Para evitar que los niños hagan sus necesidades en las piscinas públicas, es normal decirles esto para meterles miedo. Según varios estudios, cerca del 50% de los estadounidenses aún creen que existe una especie de tinte específico para piscinas que cambia de color al contacto con la orina.
Si lanzas un centavo desde lo alto de este edificio, alcanzará una velocidad de aproximadamente 100 km/h. Esto no matará a nadie, pero sí le hará un poquito de daño.
No hay pruebas que sugieran que sentarte demasiado cerca de la televisión te dañe la vista. Probablemente esta idea proceda de que las televisiones a color de los años 60 emitían unos niveles de radiación peligrosos.
Los músculos faciales tienen elasticidad y pueden volver a su posición normal.
Los perros pueden percibir los colores como nosotros, solo que con menos nitidez.
El consumo de café no afecta al desarrollo de los niños, ya que la altura está condicionada por factores genéticos y no por la cafeína.
Este mito está muy extendido. Aunque puede que no utilices todas las partes de tu cerebro al mismo tiempo, sí lo usas en su totalidad a lo largo del día.
Lo máximo que se ha llegado a hacer es comprobar la correlación entre la luna llena y algunos comportamientos anormales o alterados, algo que, como ya deberíamos saber, no equivale a la causalidad.
Este mito podría deberse a la creencia de que sufrir calambres en el agua puede hacer que la persona quede paralizada y se ahogue. Aunque es más probable tener un corte de digestión tras comer o hacer deporte, esto nunca ha hecho que nadie se ahogue.
La edad de un perro puede ser de unos 15 años humanos, en función de la raza.
El concepto del subidón de azúcar no tiene fundamento. Aunque no es lo más sano para los niños, no hay pruebas científicas que demuestren que consumir azúcar provoque cambios de comportamiento.
Los dulces y la comida grasienta no provocan acné como tal. Lo que sí pueden hacer es inflamar el cuerpo, lo que a su vez puede hacer que aparezcan granos.
Las zanahorias tienen vitamina A, la cual es crucial para la salud ocular. Sin embargo, no mejoran la vista de forma directa.
Si tus padres alguna vez te dijeron que te pusieses un gorro cuando hacía frío para evitar que perdieses calor corporal en exceso, tenían buena intención pero estaban equivocados.
Los estudios que han intentado defender esta idea han obtenido resultados no concluyentes o que demostraban justo lo contrario.
Aunque la vitamina C es crucial para fortalecer las defensas, no hay pruebas científicas que demuestren que realmente ayuda a prevenir o a curar los resfriados.
Los chicles pasar por el sistema digestivo como cualquier otra sustancia. Aunque no tiene nutrientes que el cuerpo pueda absorber, no se va a quedar atrapado.
A medida que los niños crecen, necesitan dormir más horas que los adultos. Sin embargo, una vez se hacen mayores, esta necesidad no disminuye con la edad.
Al contrario de lo que se cree, esto no solo es mentira, sino que además provoca el efecto contrario. La sal aumenta el punto de ebullición del agua, lo que hace que el proceso se prolongue.
Es normal cerrar los ojos al estornudar. Sin embargo, eso de que si los mantenemos abiertos al hacerlo corremos el riesgo de que se nos salgan de las cuencas es mentira. El aumento de la tensión arterial que se produce detrás de los ojos cuando estornudamos no es lo suficientemente alto como para provocar algo tan extremo.
Aunque sea poco habitual, hay personas con hiperlaxitud que consiguen lamerse el codo.
La causa de los refriados son los virus, no el frío per se. Durante el invierno, estos virus proliferan, de ahí que las probabilidades de contagio aumenten.
No hace falta que te expliquemos por qué esto es mentira, ¿cierto?
La falta de luz puede obligarte a forzar la vista y que esto te provoque dolor de cabeza, pero eso no quiere decir que sea dañino para los ojos.
Tras la depilación, la base naturalmente más gruesa del folículo piloso vuelve a crecer primero, lo que hace que el pelo parezca más grueso. Sin embargo, este sigue teniendo el mismo grosor de siempre.
Los pájaros no abandonan a sus polluelos por la "esencia humana". De hecho, tienen un sentido del olfato limitado y son incapaces de distinguir olores diferentes.
Decirle la verdad a un niño no siempre es fácil, pero los padres tienden a contarles mentiras piadosas de este tipo a sus hijos, lo que puede acabar entorpeciendo el desarrollo de su resiliencia emocional.
Los músculos oculares pueden cansarse, pero no quedarse congelados en esa posición.
Las verrugas las provoca un virus y nada tienen que ver con la textura de la piel de este anfibio.
No hay pruebas científicas que lo demuestren, aunque a muchas personas les da grima.
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Mitos de la infancia que persisten en la vida adulta
Parece ser que los adultos no lo sabían todo
ESTILO DE VIDA Mentiras
Los padres a menudo les cuentan a sus hijos mitos y mentiras piadosas para evitar que monten un número y lograr que sean más obedientes. Por desgracia, muchas de estas ideas se perpetúan de generación en generación y acaban aceptándose como verdades. ¡Veamos cuáles son las más comunes!