucramos en lo que sea que estén haciendo nuestros hijos, ya sea para ayudarles, enriquecerles o enseñarles, estamos apoderándonos de su proyecto y haciéndolo nuestro. Eso resulta desalentador", explica Lenore Skenazy, escritora y defensora de la denominada "crianza libre".
"El objetivo no es que nuestros hijos preparen un pastel, una bufanda o un cisne de origami perfectos", aclara Skenazy. Y añade: "La idea es que saquen sus propias conclusiones y asuman pequeños riesgos, incluso que hagan algo de una forma completamente nueva (y loca). Puede que el resultado no sea nada extraordinario, pero será algo que hayan hecho ellos solos. Están en edad de explorar, probar, equivocarse y pasárselo bien".
Hay muchas tareas creativas que estimulan la imaginación y que no requieren herramientas, como cantar, bailar y actuar. Pero si a tus hijos les gustan las manualidades, siempre es buena idea tener papel y pintura a mano.
Un buen ejemplo de esto son la plastilina y los juegos de construcción. Los puzles, por el contrario, tienen una estructura demasiado rígida y no dejan espacio a la creatividad.
No tienes que dejarte muchísimo dinero en las tiendas de manualidades. Las cajas, los rollos de papel higiénico y los retales son más que suficiente para pasarlo en grande.
Tampoco hace falta que les enseñes a ser artistas para alimentar su creatividad. Puedes motivarles con pequeños gestos cotidianos que les animen a ser curiosos y hacerles preguntas que les hagan usar la imaginación.
Cuando juegues con tus hijos, hazles preguntas como "¿Qué crees que pasaría si le echases agua a la arcilla?" o "¿Cómo podemos hacer esto de manera diferente?". Después, anímales a explicar por qué han decidido hacer las cosas de una forma u otra.
Los niños de hoy en día pasan más tiempo que nunca viendo la televisión o jugando a videojuegos. Si bien hay muchos programas que pueden estimular su imaginación, es importante que pasen tiempo haciendo otras cosas alejados de las pantallas para explorar su propia creatividad.
La desconexión les permite tener más tiempo para explorar sus propios intereses e identidad.
La pandemia nos enseñó que ser creativo en un mismo espacio acaba por ser aburrido. Intenta llevar a tus hijos a varios lugares para estimularlos. Por ejemplo, ve con ellos a un museo con unos blocs de dibujo o anímales a inventarse historias que tengan que ver con lo que están pintando.
La creatividad suele estar asociada al interior, pero hay muchas formas de ser imaginativo al aire libre. Lleva a los niños de acampada o al parque y deja que exploren el entorno.
Pasar tiempo al aire libre les ofrece la oportunidad de usar su intelecto y poner en práctica varias estrategias de resolución de problemas. ¿Por qué no les preparas un mapa del tesoro y observas cómo se las apañan para interpretar las pistas?
Hay muchas formas de combinar el arte y la naturaleza. Los niños pueden recoger hojas, ramas, etc. y crear un collage o pequeñas figuras. Déjales explorar y hazles preguntas abiertas sobre cómo juegan y se relacionan con el entorno.
¡Hay muchas actividades que puedes proponerles! Por ejemplo, prueba a darles tres fotos de gente y otras tres de sitios. Pídeles que te digan quiénes son las personas y qué pasa en los lugares que aparecen en las imágenes.
Por último, anímales a crear una historia en base a las fotografías misteriosas.
Los juegos de interpretación se basan únicamente en la imaginación, por lo que son una vía de escape perfecta para los niños. Puedes sugerirles una trama y ver hasta dónde les llevan sus ideas.
¿Están en un castillo encantado (hecho de mantas y cojines) o acaban de abrir su propio restaurante? ¡Que ellos decidan!
Ya sea una casita para sus juguetes o una construcción mayor en la que realmente quepan, ¿por qué no les propones montar una casa con cajas de cartón y materiales reciclados? Anímales a encontrar maneras de hacerla estable y resistente y hazles preguntas sobre quiénes van a ir a visitarles, cómo la van a decorar, etc.
Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, intenta no estresarte por la suciedad. De hecho, enseñarles a limpiar después de jugar también puede ser una lección valiosa, pero intenta dejarles la máxima libertad posible cuando jueguen.
Anímales a valorar y poner en práctica sus ideas. Evita hacer sugerencias o proponer mejoras y, si estás creando algo con ellos, no compares sus obras con las tuyas.
Cuando elogies sus creaciones, sé específico acerca de lo que te ha gustado en lugar de hacer comentarios generales. Comparte sus pinturas o historias con amigos y familiares.
Está demostrado que los niños que expresan su creatividad tienen menos estrés y ansiedad, así como una mejor autoestima e inteligencia emocional. Los juegos creativos no solo son divertidos de por sí, sino que también contribuyen a desarrollar muchos otros aspectos de sus vidas.
Fuentes: (Parents) (Psych Central) (Tutor Doctor) (UConn Today) (ThinkPsych)
Ver también: Ideas para volver a conectar con tus hijos
Consejos para alimentar la creatividad de tus hijos
Los padres y tutores juegan un papel esencial en el desarrollo de la imaginación de los niños
ESTILO DE VIDA Educación
Solemos pensar que la creatividad es un atributo que tan solo unas pocas personas poseen, pero lo cierto es que todos somos capaces de cultivar nuestro ingenio e imaginación. En el caso de los niños es exactamente igual: pueden ejercitar su creatividad de innumerables maneras, desde el juego hasta la música. Esto les ayuda a crecer a nivel social, emocional y académico, de ahí que sea tan importante animarles a explorar su vena aventurera. Si quieres saber cómo hacerlo, ¡sigue leyendo!