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1. Tenían cambios bruscos de humor
- Todos tenemos días mejores y peores, pero si los cambios de humor de tus padres te hacían medir tus palabras por miedo a molestarles, entonces estabas sufriendo abuso emocional. ¿Te sentías nervioso por cómo podían reaccionar, incluso si al final no pasaba nada?
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1. Tenían cambios bruscos de humor
- Este tipo de miedo hace que los niveles de estrés de los niños se disparen. Una sensación de estrés permanente a una edad muy temprana puede alterar el cuerpo y el cerebro de los infantes, llegando incluso a tener repercusiones en su salud a largo plazo.
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2. Eran excesivamente críticos
- Los padres a veces se pasan de exigentes y se centran solo en lo malo. Si tienes una vocecita interior extremadamente crítica que se asemeja bastante a la de tu padre o madre, entonces quiere decir que solían pasarse de la raya.
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2. Eran excesivamente críticos
- Los niños tienden a internalizar este tipo de comentarios negativos, lo que les provoca inseguridad y problemas de autoestima. Los adultos que sufrieron abuso emocional en la infancia suelen ser muy duros consigo mismos.
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3. No tenían en cuenta tus sentimientos
- Poder hablar de lo que sentimos es esencial en cualquier momento de la vida. Por eso resulta tan doloroso querer expresar nuestras emociones y que estas no se tengan en cuenta, sobre todo cuando eres pequeño.
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3. No tenían en cuenta tus sentimientos
- Un ejemplo de esto es cuando los niños se enfadan o entristecen y los padres lo toman como una exageración. Una forma extrema de este comportamiento es considerar que las autolesiones son una manera de llamar la atención.
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4. Eran pasivo-agresivos
- La pasivo agresividad consiste en enmascarar lo que de verdad sientes, a veces sin darte cuenta, y expresarlo mediante indirectas. Un padre pasivo-agresivo con sus hijos puede hacerles creer que está contento, pero en realidad no les transmite cariño y afecto.
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4. Eran pasivo-agresivos
- Esta es una forma de abuso emocional más encubierta. Puede ser difícil y confuso para el niño, que no entenderá del todo la situación, pero aun así percibirá la falta de afecto por parte del progenitor.
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5. Se dejaban llevar a menudo por la ansiedad
- Un padre al que le cuesta gestionar su propia ansiedad a menudo se la transmitirá a su hijo. A los niños les cuesta percibir la inestabilidad en sus cuidadores, especialmente cuando les piden ayuda directamente y estos no saben cómo ofrecerla.
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5. Se dejaban llevar a menudo por la ansiedad
- Esta es una situación muy estresante para el infante, que acaba por desarrollar unos altos niveles de estrés. El aumento del cortisol puede tener efectos a largo plazo, lo que a su vez puede ocasionarle problemas de salud en el futuro.
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6. Te hacían chantaje emocional - Cuando somos mayores, nos es más fácil identificar cuándo alguien nos está intentando hacer sentir mal para que hagamos algo. ¿Tus padres solían hacer esto? Una forma muy habitual de manipulación es decir cosas como "te he dado todo y mira cómo me tratas".
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7. No te hablaban
- Que tus padres no te dirijan la palabra es una experiencia horrible, además de una forma muy poco saludable de lidiar con los problemas. Si tus padres solían cerrarse en banda e ignorarte cuando se enfadaban contigo, entonces estaban siendo emocionalmente abusivos.
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7. No te hablaban
- Esta actitud esquiva es lo que hoy en día se considera una "red flag" en las relaciones románticas, pero los niños también sufren por ello. Sienten que se quedan sin opciones, lo que les lleva a querer ganarse el favor de sus padres desesperadamente para que todo vuelva a la normalidad.
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8. No te prestaban atención
- Un padre ausente es una cosa, pero un padre presente y emocionalmente inaccesible es otra muy distinta. Igual pasaba mucho tiempo al teléfono, en la oficina o incluso consumiendo drogas y alcohol, lo que resulta muy doloroso para el niño.
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8. No te prestaban atención - Si esto es algo que solías experimentar con frecuencia cuando eras pequeño, puede que ahora te cueste relacionarte con otras personas o que te sientas desligado de la realidad.
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9. Se metían demasiado en tu vida
- Luego está el extremo contrario. De la misma forma que duele que te ignoren, que te sobreprotejan puede ser igual de tóxico. Los niños necesitan su propio espacio y privacidad para poder establecer límites saludables.
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9. Se metían demasiado en tu vida
- Leer el diario de los hijos, controlar sus correos, fisgonear sus redes sociales, meterse en sus conversaciones... Todo esto son formas de abuso que no permiten que los niños tengan el espacio mental y emocional que necesitan.
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¿Qué consecuencias puede tener esto en el futuro?
- Estas son varias formas de abuso emocional que puede que tus padres hayan utilizado en el pasado. Ahora, veamos cómo te han podido afectar en tu vida adulta.
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10. Te culpas por el mal comportamiento de los otros
- Si de pequeño aprendiste que tenías que soportar el mal humor de los demás para sobrevivir, es probable que hayas trasladado esa mentalidad a tus relaciones actuales. Quienes han sufrido maltrato psicológico en la infancia tienden a culparse del mal comportamiento de los otros.
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11. Tienes un comportamiento autodestructivo
- Las víctimas de maltrato psicológico a menudo exhiben tendencias autodestructivas, desde consumir drogas y alcohol hasta tener relaciones sexuales sin protección. Todas ellas son formas de lidiar con el dolor que sienten ante la falta de recursos que les permitan gestionar lo que sienten.
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11. Tienes un comportamiento autodestructivo
- Es importante señalar que quienes tienen este tipo de comportamientos no necesariamente han sido víctimas de abuso en la infancia. No obstante, es una de las posibles causas.
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12. Les guardas rencor
- ¿Sientes una hostilidad inexplicable hacia tus padres? A veces las personas no consideran que hayan sido víctimas de abuso emocional por parte de sus progenitores, pero se sienten resentidos cuando piensan o hablan de ellos.
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12. Les guardas rencor - Esta es una señal de que tienen sentimientos negativos hacia sus padres, sea cual sea la razón. Puede que se deba a algún acontecimiento del pasado del que no se acuerdan o a que quizás aún no se atreven a denominarse víctimas de abuso.
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13. Aún temes cómo pueden reaccionar
- Si sientes miedo o ansiedad al pensar en cómo tus padres van a reaccionar ante tus decisiones, puede que se deba a las críticas exacerbadas que te hacían de pequeño.
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13. Aún temes cómo pueden reaccionar - Cuando un padre es extremadamente exigente con sus hijos, a menudo hace que estos se sientan ansiosos a la hora de tomar decisiones. Es una clara señal de toxicidad en la relación.
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Te sientes responsable de tu pareja
- Cuando tenemos una relación tóxica con nuestros padres, a menudo trasladamos ese bagaje emocional a nuestras relaciones románticas. Los hijos de padres a los que les costaba gestionar sus emociones a menudo adoptan el rol de cuidador y empiezan a responsabilizarse por los sentimientos de sus parejas.
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Te sientes responsable de tu pareja
- Esto es algo que puede tener terribles consecuencias. Algunos de los signos más comunes incluyen sentirse culpable por cosas que no has hecho o pedir perdón cuando no lo sientes solo porque quieres acabar con el problema.
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Tienes una relación tóxica
- Por desgracia, el maltrato genera maltrato. Si creciste en un hogar donde el abuso estaba a la orden del día, es probable que te parezca algo normal en tus relaciones románticas y que tiendas a juntarte con personas que te recuerden a tus padres, para bien o para mal.
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El ciclo del abuso
- La familiaridad es un arma de doble filo, ya que si nos hemos acostumbrado al maltrato, es muy fácil que acabemos teniendo una relación tóxica.
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Cómo darse cuenta
- Muchas personas no son conscientes de que han crecido en un ambiente abusivo hasta que se hacen mayores y se fijan en las dinámicas familiares de sus amigos y parejas. Es en ese momento cuando se dan cuenta de que lo que han vivido no era necesariamente "normal".
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Todo el mundo merece apoyo
- Si te ves reflejado en lo que has leído y crees que algunas de estas experiencias te están afectando en la actualidad, lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda profesional. Abordar estos problemas te ayudará a mejorar tanto tu vida como tus relaciones. Fuentes: (Counselling Directory) (Bustle) (Good Therapy) Ver también: ¿Por qué la gente no va al psicólogo cuando lo necesita?
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1. Tenían cambios bruscos de humor
- Todos tenemos días mejores y peores, pero si los cambios de humor de tus padres te hacían medir tus palabras por miedo a molestarles, entonces estabas sufriendo abuso emocional. ¿Te sentías nervioso por cómo podían reaccionar, incluso si al final no pasaba nada?
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1. Tenían cambios bruscos de humor
- Este tipo de miedo hace que los niveles de estrés de los niños se disparen. Una sensación de estrés permanente a una edad muy temprana puede alterar el cuerpo y el cerebro de los infantes, llegando incluso a tener repercusiones en su salud a largo plazo.
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2. Eran excesivamente críticos
- Los padres a veces se pasan de exigentes y se centran solo en lo malo. Si tienes una vocecita interior extremadamente crítica que se asemeja bastante a la de tu padre o madre, entonces quiere decir que solían pasarse de la raya.
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2. Eran excesivamente críticos
- Los niños tienden a internalizar este tipo de comentarios negativos, lo que les provoca inseguridad y problemas de autoestima. Los adultos que sufrieron abuso emocional en la infancia suelen ser muy duros consigo mismos.
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3. No tenían en cuenta tus sentimientos
- Poder hablar de lo que sentimos es esencial en cualquier momento de la vida. Por eso resulta tan doloroso querer expresar nuestras emociones y que estas no se tengan en cuenta, sobre todo cuando eres pequeño.
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3. No tenían en cuenta tus sentimientos
- Un ejemplo de esto es cuando los niños se enfadan o entristecen y los padres lo toman como una exageración. Una forma extrema de este comportamiento es considerar que las autolesiones son una manera de llamar la atención.
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4. Eran pasivo-agresivos
- La pasivo agresividad consiste en enmascarar lo que de verdad sientes, a veces sin darte cuenta, y expresarlo mediante indirectas. Un padre pasivo-agresivo con sus hijos puede hacerles creer que está contento, pero en realidad no les transmite cariño y afecto.
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4. Eran pasivo-agresivos
- Esta es una forma de abuso emocional más encubierta. Puede ser difícil y confuso para el niño, que no entenderá del todo la situación, pero aun así percibirá la falta de afecto por parte del progenitor.
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5. Se dejaban llevar a menudo por la ansiedad
- Un padre al que le cuesta gestionar su propia ansiedad a menudo se la transmitirá a su hijo. A los niños les cuesta percibir la inestabilidad en sus cuidadores, especialmente cuando les piden ayuda directamente y estos no saben cómo ofrecerla.
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5. Se dejaban llevar a menudo por la ansiedad
- Esta es una situación muy estresante para el infante, que acaba por desarrollar unos altos niveles de estrés. El aumento del cortisol puede tener efectos a largo plazo, lo que a su vez puede ocasionarle problemas de salud en el futuro.
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6. Te hacían chantaje emocional - Cuando somos mayores, nos es más fácil identificar cuándo alguien nos está intentando hacer sentir mal para que hagamos algo. ¿Tus padres solían hacer esto? Una forma muy habitual de manipulación es decir cosas como "te he dado todo y mira cómo me tratas".
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7. No te hablaban
- Que tus padres no te dirijan la palabra es una experiencia horrible, además de una forma muy poco saludable de lidiar con los problemas. Si tus padres solían cerrarse en banda e ignorarte cuando se enfadaban contigo, entonces estaban siendo emocionalmente abusivos.
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7. No te hablaban
- Esta actitud esquiva es lo que hoy en día se considera una "red flag" en las relaciones románticas, pero los niños también sufren por ello. Sienten que se quedan sin opciones, lo que les lleva a querer ganarse el favor de sus padres desesperadamente para que todo vuelva a la normalidad.
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8. No te prestaban atención
- Un padre ausente es una cosa, pero un padre presente y emocionalmente inaccesible es otra muy distinta. Igual pasaba mucho tiempo al teléfono, en la oficina o incluso consumiendo drogas y alcohol, lo que resulta muy doloroso para el niño.
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8. No te prestaban atención - Si esto es algo que solías experimentar con frecuencia cuando eras pequeño, puede que ahora te cueste relacionarte con otras personas o que te sientas desligado de la realidad.
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9. Se metían demasiado en tu vida
- Luego está el extremo contrario. De la misma forma que duele que te ignoren, que te sobreprotejan puede ser igual de tóxico. Los niños necesitan su propio espacio y privacidad para poder establecer límites saludables.
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9. Se metían demasiado en tu vida
- Leer el diario de los hijos, controlar sus correos, fisgonear sus redes sociales, meterse en sus conversaciones... Todo esto son formas de abuso que no permiten que los niños tengan el espacio mental y emocional que necesitan.
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¿Qué consecuencias puede tener esto en el futuro?
- Estas son varias formas de abuso emocional que puede que tus padres hayan utilizado en el pasado. Ahora, veamos cómo te han podido afectar en tu vida adulta.
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10. Te culpas por el mal comportamiento de los otros
- Si de pequeño aprendiste que tenías que soportar el mal humor de los demás para sobrevivir, es probable que hayas trasladado esa mentalidad a tus relaciones actuales. Quienes han sufrido maltrato psicológico en la infancia tienden a culparse del mal comportamiento de los otros.
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11. Tienes un comportamiento autodestructivo
- Las víctimas de maltrato psicológico a menudo exhiben tendencias autodestructivas, desde consumir drogas y alcohol hasta tener relaciones sexuales sin protección. Todas ellas son formas de lidiar con el dolor que sienten ante la falta de recursos que les permitan gestionar lo que sienten.
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11. Tienes un comportamiento autodestructivo
- Es importante señalar que quienes tienen este tipo de comportamientos no necesariamente han sido víctimas de abuso en la infancia. No obstante, es una de las posibles causas.
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12. Les guardas rencor
- ¿Sientes una hostilidad inexplicable hacia tus padres? A veces las personas no consideran que hayan sido víctimas de abuso emocional por parte de sus progenitores, pero se sienten resentidos cuando piensan o hablan de ellos.
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12. Les guardas rencor - Esta es una señal de que tienen sentimientos negativos hacia sus padres, sea cual sea la razón. Puede que se deba a algún acontecimiento del pasado del que no se acuerdan o a que quizás aún no se atreven a denominarse víctimas de abuso.
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13. Aún temes cómo pueden reaccionar
- Si sientes miedo o ansiedad al pensar en cómo tus padres van a reaccionar ante tus decisiones, puede que se deba a las críticas exacerbadas que te hacían de pequeño.
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13. Aún temes cómo pueden reaccionar - Cuando un padre es extremadamente exigente con sus hijos, a menudo hace que estos se sientan ansiosos a la hora de tomar decisiones. Es una clara señal de toxicidad en la relación.
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Te sientes responsable de tu pareja
- Cuando tenemos una relación tóxica con nuestros padres, a menudo trasladamos ese bagaje emocional a nuestras relaciones románticas. Los hijos de padres a los que les costaba gestionar sus emociones a menudo adoptan el rol de cuidador y empiezan a responsabilizarse por los sentimientos de sus parejas.
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Te sientes responsable de tu pareja
- Esto es algo que puede tener terribles consecuencias. Algunos de los signos más comunes incluyen sentirse culpable por cosas que no has hecho o pedir perdón cuando no lo sientes solo porque quieres acabar con el problema.
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Tienes una relación tóxica
- Por desgracia, el maltrato genera maltrato. Si creciste en un hogar donde el abuso estaba a la orden del día, es probable que te parezca algo normal en tus relaciones románticas y que tiendas a juntarte con personas que te recuerden a tus padres, para bien o para mal.
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El ciclo del abuso
- La familiaridad es un arma de doble filo, ya que si nos hemos acostumbrado al maltrato, es muy fácil que acabemos teniendo una relación tóxica.
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Cómo darse cuenta
- Muchas personas no son conscientes de que han crecido en un ambiente abusivo hasta que se hacen mayores y se fijan en las dinámicas familiares de sus amigos y parejas. Es en ese momento cuando se dan cuenta de que lo que han vivido no era necesariamente "normal".
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Todo el mundo merece apoyo
- Si te ves reflejado en lo que has leído y crees que algunas de estas experiencias te están afectando en la actualidad, lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda profesional. Abordar estos problemas te ayudará a mejorar tanto tu vida como tus relaciones. Fuentes: (Counselling Directory) (Bustle) (Good Therapy) Ver también: ¿Por qué la gente no va al psicólogo cuando lo necesita?
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Cómo identificar el impacto del abuso emocional en la infancia
La línea que separa una relación saludable de una tóxica es más fina de lo que crees
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La perspectiva de los niños suele estar edulcorada por el amor incondicional y la aceptación inocente de lo que consideran "normal" en sus vidas. Esto puede hacer que no sepan reconocer las señales del abuso emocional hasta que ya son mayores. De pequeños somos tan impresionables que, inevitablemente, los defectos de nuestros padres nos dejan huella y pueden llegar a repercutir en nuestras relaciones personales cuando nos volvemos adultos. Si quieres saber cuáles son algunos de los comportamientos abusivos más habituales en la infancia y cómo estos te pueden haber afectado, ¡sigue leyendo!
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