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Más comunes de lo que se cree -

Puede que los trastornos alimenticios no sean tan habituales como otros problemas psiquiátricos, pero son mucho más comunes de lo que la gente cree.

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Estadísticas -

Los estudios indican que cerca del 10% de la población mundial pasará por un trastorno alimenticio en algún momento de su vida.

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Perspectiva -

Esto significa que aunque no lo hayas vivido en tus propias carnes, es posible que conozcas a más de una persona que sí ha pasado por ello.

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Ideas preconcebidas - Puede que los trastornos alimenticios sean comunes, pero existen muchas ideas preconcebidas al respecto que hace que sean muy difíciles de tratar.

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Definiciones -

¿Qué es un trastorno alimenticio exactamente? El término abarca varias enfermedades que se caracterizan por ciertas conductas alimentarias perjudiciales.

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Ejemplos - Estas conductas pueden ser desde restringir las calorías hasta comer en exceso para después purgar el cuerpo mediante vómitos, laxantes o un ejercicio excesivo.

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Anorexia - Una persona con un trastorno alimenticio puede presentar una de estas conductas o una combinación de varias. Quienes sufren anorexia, por ejemplo, suelen restringir la cantidad de comida que consumen.

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Bulimia -

La bulimia nerviosa, por el contrario, se suele caracterizar por atracones seguidos de una purga o eliminación de las calorías mediante el vómito.

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Importante - Son estas conductas y solo estas conductas las que caracterizan los trastornos alimenticios. El peso de una persona, por ejemplo, no es indicativo de si alguien está pasando por un trastorno alimenticio o no.

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Un mito extendido - De hecho, uno de los mitos más extendidos que hace que los trastornos alimenticios sean tan escurridizos y difíciles de tratar es que quienes los sufren tienden a estar extremadamente delgados.

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Médicamente "sanas" - Lo cierto, sin embargo, es que las personas con un peso que los médicos considerarían "sano" también pueden sufrir un trastorno alimenticio.

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Complicaciones - Incluso es posible que alguien con un peso saludable sufra un trastorno alimenticio grave que le acarree problemas de salud a la larga.

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Otro mito -

Otro mito sobre los trastornos alimenticios es que es posible librarse de ellos comiendo diferente.

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Enfermedades psiquiátricas -

La razón por la que esto no sirve es porque los trastornos alimenticios son enfermedades psiquiátricas. Por lo que sabemos, quienes los sufren suelen tener una percepción distorsionada de sí mismos.

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Autocrítica excesiva -

Las personas que desarrollan trastornos alimenticios tienden a ser muy críticas consigo mismas. Si se les pregunta, suelen enumerar varios defectos que creen tener.

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Caos interno -

Una teoría es que, para contrarrestar el caos interno que sufren, recurren a los trastornos alimenticios para intentar tener algún sentido del control.

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La causa -

Los expertos no están seguros de qué es lo que provoca los trastornos alimenticios exactamente. Es probable que su desarrollo se vea influenciado por varios factores externos y genéticos.

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Factores coadyuvantes - Hay ciertos factores psicológicos (como el perfeccionismo o la insatisfacción con la imagen personal) y enfermedades mentales (como la ansiedad o la depresión) que también parecen influir.

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Factores coadyuvantes -

Los factores sociales también pueden tener cierto peso (p. ej. estigma, acoso, redes sociales limitadas, etc.).

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Personas afectadas -

Los trastornos alimenticios suelen estar más asociados a las mujeres, pero cualquier persona es susceptible de desarrollar uno.

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Adolescentes -

El hecho de que estos trastornos afecten profundamente al desarrollo de la identidad y la imagen personal de la gente hace que los adolescentes sean especialmente vulnerables a ellos.

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Tratamiento -

Los trastornos alimenticios pueden ser muy difíciles de tratar, pero hay opciones. Muchas personas que reciben tratamiento acaban recuperándose por completo.

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La triste verdad -

El tratamiento tiene más posibilidades de funcionar si los trastornos se detectan a tiempo, pero por desgracia, menos del 50% de quienes los sufren buscan ayuda.

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Tratamiento -

En lo que al tratamiento se refiere, existen muchas opciones. Los trastornos alimenticios tienen un efecto complejo tanto en el cuerpo como la mente.

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Combinación de métodos - Por lo tanto, el tratamiento suele combinar el asesoramiento y seguimiento nutricionales con la psicoterapia e incluso con la medicación.

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Combinación de métodos - Para la mayoría de trastornos alimenticios existen tratamientos psicoterapéuticos basados en métodos probados como la terapia familiar y cognitivo-conductual.

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Psicoterapia -

La psicoterapia ayuda a que las personas desarrollen las habilidades necesarias para abordar los problemas psicológicos subyacentes que les hicieron desarrollar un trastorno alimenticio.

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Investigación actual -

En algunos casos, los pacientes no responden al tratamiento tradicional. Por lo tanto, los investigadores están explorando otras opciones como la estimulación magnética transcraneal.

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Puede salvar vidas -

En el caso de los trastornos alimenticios, la efectividad del tratamiento varía, pero es importante recordar que puede llegar a salvar vidas.

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En resumen -

Los trastornos alimenticios pueden ser muy destructivos para quienes los sufren y para los que están a su alrededor. Desmentir los mitos que existen en torno a ellos ayuda a acabar con el estigma y a favorecer el acceso al tratamiento.

Fuentes: (TED)

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