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Síntoma principal
- El síntoma principal del síndrome es una necesidad irresistible e incontrolable de mover las piernas.
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Se va con el movimiento
- Esta sensación acuciante suele aplacarse con el movimiento (es decir, andando, estirando o sacudiendo las piernas, etc).
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Un hormigueo desagradable
- En algunos casos también puede provocar un hormigueo desagradable en los pies, los gemelos y los muslos.
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Empeora por la noche
- Esta sensación desasosegante suele empeorar por la noche. En algunos casos puede incluso llegar a afectar a las manos.
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Movimientos periódicos de las piernas
- Este síndrome también se asocia con los movimientos periódicos de las piernas (PLM por sus siglas en inglés), es decir, con espasmos involuntarios de las extremidades.
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La frecuencia varía
- No todos los que sufren este síndrome padecen los síntomas constantemente. Algunos los sufren a diario y otros solo de forma ocasional.
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La frecuencia varía
- La gravedad de los casos también varía. Lo peor que puede ocurrir es que el síndrome llegue a interferir con la vida diaria de quienes lo sufren.
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Causas
- La mayoría de casos no tienen una causa clara. A este tipo de manifestación del síndrome se lo conoce como idiopático o primario.
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Síndrome de las piernas inquietas idiopático
- Esta manifestación del síndrome suele ser hereditaria y algunos neurólogos creen que tiene que ver con la forma en la que el cuerpo gestiona la dopamina.
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Dopamina
- La dopamina es una hormona y un neurotransmisor que cumple muchas funciones importantes en el cuerpo, tales como controlar el movimiento de los músculos.
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Una condición subyacente
- En otros casos, el síndrome puede deberse a una condición subyacente como la anemia o un fallo renal.
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Síndrome de las piernas inquietas secundario
- Si el problema se debe a una condición subyacente, estamos ante un síndrome de las piernas inquietas secundario.
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12 / 29 Fotos
La relación con el embarazo
- El síndrome de las piernas inquietas también se ha vinculado al embarazo. Según el NHS, una de cada cinco mujeres lo experimenta durante el último trimestre.
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13 / 29 Fotos
La relación con el embarazo
- Todavía no está claro por qué las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollarlo. Lo que sí sabemos es que los síntomas suelen desaparecer tras el parto.
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14 / 29 Fotos
Tratamiento
- Si el caso es más bien leve y no está vinculado a una causa subyacente, no se suele necesitar tratamiento.
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15 / 29 Fotos
Cambios en el estilo de vida
- Lo que sí puede pasar es que se recomiende a los pacientes cambiar algunos aspectos de su estilo de vida.
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16 / 29 Fotos
Ejemplos
- Estos cambios pueden incluir tomar medidas para mejorar el descanso nocturno, como ir siempre a la cama a la misma hora o evitar tomar cafeína y alcohol por la noche.
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17 / 29 Fotos
Dejar de fumar
- También se les suele recomendar que dejen de fumar y que hagan deporte con regularidad durante el día.
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18 / 29 Fotos
Casos más serios
- Si los síntomas son más graves, las personas con el síndrome de las piernas inquietas pueden tener que tomar medicamentos para regular los niveles de hierro y dopamina.
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En caso de anemia
- Asimismo, si los síntomas se deben a la anemia, el paciente puede tener que tomar suplementos de hierro.
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¿Quién lo sufre?
- Si echamos un vistazo a quiénes padecen más este síndrome, está claro que se trata de un problema común que las personas pueden desarrollar en cualquier etapa de su vida.
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Más común en mujeres
- Sin embargo, también está claro que las mujeres tienen el doble de posibilidades de desarrollarlo que los hombres.
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22 / 29 Fotos
Etapas de la vida
- También parece que el síndrome de las piernas inquietas es más común en la mediana edad, si bien los síntomas pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida (incluida la infancia).
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23 / 29 Fotos
Prescripción médica
- Si es posible abordar la causa subyacente del síndrome e incluso recibir tratamiento, los síntomas suelen desaparecer.
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24 / 29 Fotos
Complicaciones
- Sin embargo, si no es posible identificar la causa subyacente, los síntomas pueden empeorar con el tiempo y acabar interfiriendo seriamente con la vida del paciente.
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Insomnio
- Aunque el problema en sí mismo no supone un peligro, sí puede interferir con la vida de la persona hasta el punto de llegar a causarle insomnio.
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26 / 29 Fotos
Trastornos mentales asociados
- No dormir lo suficiente no solo es agotador, sino que también puede dar pie a trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
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27 / 29 Fotos
Buscar ayuda
- Si padeces el síndrome de las piernas inquietas y está afectando a tu calidad de vida, plantéate ir al médico para obtener información y ver si se puede hacer algo al respecto. Fuentes: (NHS) No te pierdas: Epilepsia: descubre qué famosos sufren este trastorno
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Síntoma principal
- El síntoma principal del síndrome es una necesidad irresistible e incontrolable de mover las piernas.
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Se va con el movimiento
- Esta sensación acuciante suele aplacarse con el movimiento (es decir, andando, estirando o sacudiendo las piernas, etc).
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Un hormigueo desagradable
- En algunos casos también puede provocar un hormigueo desagradable en los pies, los gemelos y los muslos.
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Empeora por la noche
- Esta sensación desasosegante suele empeorar por la noche. En algunos casos puede incluso llegar a afectar a las manos.
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Movimientos periódicos de las piernas
- Este síndrome también se asocia con los movimientos periódicos de las piernas (PLM por sus siglas en inglés), es decir, con espasmos involuntarios de las extremidades.
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La frecuencia varía
- No todos los que sufren este síndrome padecen los síntomas constantemente. Algunos los sufren a diario y otros solo de forma ocasional.
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La frecuencia varía
- La gravedad de los casos también varía. Lo peor que puede ocurrir es que el síndrome llegue a interferir con la vida diaria de quienes lo sufren.
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Causas
- La mayoría de casos no tienen una causa clara. A este tipo de manifestación del síndrome se lo conoce como idiopático o primario.
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Síndrome de las piernas inquietas idiopático
- Esta manifestación del síndrome suele ser hereditaria y algunos neurólogos creen que tiene que ver con la forma en la que el cuerpo gestiona la dopamina.
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Dopamina
- La dopamina es una hormona y un neurotransmisor que cumple muchas funciones importantes en el cuerpo, tales como controlar el movimiento de los músculos.
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Una condición subyacente
- En otros casos, el síndrome puede deberse a una condición subyacente como la anemia o un fallo renal.
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Síndrome de las piernas inquietas secundario
- Si el problema se debe a una condición subyacente, estamos ante un síndrome de las piernas inquietas secundario.
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La relación con el embarazo
- El síndrome de las piernas inquietas también se ha vinculado al embarazo. Según el NHS, una de cada cinco mujeres lo experimenta durante el último trimestre.
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La relación con el embarazo
- Todavía no está claro por qué las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollarlo. Lo que sí sabemos es que los síntomas suelen desaparecer tras el parto.
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Tratamiento
- Si el caso es más bien leve y no está vinculado a una causa subyacente, no se suele necesitar tratamiento.
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Cambios en el estilo de vida
- Lo que sí puede pasar es que se recomiende a los pacientes cambiar algunos aspectos de su estilo de vida.
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Ejemplos
- Estos cambios pueden incluir tomar medidas para mejorar el descanso nocturno, como ir siempre a la cama a la misma hora o evitar tomar cafeína y alcohol por la noche.
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Dejar de fumar
- También se les suele recomendar que dejen de fumar y que hagan deporte con regularidad durante el día.
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Casos más serios
- Si los síntomas son más graves, las personas con el síndrome de las piernas inquietas pueden tener que tomar medicamentos para regular los niveles de hierro y dopamina.
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En caso de anemia
- Asimismo, si los síntomas se deben a la anemia, el paciente puede tener que tomar suplementos de hierro.
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¿Quién lo sufre?
- Si echamos un vistazo a quiénes padecen más este síndrome, está claro que se trata de un problema común que las personas pueden desarrollar en cualquier etapa de su vida.
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Más común en mujeres
- Sin embargo, también está claro que las mujeres tienen el doble de posibilidades de desarrollarlo que los hombres.
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Etapas de la vida
- También parece que el síndrome de las piernas inquietas es más común en la mediana edad, si bien los síntomas pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida (incluida la infancia).
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Prescripción médica
- Si es posible abordar la causa subyacente del síndrome e incluso recibir tratamiento, los síntomas suelen desaparecer.
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Complicaciones
- Sin embargo, si no es posible identificar la causa subyacente, los síntomas pueden empeorar con el tiempo y acabar interfiriendo seriamente con la vida del paciente.
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Insomnio
- Aunque el problema en sí mismo no supone un peligro, sí puede interferir con la vida de la persona hasta el punto de llegar a causarle insomnio.
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Trastornos mentales asociados
- No dormir lo suficiente no solo es agotador, sino que también puede dar pie a trastornos mentales como la ansiedad y la depresión.
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Buscar ayuda
- Si padeces el síndrome de las piernas inquietas y está afectando a tu calidad de vida, plantéate ir al médico para obtener información y ver si se puede hacer algo al respecto. Fuentes: (NHS) No te pierdas: Epilepsia: descubre qué famosos sufren este trastorno
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Síndrome de las piernas inquietas: síntomas y soluciones
¿Crees que podrías padecerlo?
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La enfermedad de Willis-Ekbom, más conocida como el síndrome de las piernas inquietas, es un trastorno que provoca un impulso irrefrenable de mover las extremidades inferiores. En los casos más leves es un inconveniente, pero en los más graves puede llegar a interferir con la vida de quienes lo sufren. A pesar de ser un problema común, la gente no suele saber mucho al respecto. Si quieres informarte, has venido al sitio correcto: ¡aquí te lo contamos todo!
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