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Los festines medievales eran muy extravagantes
- Los festines medievales eran un derroche de recursos. Los anfitriones no escatimaban en comida, bebida, entretenimiento y, por supuesto, ¡baile!
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Las costumbres variaban en función del lugar
- Los festines no eran exactamente iguales en toda Europa, ni siquiera dentro de un mismo país. Por ejemplo, los banquetes en el sur de Francia solían ser más parecidos a los que se celebraban en España que a los de París.
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Las costumbres variaban en función del lugar
- Lo mismo se aplicaba a Bretaña, donde las costumbres se parecían más a las británicas que a las parisinas. Aun así, los festines medievales tenían ciertas cosas en común. ¡Veamos cuáles!
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Duración
- Los festines medievales podían durar horas y horas y solían comenzar hacia mediodía. No obstante, esto no estaba bien visto a ojos de la Iglesia, ya que los banquetes se prestaban a la embriaguez, la gula y otros pecados.
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Lista de invitados
- Al contrario de lo que se cree, no eran celebraciones necesariamente elitistas. En la lista de invitados solían figurar personas de diferentes clases sociales. Las invitaciones se daban en persona, así que te animamos que hagas lo mismo. ¡Es un gesto muy amable!
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Disposición de los asientos
- La distinción se hacía en función de dónde se sentaban. Los de mayor estatus social solían estar más cerca de la mesa del anfitrión. Además, tenían el privilegio de sentarse en sillas con cojines. En tu propio banquete, quizás puedas poner a tus familiares y mejores amigos cerca de ti.
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Vajilla y cubertería
- Puedes empezar por prescindir de los tenedores: en aquella época no se usaban. De aquella se utilizaban cucharas y cuchillos de madera. En lugar de copas, tus invitados y tú podéis beber de vasos hechos de madera, peltre o, si os sentís especialmente refinados, de plata u oro.
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¿Dónde se sentaba el anfitrión?
- Tu mesa debe estar colocada de forma que tus invitados más importantes y tú tengáis una buena visión del espacio. A veces, para conseguirlo, se utilizaba una pequeña plataforma. Era habitual colocar algunas mesas en perpendicular a la del anfitrión para poder sentarse a un lado u otro.
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Grupos
- Las mesas de los invitados se disponían en comedores y estos solían compartir la comida. Si te animas, no es algo difícil de recrear.
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Modales
- Según el protocolo medieval, los invitados solo se sentaban después de que el anfitrión se hubiese acomodado. Asimismo, los invitados no podían comenzar a comer o beber hasta que el anfitrión daba el primer sorbo o bocado. Si el anfitrión se levantaba de la silla por algún motivo, todos lo imitaban.
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Servicio
- El anfitrión era el primero al que se servía. Había varios platos y seguían el mismo orden que hoy en día (los más ligeros primero y los más contundentes, después). El número de platos dependía del lugar de celebración. En Inglaterra, lo habitual eran tres, mientras que en Francia se servían siete o más.
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Sirvientes
- Había muchas personas involucradas en la preparación del festín: carniceros, cocineros, trinchadores y camareros. En tu caso seréis tus invitados y tú (y puede que el servicio de catering, si lo hubiese).
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Bebidas
- En los festines medievales no se bebía agua y de aquella el café y el té no eran una opción. Por lo tanto, solo se servía alcohol. Lo más ligero que había era sidra o cerveza. Las opciones más fuertes incluían vino y licores como el brandy.
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Cocinar
- Los asadores funcionaban sin parar. Allí se cocinaban cerdos, lechones y otras porciones grandes de carne.
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Fruta y verdura
- También se servían coles, legumbres y verduras de hoja verde. En lo que a la fruta respecta, las uvas y manzanas solían ser las opciones más habituales.
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Los sirvientes también disfrutaban del festín
- Como solía sobrar mucha comida, esta se daba a los sirvientes que ayudaban a preparar el festín. De esta forma, no se desaprovechaba nada.
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El orden de los platos tenía su lógica
- De aquella se creía que los alimentos tenían que consumirse en un orden concreto, por lo que los platos ligeros iban antes que los pesados. Para acabar, se comían cosas que favorecían la digestión.
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Orden de los platos
- Las frutas y verduras locales eran lo primero que se servía. En las zonas del Mediterráneo, la gente comía uvas y aceitunas. Más al norte, manzanas y frutos secos (a veces garapiñados).
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Orden de los platos
- Solo después de haber empezado con los alimentos ligeros se pasaba a las carnes. Estas solían ser de cerdo, cordero y oso. A veces también se servía carne de vacuno, venado o liebre. En cuanto a las aves, lo habitual era servir pollo, ganso, cisne, urogallo y pavo real.
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Otros alimentos
- Además de las carnes asadas, también era común preparar guisos. La comida solía servirse con pan, sobre todo sin levadura.
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Alimentos digestivos
- Después de una comida copiosa, lo ideal es consumir cosas que faciliten la digestión, es decir, un postre. De aquella solían comerse almendras garapiñadas y quesos acompañados de vino y sidra especiados. ¡Tú también puedes incluir esto en tu propio festín medieval!
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Hablemos de negocios...
- El anfitrión solía sentarse al lado de su mujer en la mesa, pero los otros comensales no tenían permitido llevar a las suyas. Durante la comida solía hablarse de política y negocios. ¡En tu festín podéis optar por otros temas de conversación!
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Diferencias en el menú según la región
- En el sur de Francia, España e Italia, la bebida y la comida solía ser diferente a la que se servía en las islas británicas y el norte de Europa. Puedes optar por celebrar un banquete inspirado en una sola región o hacer una mezcla de varias. Veamos cuáles eran los menús más habituales en cada zona.
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Regiones mediterráneas
- En el Mediterráneo, el aceite de oliva era la grasa más apreciada. De hecho, las aceitunas eran (y siguen siendo) muy populares. En cuanto a fruta, lo habitual era servir uvas, higos y granadas. El queso de cabra también era un alimento imprescindible en los banquetes del sur de Europa.
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Regiones norteñas
- En el norte, lo habitual era beber cerveza en lugar de vino. El vinagre de sidra era mucho más común que el de vino y la grasa solía ser mantequilla en lugar de aceite. Las peras y manzanas eran las frutas predilectas. El queso, por su parte, solía ser de vaca u oveja.
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Decoración
- Preparar un banquete implicaba tener el espacio necesario para recibir a los invitados. Las paredes solían cubrirse con tapices, lo que favorecía la acústica, retenía el calor y evitaba las manchas de bebida y comida.
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Presentación de la comida
- El anfitrión solía alardear de riqueza sirviendo carne cortada en porciones pequeñas, pan hecho con harina finamente molida y creando figuras de animales con los trozos de carne.
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Presentación de la comida
- El color también era una forma de darle un toque exuberante a los platos. Por lo tanto, el azafrán y la cúrcuma no podían faltar.
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Entretenimiento
- Los banquetes solían celebrarse en combinación con otros eventos, como las cacerías y los torneos. El entretenimiento era fundamental en los festines medievales, por lo que la música y el baile no podían faltar.
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Entretenimiento
- También solían contar con las actuaciones de bufones, mimos, malabaristas y acróbatas. Fuentes: (History Collection) Ver también: ¿Cómo se preservaba la comida en la Edad Media?
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Los festines medievales eran muy extravagantes
- Los festines medievales eran un derroche de recursos. Los anfitriones no escatimaban en comida, bebida, entretenimiento y, por supuesto, ¡baile!
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Las costumbres variaban en función del lugar
- Los festines no eran exactamente iguales en toda Europa, ni siquiera dentro de un mismo país. Por ejemplo, los banquetes en el sur de Francia solían ser más parecidos a los que se celebraban en España que a los de París.
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Las costumbres variaban en función del lugar
- Lo mismo se aplicaba a Bretaña, donde las costumbres se parecían más a las británicas que a las parisinas. Aun así, los festines medievales tenían ciertas cosas en común. ¡Veamos cuáles!
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Duración
- Los festines medievales podían durar horas y horas y solían comenzar hacia mediodía. No obstante, esto no estaba bien visto a ojos de la Iglesia, ya que los banquetes se prestaban a la embriaguez, la gula y otros pecados.
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Lista de invitados
- Al contrario de lo que se cree, no eran celebraciones necesariamente elitistas. En la lista de invitados solían figurar personas de diferentes clases sociales. Las invitaciones se daban en persona, así que te animamos que hagas lo mismo. ¡Es un gesto muy amable!
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Disposición de los asientos
- La distinción se hacía en función de dónde se sentaban. Los de mayor estatus social solían estar más cerca de la mesa del anfitrión. Además, tenían el privilegio de sentarse en sillas con cojines. En tu propio banquete, quizás puedas poner a tus familiares y mejores amigos cerca de ti.
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Vajilla y cubertería
- Puedes empezar por prescindir de los tenedores: en aquella época no se usaban. De aquella se utilizaban cucharas y cuchillos de madera. En lugar de copas, tus invitados y tú podéis beber de vasos hechos de madera, peltre o, si os sentís especialmente refinados, de plata u oro.
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¿Dónde se sentaba el anfitrión?
- Tu mesa debe estar colocada de forma que tus invitados más importantes y tú tengáis una buena visión del espacio. A veces, para conseguirlo, se utilizaba una pequeña plataforma. Era habitual colocar algunas mesas en perpendicular a la del anfitrión para poder sentarse a un lado u otro.
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Grupos
- Las mesas de los invitados se disponían en comedores y estos solían compartir la comida. Si te animas, no es algo difícil de recrear.
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Modales
- Según el protocolo medieval, los invitados solo se sentaban después de que el anfitrión se hubiese acomodado. Asimismo, los invitados no podían comenzar a comer o beber hasta que el anfitrión daba el primer sorbo o bocado. Si el anfitrión se levantaba de la silla por algún motivo, todos lo imitaban.
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10 / 31 Fotos
Servicio
- El anfitrión era el primero al que se servía. Había varios platos y seguían el mismo orden que hoy en día (los más ligeros primero y los más contundentes, después). El número de platos dependía del lugar de celebración. En Inglaterra, lo habitual eran tres, mientras que en Francia se servían siete o más.
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Sirvientes
- Había muchas personas involucradas en la preparación del festín: carniceros, cocineros, trinchadores y camareros. En tu caso seréis tus invitados y tú (y puede que el servicio de catering, si lo hubiese).
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Bebidas
- En los festines medievales no se bebía agua y de aquella el café y el té no eran una opción. Por lo tanto, solo se servía alcohol. Lo más ligero que había era sidra o cerveza. Las opciones más fuertes incluían vino y licores como el brandy.
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13 / 31 Fotos
Cocinar
- Los asadores funcionaban sin parar. Allí se cocinaban cerdos, lechones y otras porciones grandes de carne.
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14 / 31 Fotos
Fruta y verdura
- También se servían coles, legumbres y verduras de hoja verde. En lo que a la fruta respecta, las uvas y manzanas solían ser las opciones más habituales.
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Los sirvientes también disfrutaban del festín
- Como solía sobrar mucha comida, esta se daba a los sirvientes que ayudaban a preparar el festín. De esta forma, no se desaprovechaba nada.
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El orden de los platos tenía su lógica
- De aquella se creía que los alimentos tenían que consumirse en un orden concreto, por lo que los platos ligeros iban antes que los pesados. Para acabar, se comían cosas que favorecían la digestión.
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Orden de los platos
- Las frutas y verduras locales eran lo primero que se servía. En las zonas del Mediterráneo, la gente comía uvas y aceitunas. Más al norte, manzanas y frutos secos (a veces garapiñados).
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Orden de los platos
- Solo después de haber empezado con los alimentos ligeros se pasaba a las carnes. Estas solían ser de cerdo, cordero y oso. A veces también se servía carne de vacuno, venado o liebre. En cuanto a las aves, lo habitual era servir pollo, ganso, cisne, urogallo y pavo real.
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Otros alimentos
- Además de las carnes asadas, también era común preparar guisos. La comida solía servirse con pan, sobre todo sin levadura.
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Alimentos digestivos
- Después de una comida copiosa, lo ideal es consumir cosas que faciliten la digestión, es decir, un postre. De aquella solían comerse almendras garapiñadas y quesos acompañados de vino y sidra especiados. ¡Tú también puedes incluir esto en tu propio festín medieval!
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Hablemos de negocios...
- El anfitrión solía sentarse al lado de su mujer en la mesa, pero los otros comensales no tenían permitido llevar a las suyas. Durante la comida solía hablarse de política y negocios. ¡En tu festín podéis optar por otros temas de conversación!
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Diferencias en el menú según la región
- En el sur de Francia, España e Italia, la bebida y la comida solía ser diferente a la que se servía en las islas británicas y el norte de Europa. Puedes optar por celebrar un banquete inspirado en una sola región o hacer una mezcla de varias. Veamos cuáles eran los menús más habituales en cada zona.
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Regiones mediterráneas
- En el Mediterráneo, el aceite de oliva era la grasa más apreciada. De hecho, las aceitunas eran (y siguen siendo) muy populares. En cuanto a fruta, lo habitual era servir uvas, higos y granadas. El queso de cabra también era un alimento imprescindible en los banquetes del sur de Europa.
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Regiones norteñas
- En el norte, lo habitual era beber cerveza en lugar de vino. El vinagre de sidra era mucho más común que el de vino y la grasa solía ser mantequilla en lugar de aceite. Las peras y manzanas eran las frutas predilectas. El queso, por su parte, solía ser de vaca u oveja.
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25 / 31 Fotos
Decoración
- Preparar un banquete implicaba tener el espacio necesario para recibir a los invitados. Las paredes solían cubrirse con tapices, lo que favorecía la acústica, retenía el calor y evitaba las manchas de bebida y comida.
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26 / 31 Fotos
Presentación de la comida
- El anfitrión solía alardear de riqueza sirviendo carne cortada en porciones pequeñas, pan hecho con harina finamente molida y creando figuras de animales con los trozos de carne.
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Presentación de la comida
- El color también era una forma de darle un toque exuberante a los platos. Por lo tanto, el azafrán y la cúrcuma no podían faltar.
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28 / 31 Fotos
Entretenimiento
- Los banquetes solían celebrarse en combinación con otros eventos, como las cacerías y los torneos. El entretenimiento era fundamental en los festines medievales, por lo que la música y el baile no podían faltar.
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Entretenimiento
- También solían contar con las actuaciones de bufones, mimos, malabaristas y acróbatas. Fuentes: (History Collection) Ver también: ¿Cómo se preservaba la comida en la Edad Media?
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Cómo montar un festín digno de la nobleza medieval
¡Así eran los banquetes en la Edad Media!
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Los banquetes medievales eran extravagantes y rebosantes de comida, bebida y entretenimiento. Al contrario de lo que se cree, los festines no eran solo cosa de nobles, sino que contaban con la participación de personas de otras clases sociales. ¡Incluso los sirvientes podían comer y beber hasta llenarse! Además, la Iglesia se aseguraba de que fuesen reuniones civilizadas. Si quieres montar una cena diferente con tus amigos y familiares e inspirarte en el pasado, ¡aquí te contamos todos los detalles de cómo eran los banquetes medievales!
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