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Ponernos pantalones de traje o vaqueros -

Qué suave que es el pijama...

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Tener que dejar a tu mascota sola -

Cada día se producía una despedida trágica que sabía a traición hacia tu mejor amigo...

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Tener prisa y no poder avanzar debido a los turistas - ¿De dónde salían tantos?

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Sentirte mal por no ir al gimnasio -

¡Ahora ya no puedes sentirte mal por eso!

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Días lluviosos -

Salir de la cama, ducharte sin poder despegar los ojos, vestirte... y salir a la calle mientras cae un diluvio... ¿Quién echaría eso de menos?

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Los zapatos que te hacen daño -

Esos malditos zapatos... Ahora, las pantuflas son nuestras mejores aliadas.

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Viento y lluvia -

Cuando pierdes la batalla con la Madre Naturaleza y tu paraguas se vuelve del revés... 

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La pesadilla de encontrar un aparcamiento -

Y si llegabas tarde al trabajo la situación se agravaba más.

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Conductores de taxi/Uber preguntones -

Los había que te daban recomendaciones que no pedías, que te soltaban una perorata política o incluso que, por el contrario, no te daban ni los buenos días.

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Cuando te pillaban escuchando a las Spice Girls -

A todos nos pasó que se nos desconectaron los cascos sin querer y la oficina entera se rio de nuestro gusto musical.

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Transportes abarrotados -

Sumados a los retrasos y a la falta de higiene de algunos...

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Olores -

De hecho, cuando el espacio era menor se podía sentir incluso el hálito de algunos: ese ha comido ajo, la otra chorizo, etc.

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Ese compañero de oficina... -

A veces te tocaba sentarte al lado de una persona que se tomaba unos aperitivos un tanto extraños... y olía toda la oficina.

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Acaparadores de asientos -

Tenías que ir de pie porque a ellos les daba la gana de poner la mochila en el asiento.

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Guerras en los asientos del avión -

Cuando te tocaba alguien atrás que no paraba de hincarte las rodillas en la espalda...

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Duchas de los gimnasios -

Después de sudarlo todo te dirigías a las duchas del gimnasio... y te dabas cuenta de que te habías olvidado las chancletas.

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Sin papel en un baño público -

Por mucha emergencia que sea, siempre hay que mirar si queda papel antes de aliviarnos.

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Cuando te quitaban el vaso y... -

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Filas -

Esperando en la fila para entrar en una discoteca o en un concierto... A veces esta espera duraba más que el propio espectáculo.

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Bebidas demasiado caras -

Ahora vamos al mercado y un pack de cervezas nos cuesta la mitad de lo que suele costar una sola en el bar.

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Obligaciones sociales -

A algún genio se le ocurría organizar una cena con amigos y luego tú te sentías presionado/a a hacer otra.

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Planes arruinados -

Cuando estabas vestido/a para salir y tu canguro te llamaba en el último minuto para decirte que no venía...

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Personas que tardan demasiado en escoger su café - Se pasaban media hora decidiendo el tipo de grano y luego pasaban a discutir el tamaño del vaso.

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Cavernícolas -

Gente que come con la boca abierta. ¿Dónde están los modales?

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Personas a las que apenas puedes aguantar - Esas conversaciones absurdas que te arruinaban el día... y la semana.

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Almuerzos empaquetados -

Lechuga arrugada, cuscús de ayer y un sándwich hecho a la ligera para comer...

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Una temperatura para gobernarlos a todos -

¿Quién no ha sufrido la guerra del termostato de la oficina?

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Diversión obligatoria -

De repente, teníamos que dejar los papeles en la mesa para aparentar pasárnoslo bien con nuestro compañeros de trabajo.

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Madrugones -

Antes nos teníamos que levantar una hora y media antes para prepararnos y acudir al trabajo. 

¡Seguro que ahora te sientes mejor respecto a la cuarentena!

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