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Alivia la migraña -

Hay estudios que sugieren que el olor de las manzanas verdes puede reducir los síntomas del dolor de cabeza o la migraña.

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Ayuda a evitar el mareo -

La magia de las manzanas no acaba ahí. También hay pruebas que sugieren que las manzanas verdes pueden ayudar a aliviar el malestar estomacal provocado por el mareo. Esto se debe a su alto contenido en pectina, que ayuda a neutralizar los ácidos estomacales.

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Mascarilla facial -

Tal y como hemos mencionado, las manzanas son ricas en pectina, una fibra soluble que también ayuda a promover y mantener el colágeno en la piel. Basta con rallar media manzana pelada y aplicarla sobre el rostro durante 15 minutos, lo que ayudará a reducir las arrugas y a exfoliar la piel.

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Exfoliante facial -

También puedes mezclar piel de manzana rallada con azúcar moreno para hacer un exfoliante facial rápido que funciona de maravilla. Te dejará la piel fresca y luminosa sin arruinarte.

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Evita que los productos horneados se sequen -

Si has horneado un pastel o unas galletas y quieres evitar que se sequen, guárdalos en un recipiente con unas rodajas de manzana encima. El alto contenido en agua de las manzanas mantendrá húmedos los productos horneados.

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Absorbe la sal -

Todos hemos echado demasiada sal a una receta por accidente. Puede arruinar por completo horas de trabajo sobre un hornillo caliente. Pero no te preocupes: ¡todavía hay esperanza! Echa unas rodajas de manzana en la sopa o la salsa y absorberán el exceso de sal.

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Hace que otras manzanas maduren -

Una manzana estropeada no tiene por qué ir directamente a la basura. Las manzanas estropeadas emiten un gas llamado etileno que acelera el proceso de maduración de otras frutas. Si tienes plátanos verdes, guárdalos en una bolsa de papel con la manzana estropeada y estarán perfectos en un santiamén.

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Velas de manzana -

Escoge una manzana con una base relativamente plana y que no ruede. Utiliza un cuchillo afilado para cortar un círculo del tamaño de una vela en la parte superior de la manzana. Deja un poco de espacio para la vela y ¡listo! Ya tienes un bonito portavelas otoñal que hará que tu casa huela a manzana.

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Vodka de manzana -

Añade un par de manzanas cortadas a dos tazas de vodka en un tarro esterilizado. Guárdalo durante cinco días, agitándolo al menos una vez al día, y al final tendrás un refrescante cóctel bajo en calorías para sorprender a tus invitados.

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Compota de manzana -

La compota de manzana es una conserva increíblemente sencilla y versátil. Basta con cocer manzanas peladas y sin corazón con un poco de azúcar y zumo de limón. Si se conserva correctamente en tarros esterilizados, puede durar mucho tiempo en la despensa o se puede congelar. Puede disfrutarse sola o utilizarse como sustituto saludable en repostería.

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Manteca de manzana -

Aprovecha tu compota de manzana para hacer mantequilla de manzana. Esta deliciosa conserva se prepara cocinando puré de manzana con azúcar y especias en una olla de cocción lenta, hasta que se evapore parte de la humedad y las manzanas se caramelicen. Es una deliciosa guarnición para innumerables postres o un complemento fantástico para los copos de avena.

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Manzanas con manteca de cacahuete -

Las rodajas de manzana y la mantequilla de cacahuete son una combinación perfecta. Si nunca has probado este aperitivo saludable y supersaciante, ¿a qué esperas? También puedes convertirlo en un desayuno colocando mantequilla de cacahuete y manzana en rodajas finas sobre una rebanada de pan tostado. Rocía un poco de sirope de arce y añade nueces trituradas si quieres ir a por todas.

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Relleno de manzana -

Al igual que la mantequilla de cacahuete, la carne de cerdo está hecha para acompañar a las manzanas. En lugar de optar por la tradicional compota de manzana, prueba a preparar un relleno de manzana para acompañar el cerdo asado y disfrutar de una impresionante comida dominical.

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Ensalada de manzana -

La ensalada de manzana es otro buen complemento para equilibrar una carne pesada como la de cerdo. Añade manzana rallada junto a las verduras, y un poco de vinagre de sidra de manzana para darle un toque extra.

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Salsa de manzana -

Haz que las manzanas que te duren todo el invierno con esta salsa de manzana y arándanos. Es dulce y ácida a la vez, y añade un toque extra a cualquier comida.

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Ensaladas -

Unas rodajas de manzana pueden mejorar mucho una ensalada sencilla. Quedan especialmente bien con queso feta o azul y nueces sobre verduras de hoja verde.

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Sidra de manzana -

Si estás preparado para el otoño, pon las manzanas que te sobren en una olla de cocción lenta con canela, clavo, azúcar moreno, un par de naranjas y mucha agua. En pocas horas tendrás una sidra de manzana tradicional.

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Batidos -

Los batidos son siempre una buena opción para aprovechar las frutas y verduras sobrantes. Las manzanas son dulces y tienen un alto contenido en agua, por lo que son ideales para mezclarlas con un zumo verde.

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Manzanas fritas -

También puedes simplemente freír manzanas en mantequilla con un poco de azúcar y canela. El resultado es delicioso y versátil, y podría servirse como postre. También puedes añadirlas al yogur o a los copos de avena del desayuno.

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Manzanas caramelizadas -

Las manzanas caramelizadas son un clásico que a la mayoría de nosotros no se nos ocurre preparar en casa. Es sorprendentemente fácil de preparar, y decorarlas también puede ser una actividad divertida para hacer con los niños en un día lluvioso. El caramelo se hace simplemente fundiendo azúcar en sirope dorado.

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Rollitos de manzana y canela -

El rollo de canela tradicional ya es el rey de los productos horneados, pero si se le añades unas manzanas troceadas, ¡alcanza un nivel completamente nuevo!

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Tarta de manzana y frangipane -

Esta impresionante pero sencilla tarta francesa tiene un aspecto y un sabor deliciosos. La masa de la tarta se rellena con una capa de frangipane de almendra y se cubre con manzanas cortadas en rodajas. Se espolvorea un poco de azúcar por encima para caramelizar las manzanas mientras la tarta se hornea.

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Manzanas y queso brie a la plancha -

Los sándwiches de queso a la plancha no son solo para niños. Mejora este clásico de la comida casera con queso brie y manzana en rodajas. La combinación es simplemente divina.

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Gachas -

Las gachas de avena son la mejor solución para quienes desean un delicioso desayuno sustancioso que puedan dejar preparado la noche anterior. Añade manzana rallada a la mezcla de avena para potenciar el sabor y el valor nutritivo de tu desayuno. La canela es esencial en esta receta.

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Sopas -

¿Ha pensado alguna vez en añadir manzana a la sopa? En realidad, esta fruta puede añadir una textura cremosa y elevar el sabor de muchas sopas otoñales. Las sopas de chirivía o de calabaza y manzana son especialmente populares.

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Manzana deshidratada -

Corta en rodajas finas cualquier tipo de manzana y hornéalas o mételas en la freidora de aire. Tendrás un tentempié rápido y sano con el crujido satisfactorio de una patata frita. Añade canela y azúcar moreno para darle un toque otoñal.

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Popurrí -

Puedes preparar tu propio popurrí en casa utilizando restos de manzanas y cualquier otro ingrediente aromático que te apetezca. Basta añadirlos a una olla de agua caliente para que tu casa huela de maravilla. Los arándanos, los cítricos, el pino y la canela en rama combinan especialmente bien con la manzana.

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Panecillos de manzana -

Puedes preparar un postre increíblemente rápido y sencillo con masa de hojaldre o similares. Espolvorea cada triángulo de masa con una mezcla de azúcar moreno y canela, y enróllalo alrededor de una rodaja gruesa de manzana. Puedes untar la parte superior con mantequilla y espolvorear más mezcla de azúcar y canela antes de meterlo en el horno.

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Pan de manzana -

Olvídate del pan de plátano y prueba a hacer pan de manzana. Esta variante del clásico pan de molde lleva manzanas ralladas en la mezcla y trozos de manzana añadidos al final.

Fuentes: (Delicious) (Cooking Light) (Cooking Chew) 

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