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Exagerar con las golosinas puede hacer que tu cachorro solo reaccione ante la comida y poco más.
La temperatura en el interior de un vehículo puede dispararse rápidamente e incluso un breve lapso de tiempo puede suponer un peligro para tu amigo peludo.
Cuando tu cachorro se porte mal, es mejor atajarlo de inmediato. Los perros relacionan una reprimenda con sus acciones cuando estas se producen en el momento. Si te enfadas con ellos después, solo conseguirás confundirlos.
Al igual que nosotros, los perros tienen sus propias preferencias en cuanto a recompensas. A algunos les vuelve locos jugar, mientras que otros se conforman con un buen masaje en el vientre.
Ciertos productos de limpieza, como la lejía y el amoniaco, pueden ser peligrosos para tu amigo peludo. Por ejemplo, podrían absorber las toxinas a través de sus patas si pisan una superficie húmeda.
Igual que nosotros nos abrochamos el cinturón, nuestros amigos de cuatro patas también necesitan ir bien sujetos. Y sí, por las mismas razones de seguridad. No hay peros que valgan.
Animar a tu perro a que se divierta y se relacione con los demás puede ser muy complicado: puede ser genial o puede estresarle. Lo cierto es que no puedes predecirlo, así que lo más inteligente es empezar por presentar a tu amigo peludo a otros perros con correa y ver cómo se desarrollan las cosas a partir de ese momento.
En la mayoría de los casos, se trata de un signo revelador de ansiedad por separación, no de un acto de venganza.
Esto no solo fomenta una mala rutina, sino que además te arriesgas a darle a tu cachorro algo que no es apto para su dieta.
Utilizar la comida como forma de demostrar afecto puede acabar siendo contraproducente. Hay formas alternativas de colmar de cariño a tu perro y evitar que engorde demasiado.
Insistir en "no vuelvas a hacerlo" y dar discursos moralizantes a tu perro no suele funcionar. Los perros reaccionan mejor a las señales claras e inmediatas -positivas y no tan positivas- justo en el momento en que se produce la acción.
Recuerda que a nuestros amigos peludos les encanta retozar sin correa para hacer ejercicio y divertirse. Vamos, amigo, ¡estira las piernas!
Esto es muy importante, sobre todo si tu pequeño peludo decide emprender su propia aventura. Un microchip puede ser la salvación de tu perro.
Igual de importante es asegurarse de que el microchip de tu cachorro está bien colocado. Existen varias bases de datos, dependiendo de dónde vivas.
Nuestra respuesta natural es ofrecer consuelo de inmediato, pero los perros pueden ver esto como una recompensa vinculada a la sensación de miedo.
Seguro que tu peludo puede ser muy listo. Pero tener la inteligencia de un humano de tres años no significa que siempre esté a salvo. A pesar de su astucia, recuerda que siguen siendo perros y necesitan que sus dueños cuiden de ellos.
A veces, levantarle la voz a tu perro para que deje de ladrar puede ser contraproducente. Tu amigo peludo puede tomárselo como un juego y subir aún más el volumen.
Enseñar trucos puede resultar un poco cansado, pero la clave está en perseverar. No des por perdido el potencial de aprendizaje de tu perro antes de tiempo.
Este truco de adiestramiento de la vieja escuela es bastante ineficaz. Lo más probable es que tu cachorro se estrese y ni siquiera lo entienda.
Pensar en qué será de tu querido amigo peludo cuando tú ya no estés es algo sobre lo que merece la pena reflexionar.
Aunque sea divertido, si te ríes y prestas atención a tu cachorro cuando comete un error, le estás dando luz verde para que se comporte así. Si consigue llamar la atención por ser un poco travieso, probablemente pensará que es un buen movimiento que puede volver a hacer.
Los perros están hechos para aprender y pasárselo bien paseando con correa. El adiestramiento con correa no debe ser un rollo. Puede tener sus momentos complicados, pero no se trata de ponerle la correa como castigo.
Masticar golosinas dentales puede ayudar a mantener a raya la placa y el sarro, pero no sustituye en absoluto a una buena sesión de cepillado dental.
Darle un juguete o un hueso masticable para distraer su atención puede no ser la mejor opción, ya que refuerza sus hábitos traviesos. Eso significa que es más probable que vuelvan a hacer lo mismo.
A nuestros peludos les encantan las salidas diarias al aire libre. A veces podemos acortarlas o saltárnoslas por completo cuando estamos muy ocupados o nos sentimos un poco agotados. Pero recuerda: es crucial no darles la espalda.
El cuidado y la limpieza de su cachorro no deben limitarse a una visita ocasional a la peluquería.
Al igual que una persona que adora a los niños puede no ser automáticamente una niñera estelar, la misma lógica se aplica a los cuidadores de perros. Asegúrate de comprobar sus cualificaciones y, si puedes, recaba opiniones de otros dueños de mascotas con los que hayan trabajado.
La realidad es que no siempre congeniarán de inmediato. A la hora de traer un nuevo cachorro al equipo, suele ser mejor presentarlo fuera de casa, con la correa puesta. Ofrécele golosinas si se porta bien y observa cómo se desarrollan las cosas a partir de ese momento.
Muchas plantas y flores no son seguras para nuestros peludos. Y admitámoslo, no dudarán en derribar un jarrón y darles un buen mordisco.
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ESTILO DE VIDA Mascotas
Sin duda, los perros son magníficos compañeros. Sin embargo, enseñarles a comportarse y cuidarles bien puede suponer algunos retos. Por supuesto, queremos que nuestros peludos sientan nuestro amor, pero también queremos que se comporten bien y sigan nuestras indicaciones. Tener un perro tiene muchas ventajas, pero también implica asumir responsabilidades. Y seamos realistas, a veces, aunque tengamos buenas intenciones, cometemos errores. Aquí es donde entra en juego esta galería.¿Te pica la curiosidad? Haz clic y descubre si alguno de estos errores te resulta familiar...