Durante una desproporcionada parte de nuestras vidas,
sentimos miedo, pena o indiferencia absoluta cuando pensamos en la tercera edad; pero en realidad el inevitable proceso de envejecimiento debería hacernos felices.
La juventud se ha idealizado
hasta la saciedad, pero en verdad se trata de una época repleta de inseguridades, ansiedad, presión social y muchos, muchos errores. Está claro que las arrugas y la flacidez no concuerdan con los patrones establecidos por la sociedad, pero la edad trae muchas cosas buenas que te encantarán si superas el miedo a envejecer.
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