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Patatas de bolsa - Las patatas de bolsa suelen estar deshidratadas, por lo que al descongelarlas no quedarán empapadas. Además, incluso puedes comerlas recién sacadas del congelador. ¡Prueba!

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Huevos - Sí, puedes congelar los huevos, pero tienes que descascarlos. Puedes congelarlos en recipientes individuales o batirlos. También puedes separar las yemas y las claras, si quieres.

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Leche - La leche se puede congelar, como muchos otros alimentos. Simplemente, asegúrate de NO utilizar una fuente de calor para descongelarla.

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Harina - Al congelarla, aumentarás su vida útil. Eso sí, asegúrate de meterla en un recipiente hermético.

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Queso - Los quesos curados y semicurados son fantásticos para congelar. Los puedes guardar en bloques o rallados. Ten en cuenta que algunos quesos suaves (ej. Brie y queso en crema) no son aptos para congelación.

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Puré de tomate - ¿Cuántas veces has usado solo una cuchara y el resto se ha ido a la basura? ¿La solución? Congélalo en porciones.

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Pesto - Casi nunca utilizamos todo el pesto que preparamos. Por eso, ¡congélalo!

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Aguacate - Es maravilloso para cuando se te antoja un poco de guacamole y no tienes aguacates frescos en casa. Eso sí, los aguacates descongelados no funcionan muy bien en ensaladas.

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Hummus - El hummus se puede congelar y te vendrá de perlas cuando te apetezca un aperitivo.

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Sopa - Congela la sopa en recipientes adecuados. Es importante calcular bien las porciones porque, cuando la descongeles, tendrás que comértela.

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Pasta - Si cocinas una gran cantidad de pasta y la congelas, podrás preparar en otro momento un plato sin perder tiempo.

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Arroz - Lo mismo ocurre con el arroz. Puedes cocinar mucho y congelarlo.

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Mazorcas - Puedes meter la mazorca directamente en el congelador o escaldarla primero.

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Cebolla troceada - Es un fantástico truco de cocina. Guárdalas en el congelador y ahorrarás tener que cortarla cada vez que cocines.

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Puré de patata - ¿Necesitas un acompañamiento? Descongela un poco de puré y listo.

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Manteca de cacahuete - La manteca de cacahuete tiene una larga vida útil de por sí, pero si quieres prolongarla aún más, puedes congelarla.

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Salsa agria - La consistencia cambia cuando se congela, así que no es la mejor forma de usarla en los tacos, pero sirve para cocinar.

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Masa - Tendrás masa lista en cualquier momento. Solo tienes que descongelarla.

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Tortitas y gofres - Ya no tendrás que levantarte una hora antes los fines de semana para hacer tortitas. Simplemente haz bastantes y congélalas.

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Pan - El pan fresco se puede congelar para aumentar su vida útil. No te olvides de cortarlo antes de congelarlo.

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Frutos secos -

Puedes congelar los frutos secos para evitar que se pongan rancios. Ponlos en una bolsa con cierre automático y durarán tanto tiempo como los mantengas en el congelador.

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Sándwiches y 'wraps' - Esto se aplica a los sándwiches, los 'wraps', los burritos y similares. Puedes prepararlos en el fin de semana y comerlos durante la semana, por ejemplo.

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Mantequilla - Debido a su alto contenido de grasa, la mantequilla se congela muy bien.

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Hierbas troceadas - Tenerlas a mano es un lujo. También las puedes mezclar con aceite de oliva y congelarlas en recipientes para cubitos de hielo. Son fantásticos para cocinar.

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Jengibre -

Corta y pela jengibre fresco y congélalo en una bolsa. Durará mucho tiempo y podrás rallarlo con facilidad.

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Glaseado - ¿Te has pasado con el glaseado para la tarta? No hay problema, solo ponlo en el congelador. Así durará hasta que hagas otro pastel.

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Ajo - El ajo es uno de esos alimentos que es bueno tener en el congelador, sobre todo, troceado.

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Pollo desmenuzado - Lo mismo ocurre con el pollo cocido y desmenuzado. Puedes descongelarlo y hacerte un sándwich o preparar otro plato delicioso.

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Espinacas -

Verduras como las espinacas o el brócoli se deben cocinar antes de congelarlas.

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