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Olvidarte de inspeccionar la habitación -

Incluso los mejores hoteles pueden dejarse algunos rincones sin limpiar de vez en cuando. Inspecciona la habitación cuando llegues y presta especial atención a la cama y al baño.

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Meter a tu mascota en la habitación a escondidas -

Por mucho que quieras tener a tu mascota siempre contigo, ni se te ocurra meterla en la habitación si el hotel no acepta animales. Además, es muy fácil saber si alguien se ha saltado la norma. A menos que quieras pagar la factura de tu vida, ¡no lo hagas!

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Romper algo de cristal y mentir al respecto -

Los accidentes ocurren, pero no decir nada puede hacer que tanto el personal de limpieza como los futuros huéspedes se hagan daño. El cristal no es fácil de ver y aunque la habitación se limpie, el encargado puede dejarse algún fragmento.

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Engañar al personal con las consumiciones del minibar -

No intentes hacerte el listo sustituyendo el licor por refrescos. No solo es de mala educación, sino que además te cobrarán las bebidas igual. Asume que tendrás que pagar todo lo que comas y bebas del minibar.

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Tocar las superficies sin precaución -

Recuerda: los objetos que más se tocan en una habitación de hotel suelen ser los más sucios (p. ej. el suelo y los manillares). Lleva siempre toallitas desinfectantes encima.

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Solicitar un check-in temprano en el último minuto -

Tienes que solicitar este servicio con mucha antelación para que el hotel pueda dar la orden de limpiar primero tu habitación. Si lo pides en el último momento, será demasiado tarde.

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Esperar que la habitación esté limpia de inmediato -

Algunos huéspedes esperan que la habitación esté lista al cabo de unos minutos o de una hora. Da igual cómo de eficiente sea el personal de limpieza: se necesitan por lo menos tres o cuatro horas para dejarlo todo impecable.

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Llamar a recepción para hacer preguntas sin antes leer los documentos informativos -

Asegúrate de leer los documentos informativos que haya en la habitación antes de llamar a recepción. Lo más probable es que ahí encuentres todas las respuestas a tus dudas.

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No mirar si hay chinches -

Antes de tumbarte en la cama, inspecciónala en busca de chinches. ¡A veces se encuentran incluso en los hoteles más lujosos!

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Enviar información confidencial a través del wifi del hotel -

Si usas tu computador en un hotel, hazlo con precaución y evita mandar mensajes que contengan información confidencial (sobre todo si están sin encriptar).

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Robar los albornoces -

Si no quieres despertarte con un cargo inesperado en tu cuenta bancaria, evita robar los albornoces. Además, es de mala educación. ¡Te acabará saliendo caro!

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Tirar la maleta sobre la cama -

Lanzar la maleta sobre la cama está mal por dos razones. En primer lugar, porque estás llenando de suciedad el lugar donde vas a dormir. Y en segundo, porque si la cama tiene chinches, puede que estas acaben colándose en tu maleta.

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Dejar la puerta del baño abierta mientras te duchas -

No es que no puedas disfrutar de una ducha bien caliente, sino que el vapor puede hacer saltar la alarma antiincendios. Por ese motivo, es mejor que te duches con la puerta cerrada.

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Hacer el check-out tarde sin avisar antes a recepción -

Salir más tarde de lo previsto de la habitación puede descuadrar todo el horario del personal, ya que necesitan dejarlo todo listo para los siguientes huéspedes. Y por si esto fuera poco, pueden cobrarte por ello.

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Gritar el número del cuarto -

No digas el número de tu habitación en voz alta en recepción o en cualquier otro sitio público. Puedes correr el riesgo de que la información llegue a los oídos equivocados.

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Dejar joyas en la maleta o en la cómoda -

No dejes joyas, dinero ni objetos de valor al descubierto. Si necesitas dejar algo en la habitación, usa la caja fuerte.

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Fumar -

Lo más probable es que la política del hotel prohíba fumar en las habitaciones. El humo no solo es molesto, sino que además puede hacer saltar la alarma antiincendios.

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Cubrir la alarma antiincendios -

La mayoría de hoteles no permiten fumar dentro de las habitaciones. Aun así, hay huéspedes que tientan a la suerte y cubren la alarma antiincendios para que el humo no le llegue. Sin embargo, hacer esto solo pone en riesgo su seguridad y la de todos los demás.

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Usar las almohadas decorativas -

Las almohadas decorativas no son fáciles de limpiar y, si prestas atención, verás que las fundas no se pueden quitar. Esto significa que muchas otras personas se han apoyado en ellas antes de ti. ¡Ten cuidado!

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Cocinar sin tener espacio para ello -

Comprar cosas en el supermercado para ahorrar algo de dinero es una cosa y meter electrodomésticos portátiles en la habitación del hotel es otra (sobre todo cuando no hay espacio para ello). Pueden hacer saltar la alarma antiicendios e incluso provocar un incendio de verdad, por lo que es mejor que te ciñas a los alimentos que puedas comer sin cocinar.

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Llevarte las toallas -

Algunos hoteles cuentan y cobran las toallas que faltan. Si no quieres pasar por un mal trago, no te las lleves. Al fin y al cabo, ¡probablemente puedes permitirte las tuyas!

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Gritarle al personal -

Da igual lo grave que sea el problema: no grites. Estás tratando con personas que están intentando ayudarte. Y lo que es aún más importante: ¡no son tus siervos!

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Salir del hotel sin alertar al personal de los muebles dañados -

Algunos huéspedes se hacen los locos cuando rompen algún mueble. ¡No pienses que nadie se va a dar cuenta!

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Olvidarte de que te has teñido el pelo -

Si te tiñes el pelo, espera unos días antes de irte de viaje. De lo contrario, acabarás tiñendo las toallas y las sábanas del hotel.

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Limpiar los zapatos con una toalla -

Aunque la toalla no sea tuya, estarás estropeando la propiedad del hotel. ¡Así que nada de usarlas para desmaquillarte o limpiar los zapatos!

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Usar el control remoto -

El control remoto es uno de los objetos más sucios de la habitación. Aunque esto no te dé reparos, asegúrate de lavarte bien las manos después de utilizarlo.

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Hacer ruido al caminar -

Intenta ser lo más cortés posible con el resto de huéspedes y no camines como si fueses un elefante en una cacharrería.

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Llevarte objetos o productos de higiene grandes -

Por lo general, puedes llevarte las botellas pequeñas de gel y champú, pero los objetos grandes (p. ej. el secador de pelo) son propiedad del hotel. A menos que estés dispuesto a pagar por ellos, no te los lleves.

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Usar el rociador antiincendios para colgar cosas -

No es la primera vez que ocurre y puede activar la alarma antiincendios y los rociadores. ¡No hagas experimentos y cuelga la ropa en el armario!

Fuentes: (Reader's Digest) (Insider)

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