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Consejos - A continuación te daremos algunos consejos para que te protejas a ti y a tus seres más queridos de la intoxicación alimentaria.
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Lavate las manos - Puede parecer obvio, pero lavarte las manos antes de preparar la comida y después de tocar carne cruda, huevos o pescado es muy importante.
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Limpia las superficies a conciencia - Asegúrate de que las superficies en las que cocinas están completamente limpias, antes y después de preparar los platos. Esto será aún más importante si cocinas con carne o pescado.
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Lava las toallas de manos y platos - Es muy importante que laves constantemente estas toallas, además de mantenerlas secas. La humedad es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
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Usa varias tablas de cortar - Se recomienda que emplees tablas de cortar diferentes para la carne, el pescado, el pan, los vegetales y las frutas. Además, deberás evitar las de madera, que son más difíciles de lavar y secar.
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Separa la carne cruda del resto - Es de una importancia crítica que separes la carne cruda de los demás ingredientes. Las bacterias de la carne no cocinada son muy peligrosas.
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Mantén la carne cruda en la baldosa de abajo
- Siempre es recomendable que mantengas la carne en la parte baja del refrigerador para evitar que ningún jugo caiga sobre el resto de los alimentos.
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Cocina la carne por completo
- Asegúrate de que la carne está bien cocinada y de que no hay ninguna parte rosa en el interior. Esto es esencial para minimizar el riesgo de intoxicación.
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Mantén tu refrigerador por debajo de los 5 ºC - Es importante que te asegures de que la carne se mantiene a una buena temperatura en el refrigerador, que además no puede estar sobrecargado. Si este llegase a estar demasiado lleno se cortaría el flujo de aire y se calentaría.
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9 / 29 Fotos
Mete los restos en la nevera rápidamente - Asegúrate de que los restos estén guardados en recipientes adecuados y en el frigorífico 90 minutos después comer. Además, deberás consumir estos restos en un máximo de 48 horas.
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No ignores la fecha de caducidad - En ciertas ocasiones, a pesar de que parece que la comida está bien, comerla conlleva un gran riesgo, sobre todo si se trata de carne, pescado, huevos o leche.
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No prepares la comida si estás enfermo - A pesar de que tus manos están limpias, no puedes permitirte el riesgo de estornudar encima de los alimentos que preparas para los demás. ¡Podrían enfermar como tú!
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12 / 29 Fotos
Lava la fruta y las verduras a conciencia - Las frutas y las verduras pueden contener un montón de bacterias, por lo que necesitarás lavarlas a conciencia. También pueden contener restos de pesticidas o incluso insectos.
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No laves la carne
- A pesar de que parece una buena idea, esto no limpiará la carne de bacterias. Es más, acabarás esparciendo dichas bacterias por todo el fregadero.
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Descongela en el frigorífico - Descongelar la comida a temperatura ambiente puede ser muy peligroso, sobre todo si se trata de carne o pescado. Las bacterias se reproducen a una velocidad increíble.
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No pruebes la comida si no parece estar bien - ¿Parece estar mala? Probarla no es la mejor idea. Si crees que se ha estropeado el plato no debes arriesgarte, pues una pequeña porción es suficiente para enfermarte.
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Comidas de riesgo - La intoxicación alimentaria puede ser causada por una gran cantidad de factores, aunque algunos platos son más peligrosos que otros. Esta es la lista:
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Aves de corral - Es muy probable que las aves de corral que compres contengan bacterias del orden campylobacter o incluso salmonella. La buena noticia es que estas desaparecen si los alimentos se cocinan bien.
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18 / 29 Fotos
Pescado y mariscos - El pescado y el marisco deben almacenarse a la temperatura adecuada. Además, debes tirar las ostras, almejas y mejillones que no se abran al ser cocinados.
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Arroz - El arroz puede contener bacillus cereus, unas bacterias que a veces no mueren en la cocina. El riesgo de intoxicación aumenta cuando el arroz se deja a temperatura ambiente.
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Embutidos - Los embutidos pueden llegar a contener listeria y estafilococos, dos tipos de bacterias que te pueden hacer enfermar gravemente. Ten un cuidado máximo al recoger embutidos en el mostrador de la carnicería, productos que tienen más posibilidades de contener bacterias que aquellos que ya están empaquetados.
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Huevos - Los huevos pueden llegar a contener salmonella. Por ello, es muy importante que te asegures de que están bien cocinados antes de consumirlos. Es mejor que evites recetas que requieran huevos crudos.
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22 / 29 Fotos
Leche y queso no pasteurizados - La pasteurización es un proceso muy importante, pues mata todo tipo de bacterias, incluyendo la salmonella y la listeria. Evita los lácteos no pasteurizados.
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Coles de Bruselas - Las coles de Bruselas crecen en un ambiente húmedo, el cual es también perfecto para la aparición de bacterias como la salmonella y la listeria. Afortunadamente, la solución es bastante sencilla: cocinarlas bien.
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24 / 29 Fotos
Melón - A pesar de que muchas frutas contienen bacterias, el melón es especialmente peligroso, debido a que la listeria crece en la corteza y puede expandirse al interior del fruto. Lavar bien la corteza es indispensable.
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Ensalada - Es importante que laves bien la ensalada, incluso si está empaquetada. Esta última suele venir limpia, aunque la atmósfera de la bolsa puede favorecer la aparición de la salmonella y otras bacterias.
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Harina - Las bacterias pueden contaminar fácilmente la harina sin cocinar, por lo que es importante que te laves las manos al tocarla, cocinarla o consumirla.
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Frijoles rojos
- Los frijoles rojos contienen un tipo de lectina llamada fitohemaglutinina. Si este alimento no se cocina bien, dicho componente podrá provocarte diarrea y vómitos. Visita también la galería Récords del mundo: ¡jamás nadie ha cocinado tanta comida!
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Consejos - A continuación te daremos algunos consejos para que te protejas a ti y a tus seres más queridos de la intoxicación alimentaria.
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Lavate las manos - Puede parecer obvio, pero lavarte las manos antes de preparar la comida y después de tocar carne cruda, huevos o pescado es muy importante.
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Limpia las superficies a conciencia - Asegúrate de que las superficies en las que cocinas están completamente limpias, antes y después de preparar los platos. Esto será aún más importante si cocinas con carne o pescado.
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Lava las toallas de manos y platos - Es muy importante que laves constantemente estas toallas, además de mantenerlas secas. La humedad es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias.
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Usa varias tablas de cortar - Se recomienda que emplees tablas de cortar diferentes para la carne, el pescado, el pan, los vegetales y las frutas. Además, deberás evitar las de madera, que son más difíciles de lavar y secar.
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Separa la carne cruda del resto - Es de una importancia crítica que separes la carne cruda de los demás ingredientes. Las bacterias de la carne no cocinada son muy peligrosas.
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Mantén la carne cruda en la baldosa de abajo
- Siempre es recomendable que mantengas la carne en la parte baja del refrigerador para evitar que ningún jugo caiga sobre el resto de los alimentos.
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Cocina la carne por completo
- Asegúrate de que la carne está bien cocinada y de que no hay ninguna parte rosa en el interior. Esto es esencial para minimizar el riesgo de intoxicación.
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Mantén tu refrigerador por debajo de los 5 ºC - Es importante que te asegures de que la carne se mantiene a una buena temperatura en el refrigerador, que además no puede estar sobrecargado. Si este llegase a estar demasiado lleno se cortaría el flujo de aire y se calentaría.
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9 / 29 Fotos
Mete los restos en la nevera rápidamente - Asegúrate de que los restos estén guardados en recipientes adecuados y en el frigorífico 90 minutos después comer. Además, deberás consumir estos restos en un máximo de 48 horas.
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10 / 29 Fotos
No ignores la fecha de caducidad - En ciertas ocasiones, a pesar de que parece que la comida está bien, comerla conlleva un gran riesgo, sobre todo si se trata de carne, pescado, huevos o leche.
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11 / 29 Fotos
No prepares la comida si estás enfermo - A pesar de que tus manos están limpias, no puedes permitirte el riesgo de estornudar encima de los alimentos que preparas para los demás. ¡Podrían enfermar como tú!
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12 / 29 Fotos
Lava la fruta y las verduras a conciencia - Las frutas y las verduras pueden contener un montón de bacterias, por lo que necesitarás lavarlas a conciencia. También pueden contener restos de pesticidas o incluso insectos.
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No laves la carne
- A pesar de que parece una buena idea, esto no limpiará la carne de bacterias. Es más, acabarás esparciendo dichas bacterias por todo el fregadero.
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14 / 29 Fotos
Descongela en el frigorífico - Descongelar la comida a temperatura ambiente puede ser muy peligroso, sobre todo si se trata de carne o pescado. Las bacterias se reproducen a una velocidad increíble.
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No pruebes la comida si no parece estar bien - ¿Parece estar mala? Probarla no es la mejor idea. Si crees que se ha estropeado el plato no debes arriesgarte, pues una pequeña porción es suficiente para enfermarte.
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Comidas de riesgo - La intoxicación alimentaria puede ser causada por una gran cantidad de factores, aunque algunos platos son más peligrosos que otros. Esta es la lista:
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17 / 29 Fotos
Aves de corral - Es muy probable que las aves de corral que compres contengan bacterias del orden campylobacter o incluso salmonella. La buena noticia es que estas desaparecen si los alimentos se cocinan bien.
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18 / 29 Fotos
Pescado y mariscos - El pescado y el marisco deben almacenarse a la temperatura adecuada. Además, debes tirar las ostras, almejas y mejillones que no se abran al ser cocinados.
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Arroz - El arroz puede contener bacillus cereus, unas bacterias que a veces no mueren en la cocina. El riesgo de intoxicación aumenta cuando el arroz se deja a temperatura ambiente.
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Embutidos - Los embutidos pueden llegar a contener listeria y estafilococos, dos tipos de bacterias que te pueden hacer enfermar gravemente. Ten un cuidado máximo al recoger embutidos en el mostrador de la carnicería, productos que tienen más posibilidades de contener bacterias que aquellos que ya están empaquetados.
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21 / 29 Fotos
Huevos - Los huevos pueden llegar a contener salmonella. Por ello, es muy importante que te asegures de que están bien cocinados antes de consumirlos. Es mejor que evites recetas que requieran huevos crudos.
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Leche y queso no pasteurizados - La pasteurización es un proceso muy importante, pues mata todo tipo de bacterias, incluyendo la salmonella y la listeria. Evita los lácteos no pasteurizados.
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Coles de Bruselas - Las coles de Bruselas crecen en un ambiente húmedo, el cual es también perfecto para la aparición de bacterias como la salmonella y la listeria. Afortunadamente, la solución es bastante sencilla: cocinarlas bien.
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24 / 29 Fotos
Melón - A pesar de que muchas frutas contienen bacterias, el melón es especialmente peligroso, debido a que la listeria crece en la corteza y puede expandirse al interior del fruto. Lavar bien la corteza es indispensable.
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25 / 29 Fotos
Ensalada - Es importante que laves bien la ensalada, incluso si está empaquetada. Esta última suele venir limpia, aunque la atmósfera de la bolsa puede favorecer la aparición de la salmonella y otras bacterias.
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Harina - Las bacterias pueden contaminar fácilmente la harina sin cocinar, por lo que es importante que te laves las manos al tocarla, cocinarla o consumirla.
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Frijoles rojos
- Los frijoles rojos contienen un tipo de lectina llamada fitohemaglutinina. Si este alimento no se cocina bien, dicho componente podrá provocarte diarrea y vómitos. Visita también la galería Récords del mundo: ¡jamás nadie ha cocinado tanta comida!
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Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias en Navidad
Sigue estos consejos para estar a salvo.
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La intoxicación alimentaria es un asunto muy serio, que afecta a miles de personas cada día y que, si no se trata correctamente, puede causar la muerte. En la mayoría de las ocasiones, esta situación viene desencadenada por un pequeño error que se podría haber evitado, de forma que de nosotros depende que las comidas de Navidad acaben de la mejor forma o en el hospital.
¡Lee estos consejos para que tus comidas y cenas de Navidad sean perfectas!
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