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Beneficios: mayor entrada de oxígeno - La nariz produce óxido de nitrógeno, un gas que mejora la entrada de oxígeno en el organismo. Esto se debe a que actúa como un vasodilatador, lo que significa que expande los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, facilita la circulación, llevando más oxígeno a cada rincón de nuestro cuerpo.
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Descanso de mayor calidad
- Respirar por la nariz fomenta una respiración más profunda y diafragmática que favorece la relajación y el descanso de calidad. Asimismo, el flujo de aire nasal ayuda a regular la tensión arterial y disminuye los ronquidos, contribuyendo a que duermas mejor.
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Mejor función cognitiva - Si alguna vez sientes que no te concentras, respirar por la nariz te puede ayudar. El óxido de nitrógeno que se produce en el conducto nasal cuando respiras por la nariz mejora la llegada de sangre al cerebro y, por lo tanto, la memoria, la concentración y la función cognitiva en general.
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Menor tensión arterial - El óxido de nitrógeno relaja los vasos sanguíneos y facilita el riego sanguíneo. Esto significa que el corazón sufre menos estrés, lo que puede reducir la tensión arterial. Esto, a su vez, se traduce en una mayor salud y felicidad.
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Menos estrés y ansiedad - Si te sientes sobrecogido, ¡respira hondo! Según un artículo de Harvard Health, respirar despacio y profundamente por la nariz activa el sistema nervioso parasimpático, la respuesta corporal de descanso, lo que reduce el estrés y la ansiedad.
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Mayores defensas - La nariz actúa como un filtro que atrapa el polvo, los alérgenos y los patógenos. Como decíamos antes, respirar por la nariz también produce óxido de nitrógeno que, al tener propiedades antimicrobianas, contribuye a las defensas.
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Regulación del peso corporal
- Respirar por la nariz puede jugar un papel en la regulación del peso corporal, ya que las respiraciones profundas y controladas fomentan la sensación de saciedad y pueden reducir la ingesta de calorías.
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Desarrollo facial
- Durante la infancia, respirar por la nariz favorece el correcto desarrollo de la mandíbula y los huesos faciales.
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Respirar por la boca
- Puede que necesites respirar por la boca si estás congestionado, tienes el tabique desviado o tus fosas nasales son muy pequeñas. Sin embargo, intenta recuperarte lo antes posible para poder volver a respirar por la nariz.
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Nariz vs. boca
- La nariz filtra, calienta y humedece el aire a medida que este pasa por la cavidad nasal, algo que no ocurre si respiramos por la boca.
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Problemas de salud: mal aliento
- A nadie le gusta tener mal aliento, pero si respiras por la boca en vez de por la nariz, es probable que ocurra. Esto se debe a que la boca se seca y, por lo tanto, empieza a oler mal.
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Apnea del sueño - Respirar por la nariz ayuda a mantener la presión y la resistencia de las vías respiratorias y disminuye la posibilidad de que estas colapsen y den pie a la apnea del sueño. Básicamente, promueve un flujo de oxígeno estable al dormir.
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Ronquidos - Respirar por la nariz favorece el correcto paso del aire y reduce la turbulencia en la garganta que suele provocar los ronquidos. Asimismo, contribuye a mantener los tejidos blandos de la boca y la garganta en el sitio adecuado, reduciendo las vibraciones que dan lugar a los ronquidos.
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Boca seca y caries
- Respirar por la nariz ayuda a retener humedad en la cavidad oral y evita que la boca se seque. De lo contrario, podrían generarse caries y bacterias. La producción de saliva es más estable cuando se respira por la nariz, algo clave para neutralizar los ácidos y proteger los dientes.
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Gingivitis
- Respirar por la nariz también ayuda a reducir el riesgo de gingivitis asociado con la sequedad bucal y el sobrecrecimiento bacteriano. Un correcto nivel de humedad puede ayudar a proteger las encías de la infección y la inflamación.
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Cefalea - Respirar por la nariz mejora la oxigenación y reduce el nivel de CO2, lo que puede prevenir el estrés y la vasodilatación que provocan los dolores de cabeza. Un mejor flujo de aire también hace que la oxigenación del cerebro sea más eficiente y equilibrada.
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Cansancio - Respirar eficientemente por la nariz mejora el intercambio de oxígeno y el funcionamiento general de los pulmones, aumentando los niveles de energía y reduciendo la fatiga. Respirar como es debido ayuda a mantener un suministro constante de oxígeno, mejorando el estado de alerta y disminuyendo el cansancio.
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Ejercicios para mejorar la respiración nasal
- A continuación veremos varios ejercicios respiratorios que puedes practicar en cualquier lado para entrenar tu cuerpo y sacarle el máximo partido a la respiración nasal.
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Respiración con los labios fruncidos
- Respirar con los labios fruncidos disminuye la frecuencia respiratoria, promoviendo un intercambio de oxígeno más eficaz y fomentando la respiración nasal. Esta técnica ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante más tiempo, facilitando el control y reduciendo la falta de aire.
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Respiración alternativa - Respirar alternando las fosas nasales puede mejorar el funcionamiento de los pulmones y equilibrar el sistema nervioso autónomo, favoreciendo la respiración nasal. Esta práctica puede mejorar la salud respiratoria y la claridad mental, ya que garantiza que ambas fosas nasales se utilicen de manera eficaz.
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Respiración Buteyko
- El método Buteyko consiste en aguantar la respiración tras exhalar y se centra en reducir la hiperventilación y mejorar la tolerancia al CO2. Esta técnica ayuda a reentrenar los patrones respiratorios para optimizar la entrada de oxígeno y reducir los problemas relacionados con la respiración.
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Respiración diafragmática - Como su propio nombre indica, la respiración diafragmática refuerza el diafragma y promueve una respiración nasal eficiente. Este método aumenta la oxigenación y la capacidad pulmonar, reduciendo la resiliencia a la respiración bucal superficial.
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Consejos para promover la respiración nasal
- Hay varios factores que pueden influir positivamente en la respiración nasal. Haz clic para descubrir cuáles son.
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Ten una buena postura - Una buena postura mejora el funcionamiento del diafragma y abre las vías respiratorias, facilitando la respiración nasal. Tener una correcta higiene postural te ayudará a mantener unos mecanismos respiratorios eficaces y a reducir la tendencia a respirar por la boca.
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Bebe agua
- La hidratación es importante, ya que mantiene los conductos nasales húmedos y reduce la congestión, facilitando la respiración. Beber suficiente agua ayuda a mantener la salud de las membranas mucosas y garantiza que el aire pase sin obstrucción.
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Evita los alérgenos y agentes irritantes - Minimizar la exposición a los alérgenos y agentes irritantes ayuda a reducir la congestión nasal y la inflamación. Mantener el entorno libre de cosas como el polvo, el polen y el humo ayuda a que los conductos nasales estén más sanos y a seguir unos mejores patrones al respirar.
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Usa un humificador
- Como su propio nombre indica, los humificadores humedecen el aire y previenen la congestión y la sequedad nasal que pueden hacer que respiremos por la boca. Un entorno húmedo ayuda a que el aire fluya mejor y a que nos sintamos más cómodos en general. Fuentes: (NIH) (Healthline) (Harvard Health) (Winchester Dental) (Evergreen Life) No te pierdas: Pulmones: ¿Qué hacen y qué puede ir mal?
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Beneficios: mayor entrada de oxígeno - La nariz produce óxido de nitrógeno, un gas que mejora la entrada de oxígeno en el organismo. Esto se debe a que actúa como un vasodilatador, lo que significa que expande los vasos sanguíneos. Esto, a su vez, facilita la circulación, llevando más oxígeno a cada rincón de nuestro cuerpo.
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Descanso de mayor calidad
- Respirar por la nariz fomenta una respiración más profunda y diafragmática que favorece la relajación y el descanso de calidad. Asimismo, el flujo de aire nasal ayuda a regular la tensión arterial y disminuye los ronquidos, contribuyendo a que duermas mejor.
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Mejor función cognitiva - Si alguna vez sientes que no te concentras, respirar por la nariz te puede ayudar. El óxido de nitrógeno que se produce en el conducto nasal cuando respiras por la nariz mejora la llegada de sangre al cerebro y, por lo tanto, la memoria, la concentración y la función cognitiva en general.
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Menor tensión arterial - El óxido de nitrógeno relaja los vasos sanguíneos y facilita el riego sanguíneo. Esto significa que el corazón sufre menos estrés, lo que puede reducir la tensión arterial. Esto, a su vez, se traduce en una mayor salud y felicidad.
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Menos estrés y ansiedad - Si te sientes sobrecogido, ¡respira hondo! Según un artículo de Harvard Health, respirar despacio y profundamente por la nariz activa el sistema nervioso parasimpático, la respuesta corporal de descanso, lo que reduce el estrés y la ansiedad.
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Mayores defensas - La nariz actúa como un filtro que atrapa el polvo, los alérgenos y los patógenos. Como decíamos antes, respirar por la nariz también produce óxido de nitrógeno que, al tener propiedades antimicrobianas, contribuye a las defensas.
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Regulación del peso corporal
- Respirar por la nariz puede jugar un papel en la regulación del peso corporal, ya que las respiraciones profundas y controladas fomentan la sensación de saciedad y pueden reducir la ingesta de calorías.
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Desarrollo facial
- Durante la infancia, respirar por la nariz favorece el correcto desarrollo de la mandíbula y los huesos faciales.
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Respirar por la boca
- Puede que necesites respirar por la boca si estás congestionado, tienes el tabique desviado o tus fosas nasales son muy pequeñas. Sin embargo, intenta recuperarte lo antes posible para poder volver a respirar por la nariz.
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Nariz vs. boca
- La nariz filtra, calienta y humedece el aire a medida que este pasa por la cavidad nasal, algo que no ocurre si respiramos por la boca.
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Problemas de salud: mal aliento
- A nadie le gusta tener mal aliento, pero si respiras por la boca en vez de por la nariz, es probable que ocurra. Esto se debe a que la boca se seca y, por lo tanto, empieza a oler mal.
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Apnea del sueño - Respirar por la nariz ayuda a mantener la presión y la resistencia de las vías respiratorias y disminuye la posibilidad de que estas colapsen y den pie a la apnea del sueño. Básicamente, promueve un flujo de oxígeno estable al dormir.
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Ronquidos - Respirar por la nariz favorece el correcto paso del aire y reduce la turbulencia en la garganta que suele provocar los ronquidos. Asimismo, contribuye a mantener los tejidos blandos de la boca y la garganta en el sitio adecuado, reduciendo las vibraciones que dan lugar a los ronquidos.
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Boca seca y caries
- Respirar por la nariz ayuda a retener humedad en la cavidad oral y evita que la boca se seque. De lo contrario, podrían generarse caries y bacterias. La producción de saliva es más estable cuando se respira por la nariz, algo clave para neutralizar los ácidos y proteger los dientes.
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Gingivitis
- Respirar por la nariz también ayuda a reducir el riesgo de gingivitis asociado con la sequedad bucal y el sobrecrecimiento bacteriano. Un correcto nivel de humedad puede ayudar a proteger las encías de la infección y la inflamación.
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Cefalea - Respirar por la nariz mejora la oxigenación y reduce el nivel de CO2, lo que puede prevenir el estrés y la vasodilatación que provocan los dolores de cabeza. Un mejor flujo de aire también hace que la oxigenación del cerebro sea más eficiente y equilibrada.
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Cansancio - Respirar eficientemente por la nariz mejora el intercambio de oxígeno y el funcionamiento general de los pulmones, aumentando los niveles de energía y reduciendo la fatiga. Respirar como es debido ayuda a mantener un suministro constante de oxígeno, mejorando el estado de alerta y disminuyendo el cansancio.
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Ejercicios para mejorar la respiración nasal
- A continuación veremos varios ejercicios respiratorios que puedes practicar en cualquier lado para entrenar tu cuerpo y sacarle el máximo partido a la respiración nasal.
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Respiración con los labios fruncidos
- Respirar con los labios fruncidos disminuye la frecuencia respiratoria, promoviendo un intercambio de oxígeno más eficaz y fomentando la respiración nasal. Esta técnica ayuda a mantener las vías respiratorias abiertas durante más tiempo, facilitando el control y reduciendo la falta de aire.
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Respiración alternativa - Respirar alternando las fosas nasales puede mejorar el funcionamiento de los pulmones y equilibrar el sistema nervioso autónomo, favoreciendo la respiración nasal. Esta práctica puede mejorar la salud respiratoria y la claridad mental, ya que garantiza que ambas fosas nasales se utilicen de manera eficaz.
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Respiración Buteyko
- El método Buteyko consiste en aguantar la respiración tras exhalar y se centra en reducir la hiperventilación y mejorar la tolerancia al CO2. Esta técnica ayuda a reentrenar los patrones respiratorios para optimizar la entrada de oxígeno y reducir los problemas relacionados con la respiración.
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Respiración diafragmática - Como su propio nombre indica, la respiración diafragmática refuerza el diafragma y promueve una respiración nasal eficiente. Este método aumenta la oxigenación y la capacidad pulmonar, reduciendo la resiliencia a la respiración bucal superficial.
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Consejos para promover la respiración nasal
- Hay varios factores que pueden influir positivamente en la respiración nasal. Haz clic para descubrir cuáles son.
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- La hidratación es importante, ya que mantiene los conductos nasales húmedos y reduce la congestión, facilitando la respiración. Beber suficiente agua ayuda a mantener la salud de las membranas mucosas y garantiza que el aire pase sin obstrucción.
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Usa un humificador
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Consejos para corregir hábitos de respiración incorrectos
Así te cambia la vida respirar por la nariz
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Nuestra respiración influye enormemente en nuestra salud física y mental. Respiramos a todas horas, por lo que es importante que nos cercioremos de estar haciéndolo bien. Hacerlo por la boca puede tener un efecto negativo en nuestro bienestar, mientras que hacerlo por la nariz nos aporta muchos beneficios. Aunque para algunos parezca algo obvio, aprender a respirar como es debido y hacerlo de manera consciente puede ser de lo más revelador. Si quieres saber más, ya sabes: ¡haz clic para seguir leyendo!
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