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¿Cuánto dura un vino bueno? -

El vino empieza a oxidarse en cuanto se abre, por lo que poco a poco va perdiendo color y sabor. Por lo general, los tintos duran más que los blancos. Los añejos se conservan cerca de una semana, mientras que los jóvenes solo duran 3-4 días. Los vinos de postre, sin embargo, pueden llegar a aguantar un año una vez abiertos.

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¿Cómo hay que conservarlo? -

A menos que planees beberte la botella de una sentada, guárdala en el frigorífico con el corcho original puesto o con un tapón especial para vino.

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Atrapa las moscas de la fruta -

Si tienes una botella de vino tinto que se ha puesto malo, vierte cerca de un cuarto en un vaso, cúbrelo con una película de plástico y hazle unos agujeros pequeñitos. ¡De esa forma atraerás a las moscas de la fruta y conseguirás que te dejen tranquilo!

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Prepara un tinte natural -

Por lo general, que te caiga vino tinto en la ropa no es motivo de alegría, pero si ya no te lo vas a beber, ¡aprovéchalo para teñir algunas prendas!

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Haz un sérum facial -

El vino puede ayudar a exfoliar y nutrir la piel. La próxima vez que te sobre vino tinto o blanco, prepara un sérum facial antienvejecimiento. ¡Te quedará el cutis como nuevo!

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Úsalo como fertilizante -

¡El vino puede darles un chute de energía a tus plantas! Si te sobra una botella de tinto, mezcla unas cuatro cucharadas con algo de agua la próxima vez que las riegues. El nitrógeno presente en el vino tinto contribuirá a que las plantas crezcan. Eso sí, asegúrate de que esté en buen estado, ya que de lo contrario dañarás las raíces.

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Prepara vinagre casero -

Echa cualquier vino tinto en una jarra de vinagre sin pasteurizar y déjalo actuar agitándolo semanalmente. ¡Al cabo de un par de semanas tendrás tu propio vinagre!

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O vinagreta -

Si te sobra vino blanco, mézclalo con zumo de limón, miel, aceite, sal y pimienta. ¡Lo que te queda es un aliño para ensalada o una salsa para pollo, verdura o pescado deliciosa!

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¡O adobo! -

Lo ideal es usar vino tinto para la carne roja, blanco o rosado para el pollo y blanco para el tofu o el pescado. Cuando ya hayas usado el adobo, ¡no lo tires! Mételo en una cazuela y cocínalo hasta que reduzca. Después puedes echárselo al plato ya cocinado para darle un extra de sabor.

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Enriquece la salsa de tomate -

A medida que el sabor a vino vaya desapareciendo, la salsa irá adquiriendo una profundidad que antes no tenía. No obstante, si quieres que sepa a vino, mézclalo unos minutos antes de servir.

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Haz mermelada de vino y cebolla roja -

Carameliza la cebolla en una reducción de vino, vinagre y mantequilla y pronto tendrás una deliciosa mermelada agridulce para servir con galletitas saladas.

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O una buena salsa -

Prepara una deliciosa salsa con vino blanco, ajo y mantequilla. Esta mezcla tradicional casa de maravilla con el marisco.

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Úsalo para enriquecer las sopas y guisos -

El vino blanco y el espumante quedan mejor en sopas y caldos. El tinto, por su parte, combina a la perfección con las salsas de carne y tomate. ¡Échales un buen chorro cuando cocines!

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Haz que los huevos revueltos sean aún más esponjosos -

Si quieres una tortilla francesa o unos huevos revueltos bien esponjosos, bátelos y échales una cucharada de cava, champán o prosecco por cada dos huevos.

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Prepara pasta borracha -

Si tienes una botella de tinto abierta, prepara este delicioso plato de pasta. Primero tienes que cocerla en agua y después en vino. Por último, tan solo necesitas echarle Pecorino Romano, ajo y albahaca.

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Prepara fruta al vino -

Las peras, manzanas, melocotones y ciruelas vienen de maravilla. Tan solo tienes que dejarlas hervir a fuego lento en vino tinto y azúcar durante 10 minutos.

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O trufas de vino y chocolate -

El vino tinto y el chocolate combinan a la perfección. Si te sobra una botella por casa, úsala para preparar este dulce suave, cremoso y lleno de sabor.

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¡O sangría! -

Si te sobra vino, ya sea tinto o blanco, puedes aprovecharlo para preparar sangría. ¡Tan solo tienes que mezclar el alcohol con hielo y los ingredientes necesarios!

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Congélalo -

Si no quieres acabar tirando el vino por el desagüe, congélalo en una cubitera y úsalo para cocinar.

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Prepara sirope de vino -

Sí, ¡puedes hacer sirope con vino blanco! Incluso puedes ponérselo al helado, a la fruta o a las tortitas.

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O jalea -

Lleva el sirope de vino a otro nivel convirtiéndolo en jalea. ¡Queda genial con queso!

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O polos para adultos -

Mezcla un poco de vino, fruta triturada y sirope y lo que te queda son unos polos refrescantes y suculentos. Eso sí, ¡no los confundas con los de tus hijos!

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¡Date un baño! -

Sí, has leído bien. Los baños de vino tinto llevan muchos años siendo un tratamiento de lo más popular en los spas. Esto se debe a que contiene resveratrol, un poderoso antioxidante que repara el daño solar y revierte los efectos del envejecimiento. Por lo tanto, la próxima vez que te des un baño, échale un chorrito de vino tinto al agua para disfrutar de una piel rejuvenecida.

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Prepara una mascarilla facial antienvejecimiento -

Y si después del baño te quedas con ganas de más, prepara una mascarilla facial a base de vino. No solo te ayudará a reparar el daño solar, sino también a eliminar impurezas.

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Limpia la fruta -

El resveratrol también puede matar las bacterias que provocan enfermedades alimentarias como la salmonela y la E. coli. Por lo tanto, cuando acabes de pasar la fruta por agua, échale un poco de vino tinto por encima.

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Líbrate de las manchas de grasa -

Si te sobra vino blanco, úsalo para limpiar las manchas de grasa persistentes que tienes en el garaje. El ácido y el alcohol harán su magia, tan solo tienes que añadirle un poco de bicarbonato para que la mezcla sea aún más eficaz.

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O de las de vino tinto -

La próxima vez que manches la ropa o la alfombra de vino tinto, usa vino blanco para limpiar. No hará que las manchas desaparezcan del todo, pero ayudará a disimularlas gracias a las enzimas que contiene.

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Usa el vino blanco como desinfectante -

Dado que el vino blanco viene bien para acabar con las bacterias como la E. coli o la salmonela, viene de perlas como desinfectante. La acidez y el alcohol ayudan a eliminar las manchas y es una alternativa natural a los productos de limpieza convencionales.

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Decora tu casa -

Y si lo único que te sobra es la botella y no el contenido, ¿por qué no la usas como florero o recipiente para velas? ¡Lindo y barato!

Fuentes: (Reader's Digest) (Greatist) (LoveToKnow) 

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