Comienza por hacer una lista de tus intereses, habilidades y títulos. Si sientes que estás bastante perdido, este ejercicio te ayudará.
Por ejemplo, si tienes una licenciatura en Comunicación y te gusta hablar en público, puede que te interese dedicarte a las relaciones públicas.
Si ya estás trabajando y te gustaría cambiar de rumbo, puedes empezar por hacer una lista de lo que te gusta y lo que no de tu empleo actual.
Esto te ayudará a identificar qué es lo que necesitas de tu nuevo trabajo. Por ejemplo, si el actual te obliga a echar más horas que un reloj, deberías apostar por un empleo que te ofrezca un mayor equilibrio entre tu vida privada y profesional.
Puede que tus intereses vayan más allá del sector para el que trabajas en la actualidad (o para el que imaginabas que trabajarías).
¿Por qué no haces una lista de todos los sectores que te inspiran e interesan? Puede que te sorprendas a ti mismo y que acabes ampliando tus horizontes.
Asimismo, puede que también te convenga hacer una lista con las 10 principales empresas para las que te gustaría trabajar. Una vez la tengas, apunta las razones por las que te llaman la atención.
Este ejercicio te ayudará a definir tus objetivos y a entender qué es lo que más te importa en cuanto a salario, visión y valores empresariales, etc.
Puede que te sea útil pedirle ayuda a un mentor (o a dos) que se dedique a tu área de interés. Los mentores pueden ofrecerte consejo y guiarte en tu nuevo camino.
Si quieres encontrar un mentor, pero no sabes dónde buscar, prueba a ponerte en contacto con profesionales a través de una red social de trabajo (p. ej. LinkedIn).
Si no estás buscando nada en particular en cuanto a puesto, empresa, sector, etc., puede que tener trabajos temporales te ayude a decidirte.
El trabajo temporal te permitirá probar diferentes empleos y ver qué es lo que te gusta y lo que no. Asimismo, te ayudará a tener más claro qué es lo que buscas de tu trayectoria profesional.
Si tienes claro qué puesto quieres, haz una lista de varios cargos similares que puedes usar a la hora de buscar empleo.
Ten en cuenta que un mismo trabajo puede tener diferentes nombres. Una vez tengas hecha la lista, programa alertas en varias páginas de búsqueda de empleo para recibir una notificación en cuanto se publique una nueva oferta.
A algunas personas les resulta útil hacer un test de personalidad como el indicador Myers-Briggs. Estos análisis pueden proporcionarte una serie de opciones laborales basadas en tu forma de ser.
Si haces el indicador Myers-Briggs y te sale que eres del tipo INFP, por ejemplo, puede que se te dé bien trabajar como profesor o escritor.
Si tienes claro qué puesto quieres y para qué empresa te gustaría trabajar, no esperes a que salga una oferta. Sé proactivo y envía una solicitud espontánea.
Nunca sabes qué puede ocurrir si envías tu currículo y una carta de presentación a recursos humanos. Como se suele decir, ¡el "no" ya lo tienes!
Si decides que es momento de cambiar de rumbo o convertir tu afición en un trabajo, puede que te convenga hacer un curso o apuntarte a un club para entender qué habilidades necesitas exactamente.
Por ejemplo, si te gusta hacer deporte y crees que tienes madera de entrenador personal, apúntate a unas clases primero para ver qué es lo que tendrías que hacer exactamente.
Independientemente de tu edad o experiencia laboral, las prácticas son una gran forma de conocer más de cerca el sector que te interesa. Básicamente, te ayudan a hacerte una mejor idea de cómo funcionan las cosas sin comprometerte.
Por ejemplo, si te interesa formarte en desarrollo de software pero no sabes si invertir en un curso, ¿por qué no haces unas prácticas primero?
Una opción que la gente a menudo pasa por alto es cambiar de departamento dentro de la misma empresa.
Algunas empresas se muestran más receptivas que otras a esta posibilidad, pero si te gusta el lugar en el que estás y solo quieres un cambio de funciones, podrías hablar con recursos humanos y ver qué vacantes hay disponibles.
Si estás buscando el trabajo de tus sueños, no tengas miedo a rechazar las ofertas que no encajen con tu visión.
Por ejemplo, puede que recibas una oferta con un gran salario y que te quede cerca de casa, pero si el trabajo no te apasiona, puedes decidir rechazarla.
Si no estás seguro de por dónde empezar, un asesor puede echarte un cable. Ten en cuenta que es su trabajo orientar a las personas en la dirección correcta.
Un asesor laboral podrá ayudarte a identificar tus puntos fuertes y débiles y a trazar un plan para lograr tus objetivos.
Por último (pero no por ello menos importante), ¡no pierdas la esperanza! Lograr el trabajo de tus sueños no es fácil y requiere tiempo. Algunas personas tardan años en llegar a donde quieren estar.
Es importante que no pierdas la fe y que te mantengas firme en tu búsqueda. Una vez tengas claro qué es lo que quieres, manda solicitudes con frecuencia para aumentar tus posibilidades de lograr tu objetivo.
Fuentes: (Indeed)
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Te damos trucos para encontrar el trabajo de tus sueños
ESTILO DE VIDA Trabajo
Tanto si estás dando tus primeros pasos en el mundo laboral como si estás buscando un cambio de trayectoria, encontrar el camino correcto puede ser una experiencia desmoralizante. ¡Hay tantas opciones que muchas veces es difícil decantarse por una! Por suerte, hay ciertas cosas que puedes hacer y personas con las que puedes hablar si no sabes por dónde tirar. Además, estás de enhorabuena: si buscabas consejos, ¡has venido al sitio adecuado! Haz clic para descubrirlos todos.