Los datos de New Pew demuestra que chicos y chicas viven la adolescencia de forma diferente en los EE.UU.
Todos sabemos lo que es estar en un espacio público y tener que aguantar a un desconocido hablando a voz en grito por teléfono (o lo que es peor, con el altavoz puesto). Lo cierto es que hay muchas personas que hacen un uso indebido del celular y ni siquiera se dan cuenta de ello. ¡El culpable incluso podrías ser tú! Para ayudarte a recuperar las formas (o a no perderlas), a continuación te dejamos una lista de cosas que debes tener en cuenta la próxima vez que uses el teléfono con gente alrededor. ¡Adelante!
No es responsabilidad de los demás lidiar con tu uso del celular. Lo que sí es responsabilidad tuya es utilizarlo de forma educada.
Esto no quiere decir que debas comportante conforme a las expectativas de los demás, sino en base a lo que puede resultar ofensivo. Si ignoras este principio, te estarás pasando de la raya.
Aunque parezca obvio, es importante ser cortés con el resto de comensales, sobre todo cuando se presupone que debes socializar.
Si estás esperando una llamada importante, házselo saber a tu acompañante de antemano. Cuando la recibas, ve a hablar a otro lado e intenta tardar el menor tiempo posible.
Las personas que van en transporte público a menudo están estresadas, cansadas o tienen prisa. Lo último que les apetece es tener que aguantar a un desconocido hablando a todo volumen al lado.
Sé educado cuando estés en un transporte público y haz un uso inteligente de tu celular.
Hay ciertos lugares en los que los celulares no tienen cabida, como el cine, el teatro o un lugar de culto (como un templo o una iglesia). ¡Sé educado y apágalo o ponlo en silencio!
Recuerda que notar cómo un celular vibra o ver cómo se ilumina la pantalla cada dos por tres también es molesto.
Que no conozcas al cajero o al dependiente no quiere decir que tenga que aguantar cómo lo ignoras mientras intenta ayudarte.
A menos que se trate de una emergencia, es de mala educación estar hablando por teléfono con alguien delante. Cuelga y préstale atención.
No solo no debes gritar, sino que también debes bajar la voz cuando hables por teléfono en público.
Ponte en el lugar de las otras personas. Si tú no querrías estar escuchando sus conversaciones, ¿por qué iban a tener que aguantar ellas las tuyas?
Por lo general, no hace falta levantar la voz para que la persona que está al otro lado del teléfono te oiga. Si estás en un lugar ruidoso, llámale después.
Gritar por teléfono hace que todas las personas de alrededor se sientan incómodas. Nadie tiene por qué estar al tanto de tus conversaciones y mucho menos de tus discusiones.
Si nadie quiere oírte a ti, ¡a la otra persona tampoco!
No pongas el altavoz si estás en un lugar público. No solo es de mala educación con quienes tienes alrededor, sino también con quien estás hablando.
Esto cae de cajón, pero nunca está de más recordarlo: nunca envíes mensajes o hables por teléfono mientras estás al volante.
No solo estás infringiendo la ley, sino también poniendo tu vida y la de los demás en peligro. Si es urgente, para en un lugar seguro y responde al teléfono con tranquilidad.
Lo cierto es que los celulares pueden acabar con tus conversaciones y con tus habilidades interpersonales. Cuando estés hablando con alguien, intenta no mirar ni la pantalla.
Imagínate cómo te sentirías si alguien te hiciese lo mismo. ¿Te molesta tan solo de pensarlo? ¡Entonces no se lo hagas a los demás!
Hay algunos lugares en los que no deberías usar el celular. ¿Qué crees que pensaría tu jefe si te viese más interesado en enviar mensajes que en prestar atención a lo que se comenta en la reunión?
Asimismo, si tú eres el jefe y te dedicas a mirar el celular durante las reuniones, estarás dando un mal ejemplo a tus trabajadores. Déjalo en silencio y céntrate en lo que de verdad importa.
¡Lo privado es privado! Si la persona con la que estás hablando quiere hablar de cosas más íntimas, dile que le llamarás más tarde.
Si la conversación no puede esperar, intenta hablar en un lugar apartado o enviar mensajes. De esa forma también serás más considerado con la persona que está al otro lado del teléfono.
Las salas de espera pueden ser ruidosas y estar abarrotadas, por lo que no son el mejor lugar para ponerse a hablar por teléfono.
Si la llamada no puede esperar, intenta buscar un lugar apartado en el que no molestes a los demás.
Si alguien te pide amablemente que quites altavoz o que apagues el teléfono, probablemente tenga una buena razón para hacerlo.
Por lo general, las personas no dejan de estar a lo suyo para dirigirse a alguien en público a menos que algo no vaya bien, así que intenta ser comprensivo.
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