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Cromo - Una carencia de este micromineral puede producir una disminución de la tolerancia a la glucosa y pérdida de peso.

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Cromo - Para reforzar el cromo de tu sistema, puedes comer alimentos como: champiñones, verduras de hoja verde, semillas de soja, semillas de girasol, garbanzos, anacardos, melaza e hígado.

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Magnesio - En humanos, la carencia de este micromineral es bastante común. Con poca frecuencia, puede producirse una debilitación de los huesos, baja fertilidad y disminución de la tolerancia a la glucosa.

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Magnesio - Si muestras alguno de estos signos, intenta incorporar verduras de hoja verde, bayas, lechuga, avena, semillas de soja, arroz integral y piña a tu dieta.

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Fluoruro - Si te falta fluoruro, sufres riesgo de padecer caries y otros problemas de salud oral.

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Fluoruro -

Aumenta tu ingesta de microminerales bebiendo mucha agua, té y, por supuesto, cepillándote los dientes, al menos, dos veces al día.

(Foto: delfi de la Rua)

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Cloruro de sodio - La falta de sal no se debe a las bajas cantidades ingeridas de un alimento en concreto. De hecho, normalmente se produce debido al aumento de la retención de líquidos.

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Cloruro de sodio - En este caso, debes prestar atención a la ingesta de fluidos para asegurarte de que el nivel de sodio y agua están equilibrados.

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Potasio - Normalmente, los bajos niveles de potasio no se deben a la falta de ingesta. Suele ocurrir cuando alguien pierde mucho fluido, a través de la orina, por ejemplo, o vomitando o con diarrea.

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Potasio - Cuando esto ocurre, la mejor forma de reforzar el sistema es comiendo patata dulce, tomates, verduras de hoja verde, zanahorias, habas, molaza, pescado, plátanos, melocotones, albaricoques, melón, patatas, champiñones, etc.

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Yodo - La falta de yodo afecta al crecimiento y al desarrollo neuronal. El signo más común de deficiencia de yodo es la hinchazón en el cuello.

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Yodo - En ese caso, debes comer algas, sal yodado, huevos fresas, espárragos y verduras.

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Magnesio - Debido a la gran cantidad de magnesio que contienen muchos alimentos, no suelen darse casos de carencia de este macromineral.

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Magnesio - Pero es posible. En ese caso, es importante consumir legumbres, frutos secos, semillas, granos integrales, frutas y aguacate.

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Calcio - El calcio es muy importante para mantener los huesos y los dientes fuertes. Su carencia puede provocar osteoporosis.

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Calcio - Para asegurarte de que tomas calcio suficiente, come lácteos, tofu, leche de soja, brécol, verduras, legumbres, sardinas, frutos secos, habas y truchas.

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Zinc - Los bajos niveles de zinc pueden hacer que baje el nivel de inmunidad y te vuelvas más susceptible a las infecciones.

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Zinc - Los alimentos que más zinc contienen son las ostras, la carne, las habas y los frutos secos.

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Hierro - El hierro es importante para tener un nivel normal de glóbulos rojos. Si te falta hierro, puedes acabar teniendo anemia.

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Hierro - Para asegurar tus niveles de hierro, come suficientes almendras, albaricoques, habas cocidas, dátiles, frijoles de Lima, judías, pasas, arroz integral, verduras, brócoli, semillas de calabaza, atún, lentejas, carne de pollo y cerdo.

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Selenio - Si eres una persona normalmente sana, no sería extraño que te faltase selenio. Los afectados pueden sufrir infertilidad, fatiga, debilidad muscular y del sistema inmunitario.

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Selenio - Los alimentos que lo proporcionan incluyen anacardos, champiñones, arroz, habas, salmón, granos integrales, nueces y huevos.

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Molibdeno - La carencia de molibdeno no se suele dar en humanos.

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Molibdeno - Normalmente se encuentra en legumbres y granos integrales.

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Fósforo - Este otro macromineral tampoco suele faltar en el cuerpo humano. Sin embargo, las dietas pobres y algunos trastornos alimenticios pueden provocar carencias de este material.

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Fósforo - Las fuentes por las que podemos obtener este mineral son legumbres, frutos secos, semillas, granos integrales, huevos, pescado, marisco, maíz y arroz salvaje.

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Cobre - Los casos de falta de cobre no son comunes, pero puede ocurrir.

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Cobre - Para esta gente, sería importante consumir champiñones, verduras, semillas de soja, semillas de girasol, garbanzo, anacardos, melaza e hígado.

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Dieta equilibrada - Habla con tu nutricionista o médico para asegurarte de que tus niveles de minerales son correctos y, de no serlo, pídele consejo sobre tu dieta.

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