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Ejercicio
- Todos sabemos que el ejercicio es beneficioso para la salud en general y también te ayudará a controlar la presión sanguínea.
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Ejercicio
- Entre 30 y 40 minutos, tres o cuatro veces por semana, será suficiente.
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Control de peso
- También es importante que mantengas un peso saludable, y no se trata solo del IMC. La acumulación de grasa en el abdomen puede acarrear problemas serios.
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Control de peso
- No caigas en la tentación de las dietas milagro. Opta por una alimentación saludable, implementando cambios de hábitos que puedas mantener en el tiempo.
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Azúcar
- Una forma muy sencilla de reducir la presión sanguínea consiste en reducir el exceso de azúcar de tu dieta. Tus dientes también lo agradecerán.
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Carbohidratos refinados
- Nadie dice que debas eliminar los carbohidratos de tu alimentación, al contrario. Sin embargo, si reduces la cantidad de refinados y los sustituyes por integrales, tu presión sanguínea podría estabilizarse.
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Potasio
- Los plátanos, el pescado, la leche, las batatas y los tomates son fantásticas fuentes de potasio, que ayuda a reducir la presión sanguínea.
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Potasio
- Las dietas ricas en potasio pueden ser dañinas para personas con problemas en los riñones, así que consulta a tu médico.
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Sal
- Algunas personas consiguen bajar su presión sanguínea reduciendo la cantidad de sal que ingieren, pero no a todos nos funciona. Eso sí, comer con menos sal solo puede traer cosas buenas.
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Comida procesada
- El alto contenido en sal y azúcar de los alimentos procesados es preocupante. En cambio, los alimentos naturales siempre serán más saludables y te ayudarán a reducir la presión sanguínea.
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Comida procesada
- Sería genial que redujeses la ingesta de comida procesada, pero sería aún mejor si pudieses desterrarla por completo de tu dieta.
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Fumar
- Todos sabemos que el tabaco causa una amplia gama de enfermedades, y también está estrechamente relacionado con la presión sanguínea alta. Si dejas el tabaco, invertirás algunos de los daños causados a tu sistema cardiovascular y, por lo tanto, ayudarías a reducir tu presión sanguínea.
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Estrés
- Respirar profundamente y tomarse un momento para relajarse es siempre una buena forma de reducir el estrés, que podría provocar presión sanguínea alta.
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Estrés
- Muchos tenemos trabajos estresantes, pero podemos gestionar la tensión haciendo descansos de forma regular y asegurándonos de que no trabajamos demasiadas horas.
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Yoga
- La meditación y el yoga pueden ser muy útiles para controlar este problema. Estas prácticas reducen el estrés y, como consecuencia, mejoran la presión sanguínea.
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Chocolate negro - Debe tener al menos un 60 % de cacao y no debes excederte con las cantidades. Una pequeña porción al día puede ser muy beneficiosa para bajar la presión sanguínea.
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Hierbas medicinales
- Si tomas medicación con receta, habla siempre con tu médico antes de tomar suplementos de hierbas. Eso sí, el té verde y el jugo de apio ayudan a reducir la presión sanguínea.
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17 / 30 Fotos
Jengibre
- El jengibre aporta una gran variedad de beneficios a nuestra salud, como ayudar a reducir la presión sanguínea.
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Sueño
- Si quieres normalizar tu presión sanguínea, debes dormir siempre entre siete y nueve horas. Dormir más o menos podría causarte problemas.
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Ajo
- La ingesta de ajo, ya sea entero o en polvo, puede ayudarte también con esto.
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Proteína
- Los alimentos ricos en proteínas, como el pescado, los huevos, la ternera, los frutos secos o los garbanzos pueden ser muy efectivos a la hora de reducir la presión sanguínea.
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Suplementos
- Algunos suplementos que se pueden usar a la hora de reducir la presión sanguínea son: Omega 3, citrulina, coenzima Q10 y proteína del suero.
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Alcohol
- No es necesario dejar por completo el alcohol (a menos que así lo desees), pero es importante reducirlo al mínimo para mantener la presión sanguínea en niveles normales.
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Alcohol
- ¿Por qué no sustituir las bebidas alcohólicas por otras que no lo sean? Simplemente, ten cuidado con la cantidad de azúcar que llevan.
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24 / 30 Fotos
Cafeína
- Reducir la ingesta de cafeína tomando menos café, Coca-cola o bebidas similares puede mejorar tus niveles de presión sanguínea. El exceso de cafeína también puede provocar insomnio.
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Calcio
- Existe relación entre una dieta con niveles suficientes de calcio y los niveles normales de presión sanguínea.
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Magnesio
- Las verduras, los productos lácteos, las legumbres, el pollo y los granos integrales contienen magnesio, que puede ayudar a reducir la presión sanguínea.
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27 / 30 Fotos
Frutos del bosque
- Comiendo frutos del bosque puedes ayudar a controlar la presión sanguínea porque contienen polifenoles, que previenen las dolencias cardiovasculares.
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Medicación con receta
- Si nada de lo anterior te ayuda a reducir tu presión sanguínea, tal vez necesites que tu médico te recete alguna medicación. Consulta con él antes de implementar cualquier cambio en tu estilo de vida.
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Ejercicio
- Todos sabemos que el ejercicio es beneficioso para la salud en general y también te ayudará a controlar la presión sanguínea.
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Ejercicio
- Entre 30 y 40 minutos, tres o cuatro veces por semana, será suficiente.
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Control de peso
- También es importante que mantengas un peso saludable, y no se trata solo del IMC. La acumulación de grasa en el abdomen puede acarrear problemas serios.
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Control de peso
- No caigas en la tentación de las dietas milagro. Opta por una alimentación saludable, implementando cambios de hábitos que puedas mantener en el tiempo.
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Azúcar
- Una forma muy sencilla de reducir la presión sanguínea consiste en reducir el exceso de azúcar de tu dieta. Tus dientes también lo agradecerán.
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Carbohidratos refinados
- Nadie dice que debas eliminar los carbohidratos de tu alimentación, al contrario. Sin embargo, si reduces la cantidad de refinados y los sustituyes por integrales, tu presión sanguínea podría estabilizarse.
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Potasio
- Los plátanos, el pescado, la leche, las batatas y los tomates son fantásticas fuentes de potasio, que ayuda a reducir la presión sanguínea.
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Potasio
- Las dietas ricas en potasio pueden ser dañinas para personas con problemas en los riñones, así que consulta a tu médico.
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Sal
- Algunas personas consiguen bajar su presión sanguínea reduciendo la cantidad de sal que ingieren, pero no a todos nos funciona. Eso sí, comer con menos sal solo puede traer cosas buenas.
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Comida procesada
- El alto contenido en sal y azúcar de los alimentos procesados es preocupante. En cambio, los alimentos naturales siempre serán más saludables y te ayudarán a reducir la presión sanguínea.
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Comida procesada
- Sería genial que redujeses la ingesta de comida procesada, pero sería aún mejor si pudieses desterrarla por completo de tu dieta.
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Fumar
- Todos sabemos que el tabaco causa una amplia gama de enfermedades, y también está estrechamente relacionado con la presión sanguínea alta. Si dejas el tabaco, invertirás algunos de los daños causados a tu sistema cardiovascular y, por lo tanto, ayudarías a reducir tu presión sanguínea.
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Estrés
- Respirar profundamente y tomarse un momento para relajarse es siempre una buena forma de reducir el estrés, que podría provocar presión sanguínea alta.
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Estrés
- Muchos tenemos trabajos estresantes, pero podemos gestionar la tensión haciendo descansos de forma regular y asegurándonos de que no trabajamos demasiadas horas.
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Yoga
- La meditación y el yoga pueden ser muy útiles para controlar este problema. Estas prácticas reducen el estrés y, como consecuencia, mejoran la presión sanguínea.
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Chocolate negro - Debe tener al menos un 60 % de cacao y no debes excederte con las cantidades. Una pequeña porción al día puede ser muy beneficiosa para bajar la presión sanguínea.
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Hierbas medicinales
- Si tomas medicación con receta, habla siempre con tu médico antes de tomar suplementos de hierbas. Eso sí, el té verde y el jugo de apio ayudan a reducir la presión sanguínea.
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Jengibre
- El jengibre aporta una gran variedad de beneficios a nuestra salud, como ayudar a reducir la presión sanguínea.
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Sueño
- Si quieres normalizar tu presión sanguínea, debes dormir siempre entre siete y nueve horas. Dormir más o menos podría causarte problemas.
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Ajo
- La ingesta de ajo, ya sea entero o en polvo, puede ayudarte también con esto.
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Proteína
- Los alimentos ricos en proteínas, como el pescado, los huevos, la ternera, los frutos secos o los garbanzos pueden ser muy efectivos a la hora de reducir la presión sanguínea.
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Suplementos
- Algunos suplementos que se pueden usar a la hora de reducir la presión sanguínea son: Omega 3, citrulina, coenzima Q10 y proteína del suero.
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Alcohol
- No es necesario dejar por completo el alcohol (a menos que así lo desees), pero es importante reducirlo al mínimo para mantener la presión sanguínea en niveles normales.
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Alcohol
- ¿Por qué no sustituir las bebidas alcohólicas por otras que no lo sean? Simplemente, ten cuidado con la cantidad de azúcar que llevan.
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Cafeína
- Reducir la ingesta de cafeína tomando menos café, Coca-cola o bebidas similares puede mejorar tus niveles de presión sanguínea. El exceso de cafeína también puede provocar insomnio.
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Calcio
- Existe relación entre una dieta con niveles suficientes de calcio y los niveles normales de presión sanguínea.
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Magnesio
- Las verduras, los productos lácteos, las legumbres, el pollo y los granos integrales contienen magnesio, que puede ayudar a reducir la presión sanguínea.
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Frutos del bosque
- Comiendo frutos del bosque puedes ayudar a controlar la presión sanguínea porque contienen polifenoles, que previenen las dolencias cardiovasculares.
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Medicación con receta
- Si nada de lo anterior te ayuda a reducir tu presión sanguínea, tal vez necesites que tu médico te recete alguna medicación. Consulta con él antes de implementar cualquier cambio en tu estilo de vida.
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Hipertensión: descubre las mejores maneras de combatirla
¡Aprende a disminuir tu tensión arterial!
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La tensión arterial alta puede aumentar la probabilidad de sufrir un ataque al corazón o un derrame. Por lo tanto, es clave mantenerla en niveles normales.
Si la tuya está demasiado alta, debes saber que existen ciertos cambios de estilo de vida que pueden ayudarte a controlarla. Echa un vistazo a la siguiente galería para descubrir cómo hacerlo. Por supuesto, ten en mente que lo primero que debes hacer es consultar a un médico.
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