Las amistades son algo fantástico, pero también pueden ser complicadas. Esto se debe a que ni todos tenemos las mismas expectativas ni necesariamente hablamos de ellas, por lo que nuestros amigos pueden acabar comportándose de manera diferente a como nos gustaría. Como resultado, podrían notar esta dependencia o sentirse juzgados y, por lo tanto, distanciarse. Si bien es normal tener ciertas expectativas que se consideran saludables, otras pueden ser demasiado elevadas y acabar echando por tierra la amistad. ¿Cómo saber si esperas demasiado de tus amigos? Haz clic para averiguarlo.
Los amigos enriquecen nuestra vida de muchas maneras. Las mejores amistades nos ayudan a conocernos y nos impulsan a superarnos a nosotros mismos.
Los amigos también están ahí cuando las cosas se ponen feas y para celebrar los momentos especiales de la vida.
De hecho, algunos estudios demuestran que tener unos lazos sociales fuertes se asocia con una mejor salud física y una mayor esperanza de vida.
También se ha demostrado que tener un círculo de amigos cercanos ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud como la diabetes, los infartos y los ictus.
Es normal pedir consejo a un amigo o contarle algo importante que nos haya ocurrido.
Sin embargo, esto se vuelve un problema cuando la necesidad de consejo se convierte en una dependencia social involuntaria que hace de tus amigos una fuente de autoestima y validación.
Tenemos expectativas cuando asumimos que un amigo se comportará de una manera en particular o intentará no herir nuestros sentimientos de forma activa.
Los límites indican qué nos sienta bien y qué no. Son una forma de cuidar de nosotros mismos sin ayuda de los demás. Aunque las expectativas se proyectan hacia fuera, los límites giran en torno a nosotros.
Las expectativas y los límites se retroalimentan. Por ejemplo, si nos molesta que un amigo llegue tarde, aprendemos que tenemos un límite respecto a nuestro tiempo.
Si este amigo siempre llega tarde a pesar de que ya le has dicho que te molesta, depende de ti querer reforzar o no ese límite.
Si tienes límites, necesitas comunicárselos a tus amigos para saber cuáles son los suyos también. Las conversaciones directas y honestas sobre este asunto ayudan a garantizar que los límites se respeten dentro de las relaciones de amistad.
Existen nueve grupos de límites esenciales. Si estás en proceso de analizar tus expectativas con respecto a tus amigos, intenta identificar en cuáles encajan las tuyas.
Un ejemplo es esperar que tus amigos lleguen a tiempo a los planes que habéis hecho y que no te dejen colgado en el último momento.
Algunas personas necesitan hablar por lo menos una vez a la semana para sentirse conectadas con sus amigos, mientras que a otras no les importa esperar más. Ser honesto respecto a tus necesidades evitará que se formen malentendidos y que acabes dolido.
La amistad debería ser algo mutuo. Si sientes una falta de reciprocidad o que un amigo solo se pone en contacto contigo cuando necesita algo, es importante que cuides de ti mismo y que traces un límite claro.
¿Qué temas de conversación te apetece mantener con tus amigos? Tal vez hablar de trabajo y relaciones te parece bien, pero no te sientes cómodo tratando otros asuntos como las finanzas. Es importante que conozcas tus límites en este sentido.
¿Tus amigos y tú compartís los mismos valores? Si no es así, ¿respetan los tuyos sin intentar persuadirte para que cambies aquello en lo que crees?
Trazar límites en lo relativo al autocuidado emocional significa ser capaz de escuchar a un amigo sin intentar solucionar sus problemas.
¿En qué tipo de actitudes estás dispuesto a invertir tiempo y energía? Es importante que sepas poner límites cuando el comportamiento de una persona te hace sentir mal.
En lo relativo al apoyo que recibes de tus amigos, está bien trazar límites. No tienes por qué aceptar consejos que no has pedido.
"No" es una frase completa. Tienes derecho a negarte a algo si no quieres hacerlo sin sentirte mal por ello.
Evaluar tus amistades puede ayudarte a gestionar las expectativas y a reforzar los límites que traces. Por ejemplo, tu grupo de amigos cercanos puede estar compuesto únicamente por aquellas personas con las que puedas ser completamente tú mismo.
Estas personas se han ganado tu confianza y no os juzgáis los unos a los otros. Pero como las expectativas que tengas sobre estos amigos serán más altas, es bueno y deseable que comuniques tus límites de forma clara y abierta.
Tal vez algunos amigos fueron cercanos en su día y ahora no son más que conocidos. Por lo tanto, es de esperar que no tengas el mismo nivel de confianza ni de expectativas con ellos.
Pero eso no quita para que puedas relacionarte con regularidad o compartir intereses y aficiones con conocidos en vez de con amigos cercanos. Al fin y al cabo, tus expectativas respecto a ellos serán menores.
Las amistades evolucionan y crecen (o disminuyen) con los años y eso es algo completamente normal. Saber cuál es tu postura en el presente te ahorrará mucha frustración y resentimiento en el futuro.
Parte de una amistad fuerte es aceptar a la otra persona tal y como es. Aunque no siempre estéis de acuerdo, escoger amistades con los mismos valores significa saber apreciar sus motivaciones y comportamiento.
Aunque las opiniones y creencias difieran, los valores compartidos mantendrán las expectativas bajo control y os motivarán a preservarlas.
Aunque la amistad es una parte fantástica de la vida, solo funciona si tienes una buena relación contigo mismo en primer lugar. Nadie te va a entender nunca al 100% y no hay nada de malo en ello.
Fuentes: (Psychology Today) (Tiny Buddha) (Hush Your Mind) (Verywell Mind)
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ESTILO DE VIDA Amistad
Las amistades son algo fantástico, pero también pueden ser complicadas. Esto se debe a que ni todos tenemos las mismas expectativas ni necesariamente hablamos de ellas, por lo que nuestros amigos pueden acabar comportándose de manera diferente a como nos gustaría. Como resultado, podrían notar esta dependencia o sentirse juzgados y, por lo tanto, distanciarse. Si bien es normal tener ciertas expectativas que se consideran saludables, otras pueden ser demasiado elevadas y acabar echando por tierra la amistad. ¿Cómo saber si esperas demasiado de tus amigos? Haz clic para averiguarlo.