Solo en Estados Unidos, cerca de 10 millones de mascotas se pierden cada año.
Perder a una mascota puede ser traumático. Separarte de forma accidental de tu gato o perro puede causarte una gran pena y angustia.
También es normal sentir miedo y enfado, sobre todo si se tiene en cuenta el mal trago por el que el animal perdido debe de estar pasando.
Muchos animales perdidos acaban en refugios. Otros, por desgracia, nunca se vuelven a encontrar.
Aunque el animal tenga la suerte de acabar en un refugio, si no está debidamente identificado corre el riesgo de pasar mucho tiempo ahí. Y lo que es peor: muchas mascotas acaban siendo sacrificadas. La American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA) calcula que cada año se sacrifican unos 920.000 animales refugiados (390.000 perros y 530.000 gatos).
¿Cuál es la mejor forma de reencontrarte con tu amigo peludo y evitar el estrés y la culpa que esta situación conlleva?
La respuesta es ponerle un microchip. ¿Pero cómo funciona exactamente?
Se trata de un chip informático implantable que contiene un código único de identificación que permite reunir al animal perdido con su dueño.
Este diminuto circuito integrado de identificación se inserta bajo la piel del animal y le otorga un número único.
El microchip tiene un tamaño similar al de un grano de arroz grande y está hecho de vidrio o plástico.
El propósito de un microchip es proporcionarle al animal una identificación permanente. El nombre técnico es placa de identificación por radiofrecuencia y se trata de un dispositivo pasivo.
Se dice que se trata de un dispositivo pasivo porque solo contiene información, no la transmite activamente.
El microchip esterilizado se coloca en una aguja que a su vez se introduce en una jeringa o pistola de aplicación.
Una vez colocado correctamente, el veterinario aprieta el aplicador e introduce el microchip en el tejido del animal.
El procedimiento es rápido, fácil e indoloro, por lo que no requiere anestesia.
No obstante, si tu mascota tiene cita en el veterinario para someterse al proceso de castración o esterilización, puedes pedir que le coloquen el chip aprovechando que va a estar dormido.
En esta radiografía se puede ver perfectamente el chip insertado en la piel flácida de un perro a la altura de los omóplatos.
Tras la inserción, el veterinario escanea al animal para asegurarse de que el chip funciona correctamente.
Siempre que sea necesario, el veterinario o la autoridad oficial pertinente pueden escanear el chip del animal.
El escáner "lee" el microchip cuando se pasa por encima del animal. Detecta el código electrónico que contiene y el número de identificación aparece en la pantalla del dispositivo.
En el chip no se introduce ninguna otra información que no sea el número único de referencia, el cual se almacena en la base de datos de la empresa que suministra los chips. Por lo tanto, tu información personal está protegida y es inaccesible.
El microchip no necesita cambiarse, no tiene piezas operativas y se mantiene inactivo hasta que entra en contacto con el escáner.
Una vez tu mascota tenga chip, tienes que registrarlo con tu nombre y datos de contacto en el organismo correspondiente. Si no lo haces, el proceso no servirá de nada, ya que el número de identificación no estará asignado a nadie.
Ten en cuenta que el microchip no es un sistema de rastreo, por lo que no viene equipado con GPS y no puede usarse para descubrir el paradero del animal perdido.
Aunque en algunos países como Estados Unidos no sea obligatorio ponerle un chip a las mascotas, la American Veterinary Medical Association recomienda que todos los dueños de animales sigan este procedimiento.
En otros, sin embargo, sí es obligatorio ponerle chip a las mascotas e incluso actualizar los datos cuando sea necesario. Tal es el caso de Inglaterra y Gales desde 2016, por ejemplo.
Los perros y gatos con chip tienen más probabilidades de regresar con sus dueños. De hecho, según Science Daily, los gatos tienen 20 veces más de probabilidades de ser devueltos y los perros 2,5 veces más que si no tuviesen chip.
Aunque un collar con una placa identificativa es útil, existe el riesgo de que se pierda. Esta es otra de las razones por las que el chip es más aconsejable.
Además de los gatos y los perros, hay otros animales que también pueden llevar chip, como los caballos.
De hecho, todas las mascotas son susceptibles de llevar chip en función de su especie, tamaño y estado de salud. Si necesitas consejo, acude al veterinario.
Fuentes: (ASPCA) (American Veterinary Medical Association) (RSPCA) (Science Daily) (Veterinary Practice News)
No te pierdas: ¿Tu mascota sufre cuando te vas de vacaciones?
Beneficios de ponerle un microchip a tu mascota
Es muy importante
ESTILO DE VIDA Bienestar animal
Hay muchas razones por las que una mascota puede separarse de su dueño. Unas se escapan, otras se pierden... Y algunas son víctimas de robo, sobre todo si son de una raza cara y poco frecuente. Sea cual sea la causa, desconocer el paradero de tu mascota es una experiencia alarmante. Por suerte, hay un simple procedimiento que puede aumentar las probabilidades de que recuperes a tu amigo peludo: ponerle un microchip. Si quieres saber en qué consiste exactamente y cuáles son los beneficios, ¡sigue leyendo!