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Pueden formarse cristales - El agua, los minerales y los fosfatos de los cuerpos forman vivianita, un mineral con aspecto cristalizado.

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Adiós a las arrugas - Al perder la tensión muscular, las arrugas desaparecerán.

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Cuero - Tu piel se puede convertir en cuero y preservarla. Quién sabe, tal vez te conviertas en un libro.

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Cuerpo explosivo -

Los gases producidos durante la descomposición pueden llegar a hacer que un cuerpo explote.

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Te puedes transformar en jabón - De hecho, si el cuerpo está en contacto con ciertas bacterias, se puede transformar en adipocira o cera cadavérica.

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Jabón - Tyler Durden en 'Fight Club' no fue el primero al que se le ocurrió usar grasa humana para hacer jabón. Los franceses también lo hicieron en el siglo XIX.

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Grasa como combustible - Un cirujano plástico se las arregló para usar la grasa retirada durante las liposucciones como combustible para su coche.

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Tu corazón está vivo - El corazón puede seguir latiendo tras la muerte. No es común, pero en ocasiones el corazón puede negarse a parar inmediatamente.

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El corazón puede volver a latir - Sí, realmente puedes volver a la vida. No es tan común como nos gustaría, pero ocurre.

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Vuelta a la vida - Creas en milagros o no, algunas personas volvieron a la vida tras ser declaradas muertas.

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Consciente -

Da miedo. Mientras otras partes de tu cuerpo pueden dejar de funcionar, tu cerebro puede seguir consciente.

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Consciente - Los supervivientes a menudo recuerdan algunos procedimientos a los que fueron sometidos para reanimarlos. Muchos acaban sufriendo trastorno de estrés postraumático.

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Putrefacción - Los millones de bacterias que tenemos en el cuerpo empiezan a descomponerlo.

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El cuerpo se autodestruirá en 3, 2, 1... - Las células del cerebro se digieren a sí mismas en cuanto mueres.

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Defecar - Los músculos que controlan la vejiga y los movimientos intestinales dejan de funcionar. Como consecuencia, se puede defecar u orinar tras la muerte.

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Flatulencias por la boca - Salen gases por la boca tras la muerte.

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Rigor mortis -

El cuerpo adquiere una rigidez total tras la muerte. Normalmente, esto ocurre unas cuatro horas después de la muerte.

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Trasplante de órganos - Si eres donante de órganos, es posible que todavía sientas dolor cuando te quiten los órganos.

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Uñas - Al contrario de lo que muchos creen, las uñas no crecen después de la muerte. Puede dar esa impresión, pero lo que ocurre en realidad es que se pierde piel haciendo que las uñas queden más expuestas.

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Cabello - Lo mismo ocurre con el cabello. No crece tras la muerte, es solo una ilusión óptica.

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Livor mortis - Al no tener flujo sanguíneo, la piel se decolora, se vuelve violeta de alguna forma y aparece moratones.

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Movimientos postmortem - Mientras todos los órganos dejan de funcionar, el cuerpo todavía puede sufrir espasmos.

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Sonidos - Los gases del cuerpo pueden producir sonidos. Se pueden escuchar ruidos similares a quejidos gemidos y chirridos.

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Algor mortis - La temperatura corporal cae unos 0,83 ºC por hora tras la muerte hasta alcanzar la temperatura ambiente.

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Nacimiento en ataúd -

Por macabro que suene, los casos de nacimientos en ataúd existen. La presión ejercida por los gases intrabdominales puede hacer que el cuerpo sin vida de una embarazada expulse al feto.

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'Tache noir' -

La córnea se acaba secando se forman manchas negras en los ojos, como si fuesen hemorragias con forma triangular.

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Olor a putrefacción - Las bacterias empiezan a descomponer el cuerpo y emiten gases muy malolientes.

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Las principales causas de muerte - No te pierdas: ¿Cuál es la principal causa de muerte en tu país?

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