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¿Cuándo se produce? -

Lo más habitual es que las crisis de identidad se produzcan durante la adolescencia, pero cada vez se dan más casos entre personas adultas a causa de la sociedad cambiante en la que vivimos. Las redes sociales fomentan las comparaciones y ahora tenemos más información sobre las razones interseccionales que explican por qué somos como somos.

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¿Por qué ocurre? -

Erik Erikson, quien introdujo el concepto de la crisis de identidad en los años 50, tenía la teoría de que esta se producía cuando las personas se veían forzadas a adoptar una identidad en lugar de forjar la suya propia.

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Suele estar relacionado con la rebeldía - Al estar ligadas a un sentimiento de obligación, las crisis de identidad suelen manifestarse a través de la rebeldía y la infelicidad. Las crisis de los cuarenta suelen ser similares, ya que comprarse un deportivo o salir con alguien mucho más joven no deja de ser una forma de rebeldía.

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Las causas más comunes de las crisis de identidad -

Una de las principales causas suele ser el haber vivido una experiencia traumática, como un accidente o la pérdida de un ser querido.

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Las causas más comunes de las crisis de identidad -

Otra causa muy común es sufrir un problema grave de salud, como un cáncer o una enfermedad crónica.

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Las causas más comunes de las crisis de identidad -

Otra causa habitual de las crisis de identidad son los cambios vitales drásticos, como mudarse de ciudad, cambiar de trabajo, empezar o terminar una relación sentimental, salir del closet, tener un hijo, jubilarse, etc.

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Las causas más comunes de las crisis de identidad -

Todos pasamos por alguna de estas cosas en algún momento de nuestras vidas, pero la que todos experimentamos es el envejecimiento. Por ese motivo, los adolescentes y la gente de mediana edad suelen tener crisis de identidad. A veces, el mero hecho de envejecer puede ser el desencadenante para alguien que ha construido toda su identidad en torno a su juventud.

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Los indicios más habituales -

Muchas veces, en lugar de ir a la raíz del problema, intentamos poner "parches" que nos ayuden a seguir hacia delante aunque seamos infelices. Si los siguientes síntomas encajan contigo, puede que estés atravesando una crisis de identidad que no se va a solucionar solo con hacer deporte o tomar el sol.

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Te cuestionas tu pasión o propósito -

Si estás viviendo una crisis de identidad, puede que te sientas perdido y sin rumbo al hacer cosas que antes tenían sentido. Por esta razón, puede que también te esté costando encontrar respuestas a las preguntas que tienes sobre ti mismo.

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Dudas de tus valores -

¿Sueles preguntarte si tus valores coinciden con los de tu trabajo, tus relaciones u otros ámbitos de tu vida? Puede que dudes de la importancia de las cosas y no sepas si las tus actividades cotidianas realmente valen la pena.

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Te cuestionas tu comportamiento -

¿Sueles adaptar tus valores o creencias para encajar en tu entorno? Si dudas de tu comportamiento cuando estás con ciertas personas, entonces algo no anda bien.

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Te sientes ansioso o inquieto -

Si estás atravesando una crisis de identidad, puede que te sientas cansado, irritado y desmotivado. A nivel emocional, puede que te sientas fuera de control y que te cueste poner tus sentimientos en orden.

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No confías en tu habilidad para tomar decisiones -

Se trata de un período de gran indecisión durante el que puede que dudes de cada decisión que tomes... ¡Si es que consigues hacerlo!

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Pareces más feliz de lo que en realidad eres -

Una clara señal de que estás pasando por una crisis de identidad es la falta de correspondencia entre cómo se ve tu vida desde fuera y cómo te sientes tú por dentro. Esto hace que te sientas frustrado y desconectado de ti mismo.

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Sientes que tus relaciones ya no son las mismas -

Si sientes que has perdido la conexión contigo mismo, es probable que te ocurra lo mismo con tus amigos. Según MindBodyGreen, varios estudios psicológicos apuntan a que nuestras relaciones condicionan la visión que tenemos de nosotros mismos. Por ejemplo, si todos tus amigos están teniendo hijos y tú no, relacionarte con ellos puede hacer que te replantees tu vida.

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Tienes poca autoestima y te cuestionas tu valor - Por desgracia, las crisis de identidad suelen verse como algo negativo. La inseguridad que sientes puede hacer que te cuestiones tu valor y el rol que desempeñas en tu día a día.

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Oyes tu voz interior mucho más que antes -

¿Cada vez te cuesta más ignorar esa vocecita que te pide que le prestes atención a algo que te está haciendo profundamente infeliz?

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¿Qué se puede hacer? -

El primer paso es ser consciente de tus emociones, lo que quiere decir que tienes que permitirte experimentar todos estos síntomas sin juzgarte y sin sentirte mal por ello. Pon por escrito lo que sientes para calmar un poco tus sentimientos y ver el problema con mayor claridad.

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Deja de verlo como una crisis -

Una crisis de identidad no es un diagnóstico médico, sino una parte necesaria del desarrollo humano que nos permite crecer y hacernos preguntas importantes sobre nuestros valores y creencias.

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Evita los hábitos tóxicos -

Es fácil recurrir a formas de rebeldía y autosabotaje cuando nos sentimos fuera de control, pero evita recurrir a hábitos tóxicos, como beber o tomar drogas, ya que no servirán de nada y solo harán que el problema se prolongue.

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Redefine tus valores -

Si no te sientes en sintonía con tus valores actuales, puede que sea momento de redefinirlos. Pregúntate qué es lo que más te importa en estos momentos y en qué quieres creer.

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Fíjate en cómo te afecta tu entorno -

A veces son los espacios por los que nos movemos los que no nos permiten expresar nuestra verdadera identidad, por lo que apartarse de esos entornos tóxicos (ya sea la familia o el trabajo) o poner límites puede ayudar enormemente a superar esta situación.

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Deja que el pasado sea cosa del pasado -

Aferrarte a la idea de quién solías ser no te va a ayudar en nada. Si eras el mejor estudiante de tu clase y ahora estás teniendo problemas en el trabajo, hazte un favor a ti mismo y deja la autocompasión a un lado, ya que solo hará que tardes más en recuperarte.

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Cuida de tu salud mental -

Todos sabemos cómo cuidar de nuestro cuerpo: hay que comer bien, hacer ejercicio, tomar el sol y beber agua. ¿Pero qué hay de la salud mental? ¿Estás haciendo un esfuerzo por no pasar tanto tiempo pegado al celular o por hacer las cosas que de verdad te aportan felicidad?

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Habla con tus seres queridos -

Cuando estamos solos nos comportamos de una manera y cuando estamos acompañados, de otra. Esto se debe a que somos seres sociales y, como tales, buscamos el apoyo y la aceptación de nuestros amigos, familiares y comunidad. Pregúntales qué opinan de ti y comparte con ellos la identidad y los valores que te gustaría tener para no tener que lidiar con esta crisis solo.

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Busca ayuda -

No hay nada de malo en pedir ayuda para saber cómo lidiar con una crisis de identidad. Los orientadores y psicólogos sabrán guiarte y te ofrecerán el apoyo que necesitas para salir del paso airoso.

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Intenta mantenerte optimista sobre el futuro -

Una crisis de identidad puede ser algo muy positivo, ya que puede hacer que te replantees las cosas y que te animes a cambiar tu vida y la percepción que tienes sobre ti mismo de forma radical. Si te han despedido, ahora tienes tiempo para dedicarte a esa afición que siempre habías querido probar. Si te estás divorciando, puede que la persona adecuada aparezca pronto en tu vida.

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Asegúrate de que tu identidad pueda subsistir por sí misma -

La gente suele cometer el error de basar su identidad en algo que puede cambiar o desaparecer, como un trabajo o una relación sentimental.

Fuentes: (BetterUp) (Choosing Therapy) (MindBodyGreen) 

Ver también: ¿Tienes el síndrome del personaje principal? Descúbrelo aquí

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