Por lo general, los madrugadores saben amoldarse mejor al ritmo de la sociedad y les cuesta menos ajustarse a los horarios diurnos. Se van antes a la cama y tienen más energía por las mañanas.
Como los madrugadores suelen irse temprano a la cama, se levantan habiendo dormido lo suficiente. Por lo tanto, su positividad mañanera está directamente relacionada con su descanso.
Mientras que los noctámbulos experimentan un segundo pico de energía por la noche, los madrugadores van perdiendo fuelle a medida que pasan las horas.
Como los madrugadores suelen descansar más, tienden a ser más organizados y enérgicos, lo que significa que tienen una mejor disposición para hacer frente a los desafíos.
Como sus horarios giran más en torno a la mañana y al principio de la tarde, es habitual que los madrugadores prefieran ir directos a casa después de trabajar en lugar de salir a tomar algo con los compañeros.
En lo que a los estudios se refiere, quienes se levantan temprano suelen sacar mejores notas. Puede que esto se deba a que seguir un horario regular les ayuda a gestionar mejor su tiempo y a no trasnochar.
Los bajones de energía hacen que los madrugadores se vuelvan más gruñones por las tardes.
Como los expertos en salud mental tienden a vincular la organización y el descanso nocturno a una mente más sana, no es ninguna sorpresa que los madrugadores disfruten de una mejor salud mental.
Al levantarse temprano, salen de casa antes de la hora punta y disfrutan de un trayecto a la oficina más tranquilo.
En lugar de verles como personas puntuales, hay quienes creen que los madrugadores trabajan demasiado y no saben desconectar.
A menores distracciones, mayor productividad. Llegar al trabajo antes que el resto de compañeros les permite aprovechar mejor el tiempo.
Llegar al trabajo antes también puede afectar a su imagen. Los compañeros pueden acabar viéndoles como monigotes y subestimarlos.
Todo el mundo es diferente y eso incluye nuestros relojes internos y cuándo trabajamos mejor. Si a un madrugador le cuesta rendir y se queda despierto hasta tarde, entonces necesita prestar atención a su cuerpo y replantearse su modus operandi.
Los madrugadores son más productivos por la mañana, lo que significa que tienden a comer más sano y casero y a no saltarse las comidas.
Al levantarse tan temprano, pueden tener bajones de energía por la tarde y querer echarse una siesta para reponer pilas. El problema está en que esto puede hacer que les cueste más conciliar el sueño por la noche.
Las personas que se levantan temprano tienen tiempo para hacer algo de deporte por las mañanas. Esto es muy positivo, ya que les permite quemar más calorías y tener tiempo por la tarde para dedicárselo a la familia y a los amigos.
Aunque ser madrugador no afecta directamente a la salud como tal, a veces levantarse temprano sí puede ser un síntoma de un problema subyacente. Este puede ser el caso de quienes no se sienten con energía por la mañana y siempre están cansados.
Al dejar todo hecho durante el día, tienen más tiempo para estar con sus seres queridos cuando acaban sus obligaciones.
Levantarse más temprano les permite planear su día con antelación y marcarse unos objetivos viables. Pillar menos tráfico también ayuda, ya que no tienen tanta prisa por acabar sus tareas.
Esto depende del tipo de trabajo. Si tienen uno que les obligue a quedarse despiertos hasta tarde, puede que madrugar no sea la mejor opción para ellos.
Levantarse temprano les permite apreciar más lo que les rodea. Al tener tiempo para no hacer nada, pueden relajarse y dejar a un lado la estimulación mental del día a día.
Los madrugadores suelen ser puntuales, lo que a veces significa que no dejan espacio para los imprevistos. Si algo les desbarajusta los planes, puede que les cueste manejar la situación sin sentirse presionados o estresados.
Los madrugadores tienen un mejor patrón de descanso, por lo que disfrutan de unos ciclos de sueño más profundos y se levantan con más energía.
Si no estás seguro de ser un madrugador, la forma más fácil de averiguarlo es identificando tu patrón de descanso. Apaga el despertador y prueba a ver a qué hora te acuestas y a cuál te despiertas de forma natural.
Puede que tu cuerpo necesite varios días para recuperar su patrón natural, pero con el tiempo te darás cuenta de que te acuestas y te levantas más o menos a la misma hora.
Independientemente de si eres más productivo por la noche o por la mañana, lo importante es que descanses lo suficiente. De lo contrario, no podrás estar en forma ni física ni mentalmente.
Asimismo, tu patrón de descanso puede cambiar a medida que envejeces. Hay quienes se vuelven madrugadores una vez llegan a la mediana edad.
Fuentes: (Healthline) (The Guardian) (Inc.)
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La sociedad suele apoyar a los madrugadores, ya que se considera que levantarse temprano deja tiempo para acabar el trabajo, estar con los seres queridos y tener una mejor salud en general. No obstante, como todo en la vida, madrugar también tiene sus partes negativas. Si quieres saber cuáles son los pros y los contras de no quedarse hasta más tarde en la cama, ¡sigue leyendo!
Madrugar: pros, contras y su efecto en tu rutina
Aquí te contamos los pros y los contras
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La sociedad suele apoyar a los madrugadores, ya que se considera que levantarse temprano deja tiempo para acabar el trabajo, estar con los seres queridos y tener una mejor salud en general. No obstante, como todo en la vida, madrugar también tiene sus partes negativas. Si quieres saber cuáles son los pros y los contras de no quedarse hasta más tarde en la cama, ¡sigue leyendo!