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¿A qué renunció? -

Hoy en día se la conoce como Catalina, princesa de Gales, pero para llegar a ostentar este título, Kate Middleton tuvo que renunciar a muchas cosas. ¿Qué es lo que ya no puede hacer?

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Nada de autógrafos -

Si bien puede posar para las fotos, la princesa de Gales tiene prohibido firmar autógrafos. El objetivo de esta regla es evitar que alguien pueda falsificar documentos en nombre de los miembros de la familia real británica.

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No puede cobrar por su trabajo -

Catalina tampoco puede cobrar por los trabajos que haga.

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No puede cobrar por su trabajo -

Por ejemplo, no podría vender las fotografías que sacase. Estas se publicarían a través de la familia real, por lo que no podría cobrar por ellas.

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No puede expresar su opinión política -

Ningún miembro de la familia real puede expresar o compartir su opinión política, lo que también se aplica a Catalina.

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No puede votar -

Y es más, ¡no tiene derecho a votar!

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Se supone que no puede sacarse selfis -

Según el protocolo, los miembros de la casa real no deberían sacarse selfis. Guillermo y Catalina, sin embargo, suelen saltarse esta regla, por lo que no es raro ver a la princesa de Gales sacándose fotos con sus admiradores.

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Nada de redes sociales -

Los miembros de la Corona tampoco pueden tener redes sociales personales de ningún tipo.

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La cuenta de la familia real -

Las publicaciones individuales se suben a una cuenta oficial gestionada por el personal de relaciones públicas de palacio.

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No puede viajar sin un conjunto negro -

La princesa de Gales, al igual que el resto de miembros de la Corona, debe viajar con un conjunto negro por si alguien de la familia real muere mientras ella está fuera del país. Cuando Jorge VI murió, Isabel II se encontraba en Kenia sin prendas adecuadas para la ocasión, de ahí que surgiese esta regla.

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Nada de marisco -

Aunque Catalina puede comer prácticamente de todo, tanto ella como el resto de miembros de la familia real no tienen permitido comer marisco.

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No puede comer cosas como ostras y mejillones -

Esto se debe a que el riesgo de intoxicación alimentaria es demasiado alto.

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Tampoco come fuagrás -

Asimismo, ni ella ni ningún otro miembro de la Corona tienen permitido comer fuagrás después de que Carlos III lo prohibiese por motivos de bienestar animal.

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Los desconocidos no pueden tocarla -

Técnicamente, nadie puede tocar a la princesa de Gales o cualquier otro miembro de la familia real. Catalina, sin embargo, tiene la costumbre de darle la mano a los desconocidos, aunque los gestos más efusivos como los abrazos quedan totalmente descartados.

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Nada de pintauñas llamativos -

Si bien su sentido de la moda es impecable, no está bien visto que la princesa de Gales se pinte las uñas de negro o colores llamativos. Por lo general, suele llevarlas arregladas con tonos suaves, pero no hay reglas concretas que deba seguir al respecto.

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No puede vestir pieles -

Toda la familia real británica está en contra de la crueldad con los animales. Por lo tanto, ninguno de ellos viste pieles. Si Catalina se pusiese algo de cuero, solo podría hacerlo en caso de que los animales no hayan sido sacrificados.

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Ni ropa provocativa -

Como princesa de Gales, se espera que Catalina vista de forma modesta y, en ocasiones, recatada. Las prendas provocativas o llamativas están totalmente descartadas. ¡Pero eso no le impide ir siempre impecable!

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Debe respetar la norma de "parar de comer" -

Según el protocolo real, Catalina y el resto de miembros de la Corona deben parar de comer cuando Carlos III lo haga, ya sea durante un banquete de Estado o una fiesta privada.

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No puede ser demasiado efusiva con las muestras de afecto -

Aunque millones de personas fueron testigo de ese ansiado beso en el balcón, las muestras públicas de afecto de Catalina con su marido se limitan a un sencillo beso en la mejilla en la actualidad.

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Un besito en la mejilla y nada más -

Cualquier otra muestra de afecto está mal vista a ojos de palacio. Por suerte, los besos en la mejilla siguen estando permitidos.

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Té con etiqueta -

No sabemos a ciencia cierta cómo bebe té Catalina, pero el protocolo de la casa real indica que esta bebida debe tomarse sujetando el asa por arriba con el índice y el pulgar y colocando el dedo corazón por debajo de la taza. El meñique, por su parte, debe quedar totalmente escondido dentro de la palma de la mano.

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No puede decir que va al baño -

Los miembros de la familia real jamás comunican su intención de ir al baño, por muy obvia que sea.

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De hecho, ni siquiera puede usar la palabra "baño" -

De hecho, para mantener una imagen elegante, las palabras como "baño", "sofá" o "salón" (básicamente, las descripciones "comunes" de los objetos y servicios) no deben formar parte del vocabulario de la familia real.

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No puede jugar al Monopoly -

Aunque Catalina siempre ha tenido una vena deportiva, hay un juego en el que no puede participar: ¡el Monopoly!

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No puede jugar al Monopoly -

Según la revista Hello!, los miembros de la familia real tienen prohibido jugar al Monopoly por orden de la difunta Isabel II, quien consideró que "se volvía un vicio".

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No puede irse a la cama cuando le apetece -

En su día, Diana (la anterior princesa de Gales) no tenía permitido irse a la cama antes que Su Majestad. No obstante, ahora que Carlos es rey y que tanto Guillermo como Catalina son el rostro de una monarquía moderna, puede que esto no siga siendo así.

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No puede viajar en el mismo medio de transporte que Guillermo -

Los altos cargos de la familia real no pueden viajar juntos en el mismo avión, barco o tren para evitar que los potenciales herederos al trono mueran juntos.

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Y esa no es la única restricción -

Es impensable que Catalina viaje con su marido y suegro a la vez. Sin embargo, los príncipes de Gales han viajado juntos en el pasado, una vez incluso con el príncipe Jorge. Según la revista Cosmopolitan, sin embargo, Jorge no podrá volar con Guillermo tras cumplir los 12 años.

Fuentes: (Harper's Bazaar) (Hello!) (Cosmopolitan)

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