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¿Qué es el gasto emocional?
- A menudo descrito como terapia de compras, el gasto emocional es aquel que tiene lugar por impulso y no por necesidad.
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Liberación de dopamina
- Las investigaciones han descubierto que ir de compras libera hormonas como la dopamina, la cual nos hace sentirnos contentos y nos pone de buen humor. Esto hace que sea una experiencia placentera a la que muchos recurren cuando no se encuentran bien.
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El gasto emocional no siempre es malo
- Darse un capricho de vez en cuando no es un problema, pero si no se tiene cuidado puede acabar convirtiéndose en un hábito que puede mermar considerablemente la cuenta bancaria.
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Las buenas sensaciones no duran
- La oleada de buenas sensaciones que provoca comprar algo nuevo no suele durar mucho, por lo que la tristeza y la insatisfacción no tardan en volver.
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4 / 30 Fotos
Gasto emocional vs. oniomanía
- El gasto emocional no es un trastorno psicológico per se, pero puede acabar derivando en oniomanía.
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Oniomanía
- La oniomanía, comúnmente conocida como compra compulsiva, se considera un trastorno psicológico ya que, como el propio nombre indica, la persona que lo padece es incapaz de controlar sus impulsos.
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6 / 30 Fotos
Un comportamiento adictivo
- Asimismo, la oniomanía o compra compulsiva es un comportamiento adictivo que puede afectar negativamente a la vida y al bienestar de quienes la padecen, un problema que puede llegar a extenderse al ámbito laboral o académico.
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7 / 30 Fotos
¿Qué provoca el gasto emocional?
- Si quieres reducir tus gastos emocionales, el primer paso es saber qué los desencadena.
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8 / 30 Fotos
Envidia
- Cuando alguien te habla de sus vacaciones o de su nuevo auto, puede que tú también sientas el impulso de comprar algo o de ir a algún sitio.
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9 / 30 Fotos
Culpa
- A veces compramos cosas porque nos sentimos culpables. ¿Alguna vez se te han acercado para venderte algún producto con fines benéficos? En esos casos resulta difícil negarse.
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10 / 30 Fotos
Tristeza
- Todos hemos pasado por ello: hemos tenido un mal día y decidimos gastar dinero para sentirnos mejor. Sin embargo, la terapia de compras puede hacer más mal que bien.
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11 / 30 Fotos
Miedo
- ¿Te acuerdas de cuando a todo el mundo le dio por comprar papel higiénico al principio de la pandemia de la COVID-19? El miedo puede llevarnos a gastar más de la cuenta.
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12 / 30 Fotos
Celebración
- Si alguien de la familia se gradúa o anuncia que se va a casar, probablemente querrás hacerle un regalo. ¡Todos sabemos lo rápido que el dinero desaparece cuando hay celebraciones cerca!
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13 / 30 Fotos
Hambre
- Nada puede hacer que se te vaya la mano en el supermercado como el hambre. ¡Incluso los productos más extraños de repente parecen apetecibles!
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14 / 30 Fotos
Fiebre estacional
- Cuando se acerca Halloween o la Navidad nos entran ganas de decorar la casa, ¡pero a veces el entusiasmo se nos va de las manos!
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Cómo superar el gasto emocional
- El gasto emocional puede volverse problemático cuando va en contra de tus valores u objetivos financieros, así como cuando se convierte en tu principal mecanismo para sobrellevar las dificultades.
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16 / 30 Fotos
Cómo superar el gasto emocional
- Por suerte, hay varios pasos que puedes seguir para controlar este hábito y reducir tus compras compulsivas.
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17 / 30 Fotos
Encuentra una forma saludable que lidiar con tus emociones
- Cuando te dejas llevar por el gasto emocional, sueles hacerlo porque buscas sentirte bien. Sin embargo, existen formas más saludables y menos costosas de liberar "hormonas del bienestar", como salir a pasear, hacer ejercicio, ver una serie que te guste o tomar un café con un amigo.
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18 / 30 Fotos
Ponte un presupuesto
- No pasa nada por darse un capricho de vez en cuando. El problema, como ya hemos visto, es hacerlo constantemente. Sin embargo, establecer un presupuesto para esos gastos emocionales puede ayudarte a mantenerlos a raya.
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19 / 30 Fotos
Revisa tus finanzas con regularidad
- No revisar tus finanzas puede hacer que te salga el tiro por la culata. Dedícale un día a la semana a comprobar tu cuenta bancaria. Apunta lo que has gastado y lo que te queda por gastar. De esa forma sabrás cómo invertir tu dinero de forma más racional.
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Usa la regla de las 48 horas
- Se trata de una forma muy simple y efectiva de lidiar con las tentaciones. Espera 48 horas a pensar en una compra específica y en cómo esta afectará a tu presupuesto mensual.
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21 / 30 Fotos
Elimina las aplicaciones de compra
- Eliminar las aplicaciones de compra del celular (o incluso cancelar la suscripción a los correos electrónicos de las tiendas) puede ayudarte a controlar el impulso de gastar.
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22 / 30 Fotos
Aprende a disfrutar del ahorro
- Decidir apartar una cierta cantidad de dinero todos los meses y ver cómo esta aumenta también hará que te sientas bien sin necesidad de gastar compulsivamente.
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23 / 30 Fotos
Apóyate en un amigo cuando sientas la tentación
- Tener a alguien con quien hablar cuando sientas la tentación de gastar es clave para tomar mejores decisiones a nivel financiero, sobre todo los días que estés de bajón.
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24 / 30 Fotos
Deja las tarjetas en casa
- Cuando hagas planes o recados que puedan poner a prueba tu fuerza de voluntad, deja las tarjetas en casa y lleva tan solo algo de dinero en metálico contigo.
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25 / 30 Fotos
Escribe un diario
- Escribir un diario es una forma estupenda de mejorar la inteligencia emocional y la salud mental. Apuntar tus gastos también te ayudará a llevar la cuenta y a controlarlos.
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26 / 30 Fotos
Mejora tu humor mirando escaparates
- Las investigaciones demuestran que las compras hipotéticas también mejoran el estado de ánimo, lo que significa que mirar escaparates o añadir productos a tu lista de deseos también puede hacer que te sientas bien sin necesidad de gastar.
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27 / 30 Fotos
Si sospechas que eres adicto a las compras
- A veces el gasto emocional se convierte en una adicción que suele ir acompañada de problemas financieros, legales y personales, así como de un profundo sentimiento de culpa y vergüenza.
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28 / 30 Fotos
Busca ayuda
- Si crees que sufres de oniomanía, plantéate ir al psicólogo. Fuentes: (Verywell Mind) (Good Housekeeping) No te pierdas: Banalidades en las que gastamos demasiado dinero
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- A menudo descrito como terapia de compras, el gasto emocional es aquel que tiene lugar por impulso y no por necesidad.
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- Las investigaciones han descubierto que ir de compras libera hormonas como la dopamina, la cual nos hace sentirnos contentos y nos pone de buen humor. Esto hace que sea una experiencia placentera a la que muchos recurren cuando no se encuentran bien.
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El gasto emocional no siempre es malo
- Darse un capricho de vez en cuando no es un problema, pero si no se tiene cuidado puede acabar convirtiéndose en un hábito que puede mermar considerablemente la cuenta bancaria.
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- El gasto emocional no es un trastorno psicológico per se, pero puede acabar derivando en oniomanía.
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- La oniomanía, comúnmente conocida como compra compulsiva, se considera un trastorno psicológico ya que, como el propio nombre indica, la persona que lo padece es incapaz de controlar sus impulsos.
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Un comportamiento adictivo
- Asimismo, la oniomanía o compra compulsiva es un comportamiento adictivo que puede afectar negativamente a la vida y al bienestar de quienes la padecen, un problema que puede llegar a extenderse al ámbito laboral o académico.
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¿Qué provoca el gasto emocional?
- Si quieres reducir tus gastos emocionales, el primer paso es saber qué los desencadena.
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- Cuando alguien te habla de sus vacaciones o de su nuevo auto, puede que tú también sientas el impulso de comprar algo o de ir a algún sitio.
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Culpa
- A veces compramos cosas porque nos sentimos culpables. ¿Alguna vez se te han acercado para venderte algún producto con fines benéficos? En esos casos resulta difícil negarse.
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- Todos hemos pasado por ello: hemos tenido un mal día y decidimos gastar dinero para sentirnos mejor. Sin embargo, la terapia de compras puede hacer más mal que bien.
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- El gasto emocional puede volverse problemático cuando va en contra de tus valores u objetivos financieros, así como cuando se convierte en tu principal mecanismo para sobrellevar las dificultades.
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25 / 30 Fotos
Escribe un diario
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Te contamos cómo prevenir la terapia de compras
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De vez en cuando todos pecamos de comprarnos algo así porque sí. Seamos sinceros: ¿quién no ha tenido un mal día y ha decidido darse un capricho para mejorar su estado de ánimo? Sin embargo, cuando se nos va de las manos puede ser un auténtico problema. Si quieres saber qué es el gasto emocional y cómo dejar este hábito perjudicial atrás, ¡sigue leyendo!
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