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¿Qué es?
- Morderse las uñas es un hábito conocido como onicofagia y, en su forma grave o patológica, se trata de la conducta repetitiva centrada en el cuerpo más común.
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Parar es difícil
- Los expertos no saben a ciencia cierta por qué algunas personas desarrollan esta conducta, pero hay cinco desencadenantes claros: sensorial, afectivo (emocional), cognitivo, motor y ambiental.
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Infancia
- Este hábito suele surgir en la infancia alrededor de los tres o cuatro años. Algunos niños lo pierden a medida que crecen, pero otros lo arrastran hasta la edad adulta.
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Estrés
- Morderse las uñas puede ser una respuesta al estrés, ya que esta conducta repetitiva ayuda a gestionar las emociones complicadas.
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Aburrimiento
- Muchas personas sienten el impulso de morderse las uñas cuando están aburridas, ya que les estimula.
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Hábito
- Con el tiempo, morderse las uñas puede convertirse en un hábito aunque no haya un desencadenante claro.
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Vergüenza
- Quienes se muerden las uñas suelen avergonzarse de esta costumbre y algunas incluso llegan a aislarse, ya que el aspecto de sus uñas les genera ansiedad.
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Daño físico
- Esta conducta también puede provocar heridas, rojez e incluso infecciones en las uñas, lo que también puede dañar las cutículas. Asimismo, quienes se tragan las uñas corren el riesgo de desarrollar infecciones estomacales o intestinales.
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Daño dental
- Morderse las uñas es una forma de pasar gérmenes y suciedad a la boca, lo que puede afectar a las encías. La fricción de los dientes contra las uñas también puede desgastar el esmalte con el tiempo o incluso hacer que los dientes se partan o astillen.
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Vendas y tiritas
- Las barreras físicas como las vendas, tiritas, guantes, etc. pueden ayudar a controlar el hábito.
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Aficiones
- Las actividades como tejer, dibujar, etc. ayudan a mantener las manos ocupadas y son una distracción para no morderse las uñas.
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11 / 31 Fotos
Esmalte amargo
- Los esmaltes amargos tienen un sabor desagradable pero inocuo que ayuda a no morder las uñas.
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12 / 31 Fotos
Gestión del estrés
- Si el estrés te lleva a morderte las uñas, practica técnicas de relajación como respirar hondo, meditar o hacer yoga.
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Técnicas de visualización
- Visualiza unas uñas sanas y una vida libre de esta mala costumbre cada vez que sientas el impulso de mordértelas.
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14 / 31 Fotos
Ejercicio regular
- Hacer deporte con frecuencia puede reducir el estrés y mejorar la concentración. Esto, a su vez, puede contribuir a que no te muerdas tanto las uñas.
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Grupo de apoyo
- Comparte tu propósito de dejar de morderte las uñas con tus seres queridos. Estos pueden ofrecerte apoyo y ayudarte a mantener el hábito a raya.
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Manicura
- Algunas personas buscan imperfecciones en sus uñas y las muerden. Hacerse la manicura con regularidad ayuda a mantenerlas limpias y en buen estado, lo que también puede ayudar a controlar esta manía.
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Sustitución del hábito
- Cuando sientas el impulso de morderte las uñas, intenta hacer otra cosa como apretar una pelota antiestrés.
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Mascar chicle
- Mantén la boca ocupada mascando chicle para mantener la necesidad de morderte las uñas a raya.
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Cortar las uñas
- Si llevas las uñas cortas, tendrás menos para morder (y la experiencia no será tan satisfactoria).
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Poner alarmas o recordatorios
- Pega pósits o pon alarmas para recordarte a ti mismo que no debes morderte las uñas.
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Escribir un diario
- Apunta tus pensamientos o sentimientos cuando sientas el impulso de morderte las uñas para entender cuáles son los desencadenantes.
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Buscar grupos de apoyo
- Únete a foros o grupos de apoyo para quienes tienen el mismo problema que tú. De esa manera podréis respaldaros y compartir consejos que os ayuden a superarlo.
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Disminución gradual
- Intenta dejar el hábito poco a poco. Empieza por no morderte las uñas de los pulgares y después ve haciendo lo mismo con el resto de dedos.
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Mantén las manos hidratadas
- Lleva crema de manos y aceite para las cutículas en el bolso, ya que la piel seca y escamada puede hacer que te entren ganas de morderte las uñas.
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Extensiones para uñas
- Las extensiones acrílicas o de gel para las uñas pueden aplicarse aunque estas estén mordidas o la piel esté inflamada y evitan que puedas seguir mordiéndolas.
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26 / 31 Fotos
Establecer objetivos realistas
- Ten objetivos y expectativas realistas para no perder la motivación. La meta no es la perfección, sino el progreso.
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Buscar ayuda profesional
- Si morderte las uñas está afectando a tu salud física o mental, plantéate ir al psicólogo. La terapia cognitivo-conductual puede ser muy útil para tratar este tipo de hábitos.
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Celebrar el progreso
- Dejar los malos hábitos no es fácil, así que celebra tu progreso y asume que las recaídas son parte del proceso. Sacar fotos de tus uñas también puede ser una buena manera de hacer un seguimiento de tus avances.
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Tiempo
- Aunque no hay un plazo específico para dejar un hábito, las investigaciones apuntan a que se suele tardar entre 18 y 254 días. Así que ya sabes: ¡sé paciente! Fuentes: (UCLA Health) (WebMD) (Calm) (Healthline) No te pierdas: Malos hábitos de belleza que debes dejar atrás ya
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¿Qué es?
- Morderse las uñas es un hábito conocido como onicofagia y, en su forma grave o patológica, se trata de la conducta repetitiva centrada en el cuerpo más común.
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Parar es difícil
- Los expertos no saben a ciencia cierta por qué algunas personas desarrollan esta conducta, pero hay cinco desencadenantes claros: sensorial, afectivo (emocional), cognitivo, motor y ambiental.
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Infancia
- Este hábito suele surgir en la infancia alrededor de los tres o cuatro años. Algunos niños lo pierden a medida que crecen, pero otros lo arrastran hasta la edad adulta.
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Estrés
- Morderse las uñas puede ser una respuesta al estrés, ya que esta conducta repetitiva ayuda a gestionar las emociones complicadas.
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Aburrimiento
- Muchas personas sienten el impulso de morderse las uñas cuando están aburridas, ya que les estimula.
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Hábito
- Con el tiempo, morderse las uñas puede convertirse en un hábito aunque no haya un desencadenante claro.
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Vergüenza
- Quienes se muerden las uñas suelen avergonzarse de esta costumbre y algunas incluso llegan a aislarse, ya que el aspecto de sus uñas les genera ansiedad.
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Daño físico
- Esta conducta también puede provocar heridas, rojez e incluso infecciones en las uñas, lo que también puede dañar las cutículas. Asimismo, quienes se tragan las uñas corren el riesgo de desarrollar infecciones estomacales o intestinales.
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Daño dental
- Morderse las uñas es una forma de pasar gérmenes y suciedad a la boca, lo que puede afectar a las encías. La fricción de los dientes contra las uñas también puede desgastar el esmalte con el tiempo o incluso hacer que los dientes se partan o astillen.
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Vendas y tiritas
- Las barreras físicas como las vendas, tiritas, guantes, etc. pueden ayudar a controlar el hábito.
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Aficiones
- Las actividades como tejer, dibujar, etc. ayudan a mantener las manos ocupadas y son una distracción para no morderse las uñas.
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Esmalte amargo
- Los esmaltes amargos tienen un sabor desagradable pero inocuo que ayuda a no morder las uñas.
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Gestión del estrés
- Si el estrés te lleva a morderte las uñas, practica técnicas de relajación como respirar hondo, meditar o hacer yoga.
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Técnicas de visualización
- Visualiza unas uñas sanas y una vida libre de esta mala costumbre cada vez que sientas el impulso de mordértelas.
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Ejercicio regular
- Hacer deporte con frecuencia puede reducir el estrés y mejorar la concentración. Esto, a su vez, puede contribuir a que no te muerdas tanto las uñas.
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Grupo de apoyo
- Comparte tu propósito de dejar de morderte las uñas con tus seres queridos. Estos pueden ofrecerte apoyo y ayudarte a mantener el hábito a raya.
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Manicura
- Algunas personas buscan imperfecciones en sus uñas y las muerden. Hacerse la manicura con regularidad ayuda a mantenerlas limpias y en buen estado, lo que también puede ayudar a controlar esta manía.
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Sustitución del hábito
- Cuando sientas el impulso de morderte las uñas, intenta hacer otra cosa como apretar una pelota antiestrés.
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Mascar chicle
- Mantén la boca ocupada mascando chicle para mantener la necesidad de morderte las uñas a raya.
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Cortar las uñas
- Si llevas las uñas cortas, tendrás menos para morder (y la experiencia no será tan satisfactoria).
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Poner alarmas o recordatorios
- Pega pósits o pon alarmas para recordarte a ti mismo que no debes morderte las uñas.
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Escribir un diario
- Apunta tus pensamientos o sentimientos cuando sientas el impulso de morderte las uñas para entender cuáles son los desencadenantes.
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Buscar grupos de apoyo
- Únete a foros o grupos de apoyo para quienes tienen el mismo problema que tú. De esa manera podréis respaldaros y compartir consejos que os ayuden a superarlo.
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Disminución gradual
- Intenta dejar el hábito poco a poco. Empieza por no morderte las uñas de los pulgares y después ve haciendo lo mismo con el resto de dedos.
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Mantén las manos hidratadas
- Lleva crema de manos y aceite para las cutículas en el bolso, ya que la piel seca y escamada puede hacer que te entren ganas de morderte las uñas.
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Extensiones para uñas
- Las extensiones acrílicas o de gel para las uñas pueden aplicarse aunque estas estén mordidas o la piel esté inflamada y evitan que puedas seguir mordiéndolas.
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Establecer objetivos realistas
- Ten objetivos y expectativas realistas para no perder la motivación. La meta no es la perfección, sino el progreso.
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Buscar ayuda profesional
- Si morderte las uñas está afectando a tu salud física o mental, plantéate ir al psicólogo. La terapia cognitivo-conductual puede ser muy útil para tratar este tipo de hábitos.
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Celebrar el progreso
- Dejar los malos hábitos no es fácil, así que celebra tu progreso y asume que las recaídas son parte del proceso. Sacar fotos de tus uñas también puede ser una buena manera de hacer un seguimiento de tus avances.
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Tiempo
- Aunque no hay un plazo específico para dejar un hábito, las investigaciones apuntan a que se suele tardar entre 18 y 254 días. Así que ya sabes: ¡sé paciente! Fuentes: (UCLA Health) (WebMD) (Calm) (Healthline) No te pierdas: Malos hábitos de belleza que debes dejar atrás ya
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La verdad sobre morderse las uñas: consecuencias y soluciones
¿Cuánto sabes sobre la onicofagia?
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Morderse las uñas, un acto conocido también como onicofagia, es un hábito compulsivo. Solo en Estados Unidos, se cree que hasta el 30% de la población lo tiene. Se trata de una mala costumbre que suele empezar en la infancia y que se manifiesta como resultado del estrés, la ansiedad, el aburrimiento o incluso el perfeccionismo. Aunque pueda parecer inofensivo, este hábito puede provocar problemas como daños en las uñas, infecciones, problemas dentales y vergüenza. Haz clic para conocer sus causas y descubrir varias estrategias para librarte de él de una vez por todas.
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