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Envases de fruta y verdura cortada -

Si puedes, saca algo de tiempo para cortar la fruta y la verdura en casa. No se tarda tanto como piensas y te permitirá ahorrar dinero y contaminar menos.

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Agua embotellada -

A no ser que el agua del grifo no sea potable, evita este gasto innecesario. Hazte con una botella reutilizable y rellénala en casa cuando tengas sed.

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Aderezo de ensalada -

Es mucho más fácil y barato preparar tus propios aderezos en casa. Además, serán más sanos, ya que tendrán menos grasa, azúcar y calorías.

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Medicamentos -

Aunque te resulte cómodo adquirir los medicamentos de la que haces la compra, te saldrán mucho más caros que si vas a la farmacia. ¿De verdad te merece la pena?

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Paquetes de mezclas para hornear -

Aunque parezca que estas mezclas te van a salvar la vida, no son nada más que una combinación de harina, azúcar, levadura y un montón de conservantes. Lo más barato y saludable es comprar los productos por separado y preparar las mezclas en casa.

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Carne troceada -

Aunque sientas la tentación de comprar la carne ya troceada, piensa que solo por eso te va a salir mucho más cara. 

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Queso rallado -

¿Por qué no te haces con un trozo de queso y lo rallas tú en casa? No solo te saldrá más barato, sino que también será mejor para tu salud. Los quesos que ya vienen rallados suelen contener muchos aditivos innecesarios.

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Ensaladas precocinadas -

Las ensaladas precocinadas no solo son de una calidad dudosa, sino también demasiado caras para lo que llevan. ¡Por no hablar de los envases de plástico!

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Comida de animales -

La mayoría de supermercados cuentan con una sección entera dedicada a nuestros amigos peludos, pero la comida que venden para ellos no siempre es de la mejor calidad. Para la próxima, ve a una tienda específica de productos para animales.

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Pañales -

Los supermercados saben que los pañales son un producto esencial para los bebés, de ahí que sean tan caros. Lo mejor es comprarlos al por mayor en almacenes.

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Pasteles -

Pasar por la sección de pastelería siempre es tentador, pero recuerda que el azúcar no te va a hacer ningún favor. Si tienes un antojo, prepárate algo saludable en casa.

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Ajo picado -

El ajo picado no es que sea muy caro, pero sí cuesta más que uno normal y corriente. Además, siempre viene envasado con otros ingredientes que evitan que se eche a perder.

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Potitos -

Los potitos siempre salen más baratos si los compras al por mayor o si los adquieres a través de la página web de la marca. Aun así, lo más económico es prepararlos en casa.

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Fruta y verdura orgánica -

La mayoría de productos orgánicos son más caros que los estándar. Si realmente quieres productos orgánicos, ve al mercado local y cómpraselos directamente a los agricultores.

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Hierbas y especias -

Las hierbas y especias pueden ser increíblemente caras. Si puedes, intenta comprarlas a granel para que te salgan más baratas. Otra opción es cultivarlas en tu propia casa.

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Platos congelados -

Básicamente, te estás dejando el dinero en platos cargados de sal, grasa y calorías. Hazte un favor a ti mismo y evítalos a toda costa.

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Pilas -

Al igual que todos los artículos no alimenticios, las pilas siempre salen más caras si las compras en el supermercado.

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Embutidos preenvasados -

Si puedes, siempre es mejor ir a una carnicería y pedir que te corten el embutido en el momento.

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Libros -

Algunos supermercados tienen una pequeña selección de libros que pueden ser muy tentadores. No obstante, suelen salir por un ojo de la cara. Si puedes, ve a una librería o cómpralos por internet.

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Cereales de marca -

La mayoría de supermercados cuentan con cereales de marca blanca. Aunque parezcan de peor calidad que los originales, en realidad son exactamente iguales y cuestan mucho menos.

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Adornos para fiestas -

Si tienes una fiesta a la vuelta de la esquina, comprar los globos, las velas y todo lo demás en el supermercado es comodísimo, pero probablemente podrías conseguir todo a mejor precio en una tienda local o por internet.

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Café -

El café suele salir mucho más caro en el supermercado y ni siquiera es que haya muchas opciones de calidad. Si compras cápsulas, compensa más adquirirlas directamente a través de la página web de la marca.

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Vino para cocinar -

No te dejes engañar por los envases de vino para cocinar. Salen más caros de la cuenta y no saben especialmente bien. Si tienes alguna botella de vino abierta por casa, aprovéchala.

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Cosméticos -

Por muy tentador que sea añadir un pintalabios más a tu colección, será mejor que guardes el dinero hasta que puedas ir a una tienda de cosméticos a por uno.

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Salsa de tomate -

Para hacer salsa de tomate solo necesitas dos ingredientes: tomates y especias. Hazle un favor a tu bolsillo y al medioambiente y prueba a prepararla en casa.

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Fiambreras -

En el supermercado hay pocos tipos de fiambreras y, para colmo, son caras. Por si eso fuera poco, lo más normal es que las vendan por separado y no en juegos.

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Gel, champú y otros productos de higiene - Hazte con tus productos de aseo en unos grandes almacenes. En un supermercado solo encontrarás envases más pequeños a mayor precio.

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Paquetes de avena instantánea -

Los paquetes de avena instantánea son más caros porque estás pagando por un producto rápido de preparar. Igual te merece la pena invertir algo más de tiempo y ahorrarte ese dinero.

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Mezclas de especias -

En la sección de especias suele haber varias combinaciones disponibles. Lo mejor que puedes hacer es preparar tus propias mezclas con las especias que tienes por casa.

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Bolsitas de porciones individuales -

Hoy en día está muy de moda vender productos en bolsitas pensadas para consumirse como tentempiés, pero no son más que una pérdida de dinero. Hazte con un paquete grande y ve dosificando el producto como consideres más oportuno.

Fuentes: (Best Products) (Woman's Day)

Ver también: Lo que nunca debes consumir en un avión: recomendaciones para viajeros

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