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Rutinas de cuidado facial que te están dañando la piel - ¿Tú también tienes una rutina de cuidado facial que sigues por pura costumbre? ¿Qué harías si te dijésemos que muchas de las cosas que hacemos para cuidar de nuestra piel en realidad la están dañando? Para evitar que caigamos en los mismos malos hábitos de siempre, los dermatólogos tienen algo que decirnos. Al fin y al cabo, ellos son los expertos en el mayor órgano de nuestro cuerpo: la piel. Si quieres saber cómo cuidar de ella como es debido, ¡sigue leyendo!
© Shutterstock
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No limpiar la piel correctamente
- Aunque te desmaquilles a conciencia, tienes que asegurarte de que estás utilizando un limpiador con los ingredientes adecuados. Por ejemplo, los antioxidantes ayudan a proteger la piel y el ácido salicílico contribuye a desobstruir los poros.
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Exfoliar la piel en exceso
- Aunque sea tentador, exfoliar la piel más de la cuenta puede ser perjudicial a la larga. Esto se debe a que los exfoliantes acaban con la barrera que protege la piel, lo que la hace más vulnerable a la luz solar y a las toxinas presentes en el ambiente. Por lo tanto, harías bien en no exfoliarte la piel más de dos o tres veces a la semana.
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Dormir con maquillaje
- No pasa nada por ir a la cama con maquillaje una vez, pero no dejes que se convierta en una costumbre. No desmaquillarse hace que los poros y glándulas sebáceas se obstruyan, lo que hará que parezcan más grandes.
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3 / 31 Fotos
No aplicar los productos en el orden correcto
- Para sacarle el máximo provecho a los productos que utilizas, lo ideal es usarlos en el orden correcto. Aplica los que tengan una textura más leve antes que los que sean más densos. Da igual cuáles sean sus ingredientes activos. Esto se debe a que los productos más pesados pueden impedir que los más ligeros penetren en la piel.
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4 / 31 Fotos
Utilizar brochas de maquillaje sucias
- Una brocha sucia es más dañina de lo que te piensas. Asegúrate de limpiarlas con regularidad para evitar que la suciedad y el maquillaje dañen tu piel.
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5 / 31 Fotos
No ponerse crema solar
- Lo mejor que puedes hacer para prevenir el envejecimiento prematuro de tu piel es utilizar crema solar todos los días, incluso en invierno. Lo ideal es que tenga un FPS de 30 o más. ¡Y no te olvides de echártela también por el pecho y las manos!
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6 / 31 Fotos
Dormir con fundas de algodón
- Si puedes, utiliza fundas de seda o satén, ya que ayudan a minimizar las arrugas y los problemas de cutis. El contacto frecuente con fundas de algodón hace que el material acabe por irritar la piel a causa de la fricción. Esto puede provocar arrugas permanentes a medida que el colágeno se descompone.
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7 / 31 Fotos
Aplicarse los productos con fuerza
- Aplicar los productos con fuerza puede dañar la piel. Lo mejor es esparcirlos sin ejercer casi presión en lugar de masajear la piel repetidamente hasta que esta los absorba.
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8 / 31 Fotos
Utilizar exfoliantes para acabar con la piel grasa
- Utilizar diferentes tipos de exfoliantes no elimina la grasa cutánea. Todo lo contrario: cuanto más te exfolias y te secas la piel, más aceite produce el cuerpo, ya que este lo interpreta como una amenaza y pone en marcha los mecanismos naturales de reparación de la piel. Lo ideal es exfoliarse dos o tres veces por semana como máximo, incluso en el caso de quienes tienen piel grasa.
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Abusar de los productos
- Aplicar productos limpiadores o de cualquier otro tipo en exceso también puede acabar con la grasa que protege la piel de forma natural. No hace falta limpiarse la cara dos veces al día, basta con hacerlo por la noche para retirar los restos de suciedad, aceite y maquillaje. La grasa que tu piel genera mientras duerme es hidratante y beneficiosa, por lo que harías bien en no utilizar limpiadores por la mañana. Pasarte una toalla húmeda por el rostro es más que suficiente.
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Quitarse los granos
- Todos lo hemos hecho alguna vez, pero es malísimo para la piel. Cuando nos explotamos un grano, lo que estamos haciendo es crear una infección que se enraizará aún más en el poro. Lo mejor es limpiarse la cara con una toalla limpia. Si el grano está listo para explotar, esa será toda la presión que necesites ejercer para hacerlo desaparecer.
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Dormir con el pelo suelto
- A muchas personas les salen granos alrededor del rostro debido a la mezcla de grasa y productos capilares que utilizan. Antes de irte a la cama, recógete el pelo y ponte pinzas en el flequillo para evitar que se te meta por la cara mientras duermes.
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12 / 31 Fotos
Usar productos inadecuados para tu tipo de piel
- Lee siempre la etiqueta de un producto antes de comprarlo para ver si es el adecuado para ti. Por ejemplo, si tienes la piel sensible, elige uno sin perfume que incluya ingredientes calmantes como el aloe vera, la caléndula y la camomila.
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Llevar una mala dieta
- Lo que comes afecta a tu piel, por lo que harías bien en seguir una dieta rica en verduras de todo tipo. Asimismo, intenta reducir tu consumo de azúcar, ya que este hace que tu piel genere más grasa y andrógenos y, por lo tanto, más acné.
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14 / 31 Fotos
No lavar las fundas y sábanas con frecuencia
- Las fundas de almohada acumulan residuos de productos como los acondicionadores y mascarillas capilares, lo que puede obstruir los poros. Por lo tanto, asegúrate de cambiar las fundas y sábanas una vez a la semana como mínimo.
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No dormir lo suficiente
- No hay nada como dormir de un tirón para despertarse con una piel estupenda. La falta de sueño no solo provoca ojeras, sino que también hace que la piel parezca cansada y apagada. Por lo tanto, asegúrate de descansar lo suficiente por las noches.
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16 / 31 Fotos
No conocer los ingredientes de los productos
- Es importante que conozcas los ingredientes de los productos que utilizas. Lee siempre las etiquetas antes de comprarlos, ¡el precio no siempre se corresponde con la calidad!
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17 / 31 Fotos
Dejar que la piel se seque
- Quienes sufren de acné o tienen granos de vez en cuando piensan que tienen que secarse la piel, por lo que acaban escogiendo productos demasiado agresivos. Sin embargo, estos irritan la piel mucho más que el brote en sí. Aunque utilices algo específico para combatir el acné, asegúrate de acabar el tratamiento con una crema calmante e hidratante.
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No hidratar la piel
- Independientemente de tu tipo de piel, es importante que la hidrates a diario y que utilices cremas de noche. Y sí, esto también se aplica a quienes tienen la piel grasa.
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19 / 31 Fotos
Ignorar el cuello
- No te olvides de aplicar en el cuello los productos que utilizas para el rostro. El cuello es una zona delicada que está casi siempre expuesta, por lo que ignorarla puede fomentar el envejecimiento prematuro. Cuando limpies e hidrates tu cuello, aplica los productos con suavidad y con movimientos ascendentes.
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20 / 31 Fotos
Utilizar la misma toalla para la cara y el cuerpo
- Utiliza una toalla para el rostro y otra diferente para el cuerpo. Al igual que ocurre con las fundas de almohada, las toallas están en contacto con tu piel con regularidad, por lo que es importante mantenerlas libres de bacterias y suciedad.
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Toquetearte la cara
- Cada vez que te tocas la cara la estás dañando e irritando, lo que provoca arrugas y cicatrices. ¡Deja de hacerlo!
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Darte duchas con agua demasiado caliente
- El agua muy caliente no es aconsejable para la piel, ya que elimina la grasa y humedad presentes en ella. Lo mejor es darse duchas con agua tibia.
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23 / 31 Fotos
Maquillarte para hacer deporte
- Maquillarse para salir a hacer ejercicio hace que los poros se obstruyan y salga acné. Lo ideal es dejar que la piel respire cuando el cuerpo expulse impurezas al sudar.
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24 / 31 Fotos
No almacenar los productos como es debido
- No necesitas una mininevera para guardar tus productos de cuidado facial, pero tampoco deberías dejarlos en lugares demasiado cálidos o húmedos. Ten cuidado sobre todo con aquellos que contengan vitamina C, retinol, antioxidantes y filtros de luz ultravioleta.
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Sobrecargar la piel de productos por la noche
- La regla del "menos es más" también se aplica al cuidado de la piel. Tras una rutina de limpieza, de nada sirve aplicarse dos o tres sérums diferentes. Los productos de uso tópico solo son efectivos hasta el 0,3% de absorción, por lo que cuantos más utilices, menos útiles serán. Lo mejor que puedes hacer es ir alternando los sérums.
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26 / 31 Fotos
Seguir las modas ciegamente
- Adquirir los productos de moda no solo afecta a tu bolsillo, sino también a tu piel. Antes de comprar algo, pregúntate si de verdad lo necesitas.
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Fiarse ciegamente de las fórmulas caseras
- Los productos caseros son una buena forma de ahorrar dinero, pero no todos son beneficiosos para la piel. Algunos ingredientes, como el limón, pueden ser muy agresivos. Lo ideal es utilizar productos adecuados para tu tipo de piel.
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Llevar el pelo demasiado apretado
- Lo creas o no, el cuero cabelludo también es parte de tu piel, por lo que si te atas el cabello de cualquier manera, puedes acabar estropeándolo. Asimismo, un cuero cabelludo dañado puede generar alopecia e inflamación.
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29 / 31 Fotos
Dejar que los productos expiren
- Los productos de cuidado facial no duran para siempre. Presta atención a la fecha de caducidad, sobre todo si ya los has abierto o si han estado expuestos a la luz o el oxígeno. Ver también: Si te duchas así, te estás estropeando la piel
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Rutinas de cuidado facial que te están dañando la piel - ¿Tú también tienes una rutina de cuidado facial que sigues por pura costumbre? ¿Qué harías si te dijésemos que muchas de las cosas que hacemos para cuidar de nuestra piel en realidad la están dañando? Para evitar que caigamos en los mismos malos hábitos de siempre, los dermatólogos tienen algo que decirnos. Al fin y al cabo, ellos son los expertos en el mayor órgano de nuestro cuerpo: la piel. Si quieres saber cómo cuidar de ella como es debido, ¡sigue leyendo!
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No limpiar la piel correctamente
- Aunque te desmaquilles a conciencia, tienes que asegurarte de que estás utilizando un limpiador con los ingredientes adecuados. Por ejemplo, los antioxidantes ayudan a proteger la piel y el ácido salicílico contribuye a desobstruir los poros.
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Exfoliar la piel en exceso
- Aunque sea tentador, exfoliar la piel más de la cuenta puede ser perjudicial a la larga. Esto se debe a que los exfoliantes acaban con la barrera que protege la piel, lo que la hace más vulnerable a la luz solar y a las toxinas presentes en el ambiente. Por lo tanto, harías bien en no exfoliarte la piel más de dos o tres veces a la semana.
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Dormir con maquillaje
- No pasa nada por ir a la cama con maquillaje una vez, pero no dejes que se convierta en una costumbre. No desmaquillarse hace que los poros y glándulas sebáceas se obstruyan, lo que hará que parezcan más grandes.
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No aplicar los productos en el orden correcto
- Para sacarle el máximo provecho a los productos que utilizas, lo ideal es usarlos en el orden correcto. Aplica los que tengan una textura más leve antes que los que sean más densos. Da igual cuáles sean sus ingredientes activos. Esto se debe a que los productos más pesados pueden impedir que los más ligeros penetren en la piel.
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Utilizar brochas de maquillaje sucias
- Una brocha sucia es más dañina de lo que te piensas. Asegúrate de limpiarlas con regularidad para evitar que la suciedad y el maquillaje dañen tu piel.
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5 / 31 Fotos
No ponerse crema solar
- Lo mejor que puedes hacer para prevenir el envejecimiento prematuro de tu piel es utilizar crema solar todos los días, incluso en invierno. Lo ideal es que tenga un FPS de 30 o más. ¡Y no te olvides de echártela también por el pecho y las manos!
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Dormir con fundas de algodón
- Si puedes, utiliza fundas de seda o satén, ya que ayudan a minimizar las arrugas y los problemas de cutis. El contacto frecuente con fundas de algodón hace que el material acabe por irritar la piel a causa de la fricción. Esto puede provocar arrugas permanentes a medida que el colágeno se descompone.
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Aplicarse los productos con fuerza
- Aplicar los productos con fuerza puede dañar la piel. Lo mejor es esparcirlos sin ejercer casi presión en lugar de masajear la piel repetidamente hasta que esta los absorba.
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Utilizar exfoliantes para acabar con la piel grasa
- Utilizar diferentes tipos de exfoliantes no elimina la grasa cutánea. Todo lo contrario: cuanto más te exfolias y te secas la piel, más aceite produce el cuerpo, ya que este lo interpreta como una amenaza y pone en marcha los mecanismos naturales de reparación de la piel. Lo ideal es exfoliarse dos o tres veces por semana como máximo, incluso en el caso de quienes tienen piel grasa.
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9 / 31 Fotos
Abusar de los productos
- Aplicar productos limpiadores o de cualquier otro tipo en exceso también puede acabar con la grasa que protege la piel de forma natural. No hace falta limpiarse la cara dos veces al día, basta con hacerlo por la noche para retirar los restos de suciedad, aceite y maquillaje. La grasa que tu piel genera mientras duerme es hidratante y beneficiosa, por lo que harías bien en no utilizar limpiadores por la mañana. Pasarte una toalla húmeda por el rostro es más que suficiente.
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Quitarse los granos
- Todos lo hemos hecho alguna vez, pero es malísimo para la piel. Cuando nos explotamos un grano, lo que estamos haciendo es crear una infección que se enraizará aún más en el poro. Lo mejor es limpiarse la cara con una toalla limpia. Si el grano está listo para explotar, esa será toda la presión que necesites ejercer para hacerlo desaparecer.
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11 / 31 Fotos
Dormir con el pelo suelto
- A muchas personas les salen granos alrededor del rostro debido a la mezcla de grasa y productos capilares que utilizan. Antes de irte a la cama, recógete el pelo y ponte pinzas en el flequillo para evitar que se te meta por la cara mientras duermes.
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Usar productos inadecuados para tu tipo de piel
- Lee siempre la etiqueta de un producto antes de comprarlo para ver si es el adecuado para ti. Por ejemplo, si tienes la piel sensible, elige uno sin perfume que incluya ingredientes calmantes como el aloe vera, la caléndula y la camomila.
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13 / 31 Fotos
Llevar una mala dieta
- Lo que comes afecta a tu piel, por lo que harías bien en seguir una dieta rica en verduras de todo tipo. Asimismo, intenta reducir tu consumo de azúcar, ya que este hace que tu piel genere más grasa y andrógenos y, por lo tanto, más acné.
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No lavar las fundas y sábanas con frecuencia
- Las fundas de almohada acumulan residuos de productos como los acondicionadores y mascarillas capilares, lo que puede obstruir los poros. Por lo tanto, asegúrate de cambiar las fundas y sábanas una vez a la semana como mínimo.
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15 / 31 Fotos
No dormir lo suficiente
- No hay nada como dormir de un tirón para despertarse con una piel estupenda. La falta de sueño no solo provoca ojeras, sino que también hace que la piel parezca cansada y apagada. Por lo tanto, asegúrate de descansar lo suficiente por las noches.
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16 / 31 Fotos
No conocer los ingredientes de los productos
- Es importante que conozcas los ingredientes de los productos que utilizas. Lee siempre las etiquetas antes de comprarlos, ¡el precio no siempre se corresponde con la calidad!
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Dejar que la piel se seque
- Quienes sufren de acné o tienen granos de vez en cuando piensan que tienen que secarse la piel, por lo que acaban escogiendo productos demasiado agresivos. Sin embargo, estos irritan la piel mucho más que el brote en sí. Aunque utilices algo específico para combatir el acné, asegúrate de acabar el tratamiento con una crema calmante e hidratante.
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18 / 31 Fotos
No hidratar la piel
- Independientemente de tu tipo de piel, es importante que la hidrates a diario y que utilices cremas de noche. Y sí, esto también se aplica a quienes tienen la piel grasa.
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19 / 31 Fotos
Ignorar el cuello
- No te olvides de aplicar en el cuello los productos que utilizas para el rostro. El cuello es una zona delicada que está casi siempre expuesta, por lo que ignorarla puede fomentar el envejecimiento prematuro. Cuando limpies e hidrates tu cuello, aplica los productos con suavidad y con movimientos ascendentes.
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20 / 31 Fotos
Utilizar la misma toalla para la cara y el cuerpo
- Utiliza una toalla para el rostro y otra diferente para el cuerpo. Al igual que ocurre con las fundas de almohada, las toallas están en contacto con tu piel con regularidad, por lo que es importante mantenerlas libres de bacterias y suciedad.
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Toquetearte la cara
- Cada vez que te tocas la cara la estás dañando e irritando, lo que provoca arrugas y cicatrices. ¡Deja de hacerlo!
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22 / 31 Fotos
Darte duchas con agua demasiado caliente
- El agua muy caliente no es aconsejable para la piel, ya que elimina la grasa y humedad presentes en ella. Lo mejor es darse duchas con agua tibia.
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Maquillarte para hacer deporte
- Maquillarse para salir a hacer ejercicio hace que los poros se obstruyan y salga acné. Lo ideal es dejar que la piel respire cuando el cuerpo expulse impurezas al sudar.
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No almacenar los productos como es debido
- No necesitas una mininevera para guardar tus productos de cuidado facial, pero tampoco deberías dejarlos en lugares demasiado cálidos o húmedos. Ten cuidado sobre todo con aquellos que contengan vitamina C, retinol, antioxidantes y filtros de luz ultravioleta.
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Sobrecargar la piel de productos por la noche
- La regla del "menos es más" también se aplica al cuidado de la piel. Tras una rutina de limpieza, de nada sirve aplicarse dos o tres sérums diferentes. Los productos de uso tópico solo son efectivos hasta el 0,3% de absorción, por lo que cuantos más utilices, menos útiles serán. Lo mejor que puedes hacer es ir alternando los sérums.
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Seguir las modas ciegamente
- Adquirir los productos de moda no solo afecta a tu bolsillo, sino también a tu piel. Antes de comprar algo, pregúntate si de verdad lo necesitas.
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Fiarse ciegamente de las fórmulas caseras
- Los productos caseros son una buena forma de ahorrar dinero, pero no todos son beneficiosos para la piel. Algunos ingredientes, como el limón, pueden ser muy agresivos. Lo ideal es utilizar productos adecuados para tu tipo de piel.
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Llevar el pelo demasiado apretado
- Lo creas o no, el cuero cabelludo también es parte de tu piel, por lo que si te atas el cabello de cualquier manera, puedes acabar estropeándolo. Asimismo, un cuero cabelludo dañado puede generar alopecia e inflamación.
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- Los productos de cuidado facial no duran para siempre. Presta atención a la fecha de caducidad, sobre todo si ya los has abierto o si han estado expuestos a la luz o el oxígeno. Ver también: Si te duchas así, te estás estropeando la piel
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Rutinas de cuidado facial que te están dañando la piel
Estos son los 30 errores que los dermatólogos quieren que evites
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¿Tú también tienes una rutina de cuidado facial que sigues por pura costumbre? ¿Qué harías si te dijésemos que muchas de las cosas que hacemos para cuidar de nuestra piel en realidad la están dañando? Para evitar que caigamos en los mismos malos hábitos de siempre, los dermatólogos tienen algo que decirnos. Al fin y al cabo, ellos son los expertos en el mayor órgano de nuestro cuerpo: la piel. Si quieres saber cómo cuidar de ella como es debido, ¡sigue leyendo!
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