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Los productos esenciales suelen estar al fondo
- La razón por la que los productos como el pan o los huevos están al fondo del supermercado es porque así no te queda más opción que recorrerte todo el espacio y pasar por delante de muchas tentaciones para llegar a lo que de verdad necesitas.
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Ponen música lenta
- Hay muchos estudios sobre cómo la música nos impulsa a gastar más. Por ejemplo, los supermercados que ponen música lenta venden más que los que ponen canciones rápidas, ya que los clientes sienten que tienen menos prisa para comprar.
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2 / 30 Fotos
Cambian la disposición de los productos
- ¿No encuentras un producto donde siempre suele estar? Muchos supermercados cambian la disposición de la mercancía para que los clientes vean nuevos productos y se vean obligados a explorar el espacio.
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3 / 30 Fotos
Los productos más caros son los más visibles
- Los productos más caros suelen estar al nivel de los ojos (un privilegio por el que las marcas pagan), ya que así es más probable que los veas antes que los de marca blanca.
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4 / 30 Fotos
Dulce tentación
- Esperar en la cola es toda una prueba de fuerza de voluntad. ¿A quién no le cuesta resistir la tentación de meter algún dulce en el carrito?
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El tamaño del carrito
- Y hablando de carritos, ¿alguna vez te has fijado en que los de ahora son mucho más grandes? Esto se debe a que las personas tienen la tendencia psicológica de llenar los espacios vacíos.
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6 / 30 Fotos
A la altura de los más pequeños
- Los estantes inferiores suelen tener todos los productos que a los niños les llaman la atención (p. ej. dulces o juguetes). ¡Los supermercados son conscientes del poder que tiene el llanto de un pequeñín!
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7 / 30 Fotos
Mucho ruido y pocas nueces
- Casi todas las ofertas de paquetes ahorro no son ofertas, pero hacen que piques de todas formas. Básicamente, lo que estás haciendo es ayudar al supermercado a librarse del exceso de existencias.
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Psicología del color
- Los carteles rojos y amarillos llaman la atención porque anuncian ofertas o descuentos. Los verdes suelen atraer a los clientes concienciados con el medioambiente. Los minoristas, por su parte, adoran el azul. Según los estudios, esto se debe a que este color transmite fiabilidad y, por lo tanto, aumenta la fidelización de los clientes.
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9 / 30 Fotos
Una niebla engañosa
- Muchos supermercados cuentan con sistemas de nebulización para dar a los productos una apariencia más fresca. Por desgracia, esto puede reducir la calidad de las verduras y hacerlas más pesadas (y, por lo tanto, más caras).
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10 / 30 Fotos
Hacen que comparar precios sea difícil
- Si te pones a comparar los precios de los paquetes con los de los productos sueltos, te darás cuenta de que el precio de los paquetes va por artículo mientras que el de los sueltos se indica según el peso. Con los productos a granel ocurre lo mismo.
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11 / 30 Fotos
Muestras gratis
- Las investigaciones demuestran que las muestras gratis hacen que la gente gaste más, ya que los clientes se sienten obligados a adquirir el producto tras probarlo.
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12 / 30 Fotos
Muestras dulces
- Las muestras, sobre todo las de comida basura, también se usan para abrir el apetito de los clientes. Quienes aceptan muestras de comida basura gastan un 60% más de media en productos como galletas, patatas fritas y dulces que los clientes que no las prueban, informa Brian Wansink, exdirector del Laboratorio de Marcas y Alimentos de la Universidad de Cornell (EE. UU.).
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13 / 30 Fotos
El orden de los precios
- Los productos se disponen de forma que los más caros vayan antes que los baratos. La lógica de esto es que, una vez has accedido a comprar algo caro, la comparación hará que el barato te parezca una ganga.
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14 / 30 Fotos
Los números de los precios
- Casi nunca hay productos con precios redondos, ya que el objetivo de la estrategia de marketing es hacerte creer que el producto es más barato de lo que en realidad es.
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15 / 30 Fotos
La tarjeta del supermercado
- Las tarjetas de los supermercados sirven para que los clientes acumulen puntos y se ahorren dinero en un futuro, pero además de ser un incentivo para gastar más, ayudan a los negocios a rastrear los hábitos de los consumidores y a encontrar formas de hacerles comprar más.
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16 / 30 Fotos
Fecha de caducidad
- Los productos que están en la parte delantera suelen ser los que tienen una fecha de caducidad más próxima. Por un lado, esto viene bien para combatir el desperdicio alimentario. Por otro, sin embargo, hará que tengas que volver al supermercado antes de lo planeado.
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17 / 30 Fotos
Una sinfonía de olores
- Los pequeños detalles como el olor a pan recién hecho bastan para hacerte gastar más. Que no te engañen: ¡que huela así no quiere decir que el pan sea fresco! La masa suele llegar congelada o parcialmente horneada de fábrica, por lo que tan solo necesita unos minutos en el horno para terminar de prepararse.
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Las bolsas de panadería
- El pan también suele venir en bolsas de papel para que se endurezca más rápido y tengas que volver al supermercado antes de lo previsto.
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19 / 30 Fotos
Nada de ventanas
- Los supermercados no tienen ventanas para mantener los productos alejados de la luz solar y el calor, pero también para crear un entorno en el que te olvides del mundo exterior.
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20 / 30 Fotos
Jerarquía
- Los supermercados saben que mirarás automáticamente los productos de los estantes superiores si son de mejor calidad que los de los inferiores. Por lo tanto, manipulan la jerarquía como estimen oportuno.
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21 / 30 Fotos
Menos por más
- Algunos envases de carne llevan una etiqueta que indica la solución de sal y agua que se les ha añadido a las piezas (por lo general para mejorar su sabor), pero esto también significa que han aumentado de peso. Básicamente, los supermercados hacen que acabes pagando más por menos carne.
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22 / 30 Fotos
Productos complementarios
- La disposición de los productos es de todo menos aleatoria y muchos de ellos se colocan juntos para que la gente caiga en la tentación de llevarse ambos. Por ejemplo, las tortillas de maíz suelen estar al lado de las salsas.
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23 / 30 Fotos
El efecto de la educación
- Hoy en día, los consumidores están más abiertos a la idea de invertir en productos de proximidad aunque sean más caros.
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El orden de los pasillos
- Algunos clientes van a tiro fijo con una lista en la mano, pero una vez encuentran el producto que buscan, dan la vuelta y se recorren el pasillo otra vez (lo que se conoce como el "efecto bumerán"). Como los supermercados son conscientes de esto, colocan las marcas y productos populares en el centro para que los consumidores se vean obligados a recorrerse todo el espacio independientemente de la dirección en la que vengan.
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25 / 30 Fotos
"Por un tiempo limitado"
- Ver carteles con ofertas limitadas hará que te entre la urgencia de comprar el producto en promoción, que es justo lo que el supermercado busca. La realidad, sin embargo, es que la oferta estará en pie durante varios meses hasta que se agoten las existencias.
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26 / 30 Fotos
¿La salud es lo primero?
- Poner la fruta y la verdura cerca de la entrada hace que la gente se anime a comprar cosas saludables y se sienta menos culpable por meter en el carrito otros productos no tan buenos más adelante.
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27 / 30 Fotos
Estantes con (supuestos) descuentos
- En los extremos de los pasillos suele haber estantes con promociones especiales, pero en muchas ocasiones los productos no tienen descuento.
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28 / 30 Fotos
Cajas cada vez más estrechas
- Las cajas cada vez son más estrechas por la simple razón de que resulta más difícil devolver productos una vez estás en la cola. Fuentes: (Syncrat) (Reader’s Digest) (AARP) (Wall St. Watchdog) (Eat This, Not That!) No te pierdas: ¿Te dejas llevar por los gastos emocionales? Descúbrelo aquí
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Los productos esenciales suelen estar al fondo
- La razón por la que los productos como el pan o los huevos están al fondo del supermercado es porque así no te queda más opción que recorrerte todo el espacio y pasar por delante de muchas tentaciones para llegar a lo que de verdad necesitas.
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1 / 30 Fotos
Ponen música lenta
- Hay muchos estudios sobre cómo la música nos impulsa a gastar más. Por ejemplo, los supermercados que ponen música lenta venden más que los que ponen canciones rápidas, ya que los clientes sienten que tienen menos prisa para comprar.
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Cambian la disposición de los productos
- ¿No encuentras un producto donde siempre suele estar? Muchos supermercados cambian la disposición de la mercancía para que los clientes vean nuevos productos y se vean obligados a explorar el espacio.
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3 / 30 Fotos
Los productos más caros son los más visibles
- Los productos más caros suelen estar al nivel de los ojos (un privilegio por el que las marcas pagan), ya que así es más probable que los veas antes que los de marca blanca.
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Dulce tentación
- Esperar en la cola es toda una prueba de fuerza de voluntad. ¿A quién no le cuesta resistir la tentación de meter algún dulce en el carrito?
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5 / 30 Fotos
El tamaño del carrito
- Y hablando de carritos, ¿alguna vez te has fijado en que los de ahora son mucho más grandes? Esto se debe a que las personas tienen la tendencia psicológica de llenar los espacios vacíos.
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A la altura de los más pequeños
- Los estantes inferiores suelen tener todos los productos que a los niños les llaman la atención (p. ej. dulces o juguetes). ¡Los supermercados son conscientes del poder que tiene el llanto de un pequeñín!
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Mucho ruido y pocas nueces
- Casi todas las ofertas de paquetes ahorro no son ofertas, pero hacen que piques de todas formas. Básicamente, lo que estás haciendo es ayudar al supermercado a librarse del exceso de existencias.
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8 / 30 Fotos
Psicología del color
- Los carteles rojos y amarillos llaman la atención porque anuncian ofertas o descuentos. Los verdes suelen atraer a los clientes concienciados con el medioambiente. Los minoristas, por su parte, adoran el azul. Según los estudios, esto se debe a que este color transmite fiabilidad y, por lo tanto, aumenta la fidelización de los clientes.
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9 / 30 Fotos
Una niebla engañosa
- Muchos supermercados cuentan con sistemas de nebulización para dar a los productos una apariencia más fresca. Por desgracia, esto puede reducir la calidad de las verduras y hacerlas más pesadas (y, por lo tanto, más caras).
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Hacen que comparar precios sea difícil
- Si te pones a comparar los precios de los paquetes con los de los productos sueltos, te darás cuenta de que el precio de los paquetes va por artículo mientras que el de los sueltos se indica según el peso. Con los productos a granel ocurre lo mismo.
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Muestras gratis
- Las investigaciones demuestran que las muestras gratis hacen que la gente gaste más, ya que los clientes se sienten obligados a adquirir el producto tras probarlo.
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Muestras dulces
- Las muestras, sobre todo las de comida basura, también se usan para abrir el apetito de los clientes. Quienes aceptan muestras de comida basura gastan un 60% más de media en productos como galletas, patatas fritas y dulces que los clientes que no las prueban, informa Brian Wansink, exdirector del Laboratorio de Marcas y Alimentos de la Universidad de Cornell (EE. UU.).
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El orden de los precios
- Los productos se disponen de forma que los más caros vayan antes que los baratos. La lógica de esto es que, una vez has accedido a comprar algo caro, la comparación hará que el barato te parezca una ganga.
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Los números de los precios
- Casi nunca hay productos con precios redondos, ya que el objetivo de la estrategia de marketing es hacerte creer que el producto es más barato de lo que en realidad es.
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15 / 30 Fotos
La tarjeta del supermercado
- Las tarjetas de los supermercados sirven para que los clientes acumulen puntos y se ahorren dinero en un futuro, pero además de ser un incentivo para gastar más, ayudan a los negocios a rastrear los hábitos de los consumidores y a encontrar formas de hacerles comprar más.
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16 / 30 Fotos
Fecha de caducidad
- Los productos que están en la parte delantera suelen ser los que tienen una fecha de caducidad más próxima. Por un lado, esto viene bien para combatir el desperdicio alimentario. Por otro, sin embargo, hará que tengas que volver al supermercado antes de lo planeado.
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Una sinfonía de olores
- Los pequeños detalles como el olor a pan recién hecho bastan para hacerte gastar más. Que no te engañen: ¡que huela así no quiere decir que el pan sea fresco! La masa suele llegar congelada o parcialmente horneada de fábrica, por lo que tan solo necesita unos minutos en el horno para terminar de prepararse.
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Las bolsas de panadería
- El pan también suele venir en bolsas de papel para que se endurezca más rápido y tengas que volver al supermercado antes de lo previsto.
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Nada de ventanas
- Los supermercados no tienen ventanas para mantener los productos alejados de la luz solar y el calor, pero también para crear un entorno en el que te olvides del mundo exterior.
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20 / 30 Fotos
Jerarquía
- Los supermercados saben que mirarás automáticamente los productos de los estantes superiores si son de mejor calidad que los de los inferiores. Por lo tanto, manipulan la jerarquía como estimen oportuno.
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Menos por más
- Algunos envases de carne llevan una etiqueta que indica la solución de sal y agua que se les ha añadido a las piezas (por lo general para mejorar su sabor), pero esto también significa que han aumentado de peso. Básicamente, los supermercados hacen que acabes pagando más por menos carne.
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Productos complementarios
- La disposición de los productos es de todo menos aleatoria y muchos de ellos se colocan juntos para que la gente caiga en la tentación de llevarse ambos. Por ejemplo, las tortillas de maíz suelen estar al lado de las salsas.
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23 / 30 Fotos
El efecto de la educación
- Hoy en día, los consumidores están más abiertos a la idea de invertir en productos de proximidad aunque sean más caros.
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El orden de los pasillos
- Algunos clientes van a tiro fijo con una lista en la mano, pero una vez encuentran el producto que buscan, dan la vuelta y se recorren el pasillo otra vez (lo que se conoce como el "efecto bumerán"). Como los supermercados son conscientes de esto, colocan las marcas y productos populares en el centro para que los consumidores se vean obligados a recorrerse todo el espacio independientemente de la dirección en la que vengan.
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25 / 30 Fotos
"Por un tiempo limitado"
- Ver carteles con ofertas limitadas hará que te entre la urgencia de comprar el producto en promoción, que es justo lo que el supermercado busca. La realidad, sin embargo, es que la oferta estará en pie durante varios meses hasta que se agoten las existencias.
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26 / 30 Fotos
¿La salud es lo primero?
- Poner la fruta y la verdura cerca de la entrada hace que la gente se anime a comprar cosas saludables y se sienta menos culpable por meter en el carrito otros productos no tan buenos más adelante.
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Estantes con (supuestos) descuentos
- En los extremos de los pasillos suele haber estantes con promociones especiales, pero en muchas ocasiones los productos no tienen descuento.
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Cajas cada vez más estrechas
- Las cajas cada vez son más estrechas por la simple razón de que resulta más difícil devolver productos una vez estás en la cola. Fuentes: (Syncrat) (Reader’s Digest) (AARP) (Wall St. Watchdog) (Eat This, Not That!) No te pierdas: ¿Te dejas llevar por los gastos emocionales? Descúbrelo aquí
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Los ingeniosos trucos de los supermercados para hacer que gastes más
Descubre la lógica que se esconde tras ellos
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A todos nos ha pasado eso de entrar al supermercado a por un par de cosas y salir con un carrito lleno sin entender del todo qué es lo que nos ha poseído. Aunque no lo parezca, ¡ir a hacer la compra es una actividad cotidiana que no está exenta de manipulación psicológica! Desde los productos que adquieres hasta la cantidad de tiempo y dinero que te dejas, los supermercados están diseñados para hacer que hasta los más tercos muerdan el anzuelo. Si quieres descubrir cuáles son los sutiles e ingeniosos trucos a los que recurren para sacarte los cuartos, ¡sigue leyendo!
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