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Personas altas -

Empecemos por los problemas de las personas altas.

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Espacio para las piernas - El dolor que experimentamos cuando nuestras rodillas chocan con el asiento de delante. Un vuelo o incluso un corto trayecto en el asiento de atrás de un coche puede ser muy incómodo para la gente alta.

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Mangas - Las mangas nos suelen quedar cortas. A veces tienen que buscar una talla más para que las camisas les lleguen a los puños, pero así le queda grande en el resto del cuerpo.

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Altura de los espejos - La mayoría de los espejos del baño están a una altura media. A menudo, la gente alta solo se ve el cuello reflejado.

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Pies fríos - La lucha por mantener los pies calientes por la noche es realmente desesperante. Las colchas y las mantas suelen quedársenos pequeños.

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Puertas pequeñas - Las puertas pequeñas pueden dar dolor de cabeza o cervicales a la gente alta.

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'¿Juegas al baloncesto?' - Si todas las personas altas del mundo recibiesen una moneda cada vez que les hacen esta pregunta, ya no existiría la pobreza en el mundo.

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Abrazar o besar a otra persona - Es agotador tener que bajarse constantemente para mostrar un gesto de cariño.

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Caber en una bañera - Intentar darse un baño relajante en una bañera normal es imposible.

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"¿Qué tiempo hace ahí arriba?" - Esta es otra pregunta que escuchas a todas horas si eres alto.

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Beber agua de las fuentes - Inclinarse para beber agua de una fuente es como un número de circo.

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Hacerse selfies en grupo - Conseguir el ángulo correcto y asegurarse de que salgan todos es difícil cuando todos son más bajos que tú.

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Los problemas de las personas bajas - Sin embargo, las personas bajas también tienen sus propios problemas. Aquí recordamos algunos.

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Ver un espectáculo en vivo - Cuando vas a ver a tu grupo favorito, acabas simplemente viendo solo la nuca de los demás y escuchando la música.

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Mirar hacia arriba - Las personas bajas estamos constantemente estirando el cuello para hablar con la gente, sobre todo, con los altos.

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Alcanzar los pedales para dirigir - Tenemos que mover los asientos hacia adelante para poder llegar a los pedales y después tenemos que recostar los asientos hacia atrás.

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Te confunden con un niño - Sí, esto puede ocurrir. A veces, a los adultos bajos y menuditos se nos confunde con adolescentes o niños.

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Perdidos entre la multitud -

"¿Dónde se ha metido?" Estás allí mismo, detrás del chico de la camiseta roja. Es más fácil perderse entre la multitud cuando eres más bajo que los demás.

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Alcanzar la estatura mínima - Sabes que eres bajo cuando no puedes subirte a una atracción por tu altura.

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No caminar tan rápido como los demás - Las personas bajas tienen extremidades más cortas, por lo que no pueden caminar o correr tan rápido como los altos.

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Arreglos - Al igual que los altos, los bajos también tenemos problemas para encontrar la talla adecuada.

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Sentarnos detrás de otras personas - Olvídate de ver la película de esa forma.

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Usar asientos reclinables - Los sofás y sillones reclinables son muy relajantes, pero tener que sacarte los zapatos cada vez que te sientas en ellos (porque los pies no llegan al borde) puede ser agotador.

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"¿Cuánto mides?" - Las personas bajas también tenemos que lidiar con este tema a diario.

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Alcanzar -

Abrazar a alguien o agarrar un libro de la cima de la estantería puede ser un problema. Ponerse de puntillas es un ejercicio diario.

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