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El estado de la cuestión
- En los Estados Unidos, la mayoría de familias comen juntas solo una vez entre semana. A esto hay que añadirle que uno de cada cuatro estadounidenses consume comida rápida al menos una vez todos los días y que el estadounidense promedio también hace una de las cinco comidas diarias en el auto.
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¿Cómo afecta esto a nuestra salud? - Estos hábitos preocupantes son cada vez más comunes en todos los países y su repercusión negativa en nuestra salud física y mental ha quedado más que demostrada.
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¿Cómo afecta a los niños?
- Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos apunta que los estudiantes que no comen regularmente con sus padres son más propensos a no ir a clase. Otro sondeo ha demostrado que los niños que no comen en familia faltan a clase el doble que los que sí lo hacen.
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Problemas de peso - En lo que a salud física se refiere, los niños que no comen acompañados de sus padres al menos dos veces a la semana son un 40% más propensos a desarrollar sobrepeso.
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Salud mental
- Y eso no es todo: los niños que comen con sus padres cinco o más veces a la semana exhiben hábitos alimenticios más saludables, tienen menos problemas con las drogas y el alcohol, rinden mejor en clase y tienen una relación más estrecha con sus progenitores.
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Es beneficioso para todas las edades
- Las ventajas físicas y mentales de comer acompañado son infinitas y, aunque muchas de ellas son especialmente beneficiosas para los niños, en realidad se aplican a cualquier persona, independientemente de su edad. Haz clic en la siguiente diapositiva para descubrir las principales razones por las que deberías sentarte a la mesa con tus amigos o familiares.
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1. Mejores hábitos alimenticios para los niños
- Se ha demostrado que comer con la familia ayuda a llevar una mejor alimentación en general, sobre todo en el caso de los adolescentes. Si estos comen solos, tienden a recurrir a los establecimientos de comida rápida que se pueden permitir en lugar de disfrutar de una comida familiar que, por lo general, siempre será más equilibrada.
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1. Mejores hábitos alimenticios para los niños - También se ha demostrado que los adolescentes que comen con sus familias consumen más frutas y verduras, así como menos refrescos y comida rápida. Un estudio sugiere que esto es así independientemente de cómo de funcional o disfuncional sea la familia.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos - Un estudio de Journal of Pediatrics reveló que comer en familia solo una o dos veces a la semana puede reducir el riesgo de obesidad infantil y los problemas de peso de cara a la siguiente década.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos
- Como es obvio, comer más platos caseros y menos comida rápida repercute favorablemente en nuestra dieta y salud. Da igual si es comida congelada servida con kétchup: seguirá siendo mucho más saludable que coger algo para llevar.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos
- Muchas familias no pueden permitirse cocinar todos los días o tienen que recurrir a los alimentos más baratos para subsistir. Afortunadamente, los niños siguen beneficiándose de comer acompañados incluso si la comida es mejorable.
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3. Reduce los problemas mentales
- Los beneficios psicológicos también son muchos. Dejar las pantallas a un lado y sentarse a comer con nuestros seres queridos influye enormemente en el bienestar de todos.
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3. Reduce los problemas mentales
- En el caso de los niños, los estudios revelan que las comidas familiares ayudan a prevenir los trastornos alimenticios, el consumo de drogas y alcohol, los comportamientos violentos y las enfermedades mentales como la depresión.
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3. Reduce los problemas mentales
- Uno en particular demostró que las chicas jóvenes podían salir especialmente beneficiadas a nivel psicológico de comer con la familia de forma regular.
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4. Comer solo te aísla
- Comer solos todo el tiempo puede hacer que nos sintamos aislados. Sentarse a la mesa con otras personas tiene muchos beneficios, como ayudarnos a sentirnos más conectados y a estrechar lazos con quienes nos rodean.
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4. Comer solo te aísla
- En algunos países como EE. UU., una persona promedio dedica cada vez más horas al trabajo cada año. Por ejemplo, el estadounidense medio pasa 220 horas más trabajando al año que alguien de Francia. Si tenemos en cuenta que muchas culturas le confieren más importancia al ocio y a la relajación que otras, comer es la excusa perfecta para desconectar.
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4. Comer solo te aísla
- Las investigaciones también han demostrado que compartir comida con los demás cambia nuestra percepción y nos acerca a otras etnias y culturas.
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5. Mejora la autoestima
- Los niños necesitan estabilidad y seguridad para poder crecer. Incluso si se quejan por tener que sentarse a comer en lugar de seguir jugando, la rutina y la constancia les pueden ayudar a mejorar su confianza y autoestima.
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5. Mejora la autoestima
- Una vez estéis comiendo, es importante animarles a que hablen de cómo les ha ido y escucharles con atención. Esto les demuestra que les valoras y les respetas como personas, algo que damos por sentado cuando somos adultos y que olvidamos que los niños necesitan.
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6. Los hace más responsables
- Esto viene a colación de hacer que los niños se sientan valorados y respetados. Aunque necesiten tu ayuda para crear una rutina, dejar que ellos también tomen decisiones les ayuda a reafirmar su autonomía.
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6. Los hace más responsables - Por ejemplo: aunque tengan que sentarse a la mesa y comer, pueden escoger el sitio que ellos quieran. O aunque deban ayudar a preparar la comida o limpiar, pueden decidir qué prefieren hacer. Si esto hace que los niños se pongan a discutir entre ellos, oriéntales de forma que lleguen a una solución pacífica.
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7. Mejora nuestra oratoria
- Un estudio realizado en Canadá acompañó a varios niños desde la infancia hasta la niñez y reveló que los que comían regularmente con sus padres con 6 años ya estaban disfrutando de las ventajas sociales que esto les ofrecía con 10.
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7. Mejora nuestra oratoria
- Se observó que, además de los beneficios generales para su salud y bienestar, estas interacciones positivas a la hora de comer los convertían en unos mejores comunicadores.
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8. Mejora nuestras relaciones
- A medida que pasa el tiempo y que los niños se van haciendo mayores, puede ser más y más difícil encontrar actividades para hacer en familia. No obstante, hay una cosa que todo el mundo tiene que hacer todos los días: comer.
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8. Mejora nuestras relaciones - Cuando pasamos tiempo con los demás haciendo una tarea o actividad que no nos requiere mucho esfuerzo (como preparar la comida), tenemos la oportunidad de mantener conversaciones de calidad.
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8. Mejora nuestras relaciones
- Aunque empecéis hablando de temas superficiales, como los deberes o los planes de fin de semana, podéis acabar abordando asuntos más personales. Es como la típica escena de las películas en la que un padre y un hijo se sinceran el uno con el otro mientras arreglan el coche o hacen alguna tarea juntos. Parece mentira, pero funciona.
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9. Ayuda a combatir el acoso
- Un estudio de gran amplitud que contó con la participación de 19.000 estudiantes demostró que el ciberacoso provocaba, entre otras cosas, ansiedad, depresión y consumo de drogas. No obstante, los adolescentes que comían o cenaban con sus padres de forma regular sufrían menos problemas a raíz del acoso.
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9. Ayuda a combatir el acoso
- Pasar tiempo en familia mientras comemos o cenamos crea una oportunidad perfecta para dialogar, lo que significa que el niño se sentirá más receptivo para expresar sus problemas y recibir ayuda.
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No es tan simple
- En la actualidad, una familia estadounidense promedio gasta casi el mismo dinero en comida basura que en la compra. Esto suele ocurrir cuando los padres tienen varios trabajos y recurren a la comida rápida por ser barata y fácil de conseguir.
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Poco a poco
- No obstante, para muchos de nosotros, el problema está en no saber priorizar y en necesitar un cambio de perspectiva. Ahora que sabemos que comer en familia puede repercutir favorablemente en la salud física y mental de nuestros hijos, ayudándoles a prevenir adicciones y enfermedades, ¿por qué no sacamos tiempo para hacerlo más a menudo? Fuentes: (Stanford Medicine) (The Atlantic) (Parents.com) Ver también: Celebridades que han sufrido algún trastorno alimenticio
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El estado de la cuestión
- En los Estados Unidos, la mayoría de familias comen juntas solo una vez entre semana. A esto hay que añadirle que uno de cada cuatro estadounidenses consume comida rápida al menos una vez todos los días y que el estadounidense promedio también hace una de las cinco comidas diarias en el auto.
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¿Cómo afecta esto a nuestra salud? - Estos hábitos preocupantes son cada vez más comunes en todos los países y su repercusión negativa en nuestra salud física y mental ha quedado más que demostrada.
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¿Cómo afecta a los niños?
- Una investigación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos apunta que los estudiantes que no comen regularmente con sus padres son más propensos a no ir a clase. Otro sondeo ha demostrado que los niños que no comen en familia faltan a clase el doble que los que sí lo hacen.
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Problemas de peso - En lo que a salud física se refiere, los niños que no comen acompañados de sus padres al menos dos veces a la semana son un 40% más propensos a desarrollar sobrepeso.
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Salud mental
- Y eso no es todo: los niños que comen con sus padres cinco o más veces a la semana exhiben hábitos alimenticios más saludables, tienen menos problemas con las drogas y el alcohol, rinden mejor en clase y tienen una relación más estrecha con sus progenitores.
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Es beneficioso para todas las edades
- Las ventajas físicas y mentales de comer acompañado son infinitas y, aunque muchas de ellas son especialmente beneficiosas para los niños, en realidad se aplican a cualquier persona, independientemente de su edad. Haz clic en la siguiente diapositiva para descubrir las principales razones por las que deberías sentarte a la mesa con tus amigos o familiares.
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1. Mejores hábitos alimenticios para los niños
- Se ha demostrado que comer con la familia ayuda a llevar una mejor alimentación en general, sobre todo en el caso de los adolescentes. Si estos comen solos, tienden a recurrir a los establecimientos de comida rápida que se pueden permitir en lugar de disfrutar de una comida familiar que, por lo general, siempre será más equilibrada.
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1. Mejores hábitos alimenticios para los niños - También se ha demostrado que los adolescentes que comen con sus familias consumen más frutas y verduras, así como menos refrescos y comida rápida. Un estudio sugiere que esto es así independientemente de cómo de funcional o disfuncional sea la familia.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos - Un estudio de Journal of Pediatrics reveló que comer en familia solo una o dos veces a la semana puede reducir el riesgo de obesidad infantil y los problemas de peso de cara a la siguiente década.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos
- Como es obvio, comer más platos caseros y menos comida rápida repercute favorablemente en nuestra dieta y salud. Da igual si es comida congelada servida con kétchup: seguirá siendo mucho más saludable que coger algo para llevar.
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2. Reduce los problemas de peso en los adultos
- Muchas familias no pueden permitirse cocinar todos los días o tienen que recurrir a los alimentos más baratos para subsistir. Afortunadamente, los niños siguen beneficiándose de comer acompañados incluso si la comida es mejorable.
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3. Reduce los problemas mentales
- Los beneficios psicológicos también son muchos. Dejar las pantallas a un lado y sentarse a comer con nuestros seres queridos influye enormemente en el bienestar de todos.
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3. Reduce los problemas mentales
- En el caso de los niños, los estudios revelan que las comidas familiares ayudan a prevenir los trastornos alimenticios, el consumo de drogas y alcohol, los comportamientos violentos y las enfermedades mentales como la depresión.
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3. Reduce los problemas mentales
- Uno en particular demostró que las chicas jóvenes podían salir especialmente beneficiadas a nivel psicológico de comer con la familia de forma regular.
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4. Comer solo te aísla
- Comer solos todo el tiempo puede hacer que nos sintamos aislados. Sentarse a la mesa con otras personas tiene muchos beneficios, como ayudarnos a sentirnos más conectados y a estrechar lazos con quienes nos rodean.
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4. Comer solo te aísla
- En algunos países como EE. UU., una persona promedio dedica cada vez más horas al trabajo cada año. Por ejemplo, el estadounidense medio pasa 220 horas más trabajando al año que alguien de Francia. Si tenemos en cuenta que muchas culturas le confieren más importancia al ocio y a la relajación que otras, comer es la excusa perfecta para desconectar.
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4. Comer solo te aísla
- Las investigaciones también han demostrado que compartir comida con los demás cambia nuestra percepción y nos acerca a otras etnias y culturas.
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5. Mejora la autoestima
- Los niños necesitan estabilidad y seguridad para poder crecer. Incluso si se quejan por tener que sentarse a comer en lugar de seguir jugando, la rutina y la constancia les pueden ayudar a mejorar su confianza y autoestima.
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5. Mejora la autoestima
- Una vez estéis comiendo, es importante animarles a que hablen de cómo les ha ido y escucharles con atención. Esto les demuestra que les valoras y les respetas como personas, algo que damos por sentado cuando somos adultos y que olvidamos que los niños necesitan.
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6. Los hace más responsables
- Esto viene a colación de hacer que los niños se sientan valorados y respetados. Aunque necesiten tu ayuda para crear una rutina, dejar que ellos también tomen decisiones les ayuda a reafirmar su autonomía.
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6. Los hace más responsables - Por ejemplo: aunque tengan que sentarse a la mesa y comer, pueden escoger el sitio que ellos quieran. O aunque deban ayudar a preparar la comida o limpiar, pueden decidir qué prefieren hacer. Si esto hace que los niños se pongan a discutir entre ellos, oriéntales de forma que lleguen a una solución pacífica.
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7. Mejora nuestra oratoria
- Un estudio realizado en Canadá acompañó a varios niños desde la infancia hasta la niñez y reveló que los que comían regularmente con sus padres con 6 años ya estaban disfrutando de las ventajas sociales que esto les ofrecía con 10.
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7. Mejora nuestra oratoria
- Se observó que, además de los beneficios generales para su salud y bienestar, estas interacciones positivas a la hora de comer los convertían en unos mejores comunicadores.
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8. Mejora nuestras relaciones
- A medida que pasa el tiempo y que los niños se van haciendo mayores, puede ser más y más difícil encontrar actividades para hacer en familia. No obstante, hay una cosa que todo el mundo tiene que hacer todos los días: comer.
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8. Mejora nuestras relaciones - Cuando pasamos tiempo con los demás haciendo una tarea o actividad que no nos requiere mucho esfuerzo (como preparar la comida), tenemos la oportunidad de mantener conversaciones de calidad.
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8. Mejora nuestras relaciones
- Aunque empecéis hablando de temas superficiales, como los deberes o los planes de fin de semana, podéis acabar abordando asuntos más personales. Es como la típica escena de las películas en la que un padre y un hijo se sinceran el uno con el otro mientras arreglan el coche o hacen alguna tarea juntos. Parece mentira, pero funciona.
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9. Ayuda a combatir el acoso
- Un estudio de gran amplitud que contó con la participación de 19.000 estudiantes demostró que el ciberacoso provocaba, entre otras cosas, ansiedad, depresión y consumo de drogas. No obstante, los adolescentes que comían o cenaban con sus padres de forma regular sufrían menos problemas a raíz del acoso.
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- En la actualidad, una familia estadounidense promedio gasta casi el mismo dinero en comida basura que en la compra. Esto suele ocurrir cuando los padres tienen varios trabajos y recurren a la comida rápida por ser barata y fácil de conseguir.
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Poco a poco
- No obstante, para muchos de nosotros, el problema está en no saber priorizar y en necesitar un cambio de perspectiva. Ahora que sabemos que comer en familia puede repercutir favorablemente en la salud física y mental de nuestros hijos, ayudándoles a prevenir adicciones y enfermedades, ¿por qué no sacamos tiempo para hacerlo más a menudo? Fuentes: (Stanford Medicine) (The Atlantic) (Parents.com) Ver también: Celebridades que han sufrido algún trastorno alimenticio
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Comer solo o en compañía: descubre cómo afecta tu bienestar
Comer acompañado puede mejorar tu salud física y mental
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En algunos países, el almuerzo es un momento sagrado que debe respetarse. Reunir a toda la familia alrededor de la mesa y comer platos caseros es un ritual diario que se transmite de generación en generación. No obstante, en un mundo en el que la comida rápida cada vez tiene más adeptos y en el que la productividad se valora por encima de todas las cosas, cada vez resulta más difícil sacar tiempo para comer con tranquilidad y, sobre todo, acompañado. Si quieres saber cómo repercute en tu salud física y mental comer con tus seres queridos, ¡sigue leyendo!
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