Puede
parecer
una
tontería
o incluso
una
obsesión
de la gente
perfeccionista, pero
en realidad, un armario
bien organizado
vale
oro. En la era del dinero, no tenemos
suficiente
tiempo
como
para
estar
horas
buscando
una
prenda
o intentando acordarnos
dónde
guardamos
otra, como
el abrigo
del
invierno
pasado.
Tener cada cosa en su lugar facilita el día a día, ahorra electricidad (planchando y replanchando la ropa) y brinda una estupenda sensación de bienestar. ¿Quieres comprobarlo? Mira los siguientes consejos para cambiar tu rutina.