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Antigua Grecia - El origen de la palabra "bárbaro" se remonta a la antigua Grecia. Los griegos la utilizaban para referirse a los extranjeros que hablaban lenguas desconocidas.
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Antigua Roma
- Los romanos adoptaron el término y empezaron a utilizarlo para referirse a cualquier persona que no fuese de Roma, como los persas, egipcios e indios.
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Los hunos
- Los "bárbaros" por excelencia a ojos de la historia fueron los hunos. Los historiadores de antaño los describieron como monstruos prácticamente inhumanos. Los cristianos los acusaron de comer niños. Estas representaciones no solo son exageradas, sino totalmente inciertas.
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Un nuevo enemigo
- Los romanos comenzaron a saber de la existencia de los hunos alrededor del 376 d.C. Un grupo de godos (una tribu nómada germánica que solía estar en guerra con los romanos) acudió a la frontera con Roma para pedir auxilio, ya que estaba huyendo de otro pueblo nómada de guerreros que estaba invadiendo territorios por el este.
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¿Salvajes o simplemente desconocidos?
- En las obras de arte europeas, los hunos suelen aparecer representados como salvajes desnudos, ¿pero sabías que fueron ellos quienes inventaron los pantalones? ¡Una prenda mucho más cómoda para montar a caballo!
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Grandes jinetes
- Los hunos se caracterizaban por ser hábiles jinetes. Tanto es así, que eran capaces de atacar con arcos montados a caballo con una precisión abrumadora. Esto los hacía prácticamente imparables en el campo de batalla.
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6 / 30 Fotos
Eran nómadas
- A pesar de ser unos grandes guerreros capaces de hacer que Roma temblase de miedo, los hunos no se diferenciaban tanto del resto de sus vecinos europeos. Solían viajar en pequeños grupos familiares compuestos por hombres, mujeres, niños y ganado.
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7 / 30 Fotos
Estaban obsesionados con el oro
- Al igual que otras muchas civilizaciones, los hunos veneraban el oro. Por lo tanto, uno de sus objetivos era hacerse con todo el que pudiesen, bien saqueando, bien negociando.
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Los tesoros hunos
- Como eran nómadas, los hunos solían esconder oro en varios lugares para mantenerlo a salvo. Muchos de estos alijos han sido descubiertos en excavaciones arqueológicas y han resultado ser auténticos tesoros.
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Guerra psicológica
- Los hunos recurrían a la guerra psicológica para adentrarse en la mente de sus enemigos. Por ejemplo, luchaban con las cabezas cubiertas con piel de lobo y gritando a pleno pulmón. En cierto modo, no es de extrañar que los historiadores de la Antigüedad los retratasen como bestias salvajes.
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10 / 30 Fotos
Alargamiento del cráneo
- Los hunos practicaban un ritual de deformación que consistía en atar los cráneos de los infantes para que crecieran a lo largo. También solían llevar coronas de oro sobre sus cabezas deformes. Su peculiar aspecto solo hizo que los romanos y cristianos tuviesen un motivo más para demonizarlos.
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Una estrategia astuta
- A medida que la gente se hacía eco de su terrorífico aspecto y sus devastadores ataques, los hunos comenzaron a desarrollar un sistema de extorsión que les permitía hacerse con el premio sin tener que esforzarse lo más mínimo. Básicamente, invadían un territorio (o amenazaban con hacerlo) y exigían oro a cambio de su retirada.
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Comprados por los romanos
- Los romanos decidieron que era mejor pagar a los hunos que enfrentarse a ellos. Cuando el Imperio huno estaba en su momento de máximo apogeo, recibían nada más y nada menos que unos 1133 kilos de oro al año de parte de Roma. Después, lo fundían y lo convertían en increíbles obras de arte.
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El arte huno
- Los hunos tenían una gran conexión con la naturaleza, algo que quedó reflejado en sus creaciones. Tenían una especial afinidad por las águilas, los lobos y los caballos. A estos últimos los veneraban hasta el punto de engalanarlos con adornos de oro.
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El arte huno
- Este broche en forma de cigarra del Museo Nacional de Budapest se remonta al siglo II d.C. Los hunos lo utilizaban como un símbolo de su estatus.
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El Imperio huno
- Los hunos no tardaron en expandirse y en formar un Imperio que se extendía por gran parte de lo que hoy en día es Rusia y China. Estaba formado por una confederación de pequeñas naciones aliadas y unidas contra un mismo enemigo: los romanos.
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Atila, rey de los hunos
- El líder más famoso de los hunos fue Atila. Provenía de una poderosa familia huna y recibió una educación encomiable. Hablaba varias lenguas, entre ellas el latín. Conquistó casi toda Europa mediante una sofisticada campaña basada en el miedo y el soborno que le permitió tener a los romanos justo donde él quería.
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Las observaciones de un invitado romano
- A un romano llamado Prisco se le encomendó la tarea de visitar el campamento de Atila para negociar con él. Tras el encuentro, relató que se le recibió con un banquete opulento y civilizado, en el que los invitados comían de bandejas de plata y bebían de copas de oro. Según él, se les trató con respeto y los hunos no se mostraron salvajes en absoluto.
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Las observaciones de un invitado romano
- Prisco también señaló que Atila solo comía y bebía con utensilios de madera y que vestía ropas sencillas sin ningún tipo de detalle dorado. El historiador romano escribió que estos gestos eran parte de su autodisciplina. ¡Parece ser que los hunos al final no eran tan salvajes y bárbaros como se creía!
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La muerte de Atila
- Tras la muerte de Atila en el 453 d.C., el Imperio huno se vio privado de su fuerte liderazgo y no tardó en desintegrarse, dando lugar a nuevas facciones de menor tamaño. Aunque su dominio tan solo duró unas pocas décadas, los hunos lograron demostrar que el Imperio romano no era impenetrable.
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Los vándalos
- Poco después, apareció un nuevo grupo de "bárbaros" dispuesto a explotar los puntos débiles que los hunos habían descubierto. Se los conocía como los vándalos.
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Otro término peyorativo - Hoy en día, la palabra "vándalo" se utiliza para denominar a quienes cometen delitos menores. Históricamente, sin embargo, servía para referirse a personas de naturaleza errante. Los vándalos eran gente nómada que viajaba por Europa y el norte de África.
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La captura de Cartago
- Los vándalos acabaron por llegar a la ciudad de Cartago, uno de los lugares más prósperos del Imperio romano ubicado en el actual Túnez. La facilidad con la que los vándalos tomaron la ciudad dejó a los romanos boquiabiertos.
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Una conquista civilizada
- Algunos registros históricos te harán creer que los vándalos invadieron Cartago por la fuerza nada más llegar, pero las investigaciones actuales han demostrado que eso no fue así.
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Prosperidad y desarrollo cultural
- De hecho, no solo no destruyeron casi nada, sino que contribuyeron enormemente a las artes. Construyeron villas elegantes con una decoración ostentosa. El mosaico de Dominus Julius es uno de los ejemplos de arte vándalo más famosos que se conservan.
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El mosaico de Dominus Julius (siglo IV d.C.)
- Dicho mosaico (presente en la imagen) representa la vida cotidiana de los vándalos adinerados en Cartago, la cual era prácticamente idéntica a la de los romanos pudientes.
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Las Termas de Cartago
- Los vándalos también erigieron complejos termales exquisitos que utilizaban como spas, espacios sociales y, por supuesto, baños para cuidar la higiene.
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La poesía vandálica
- Los vándalos adoraban la poesía. Tanto es así, que el célebre poeta Félix le dedicó una serie de poemas a la belleza de las termas. Sus poemas se grabaron en las paredes de los baños en mosaicos para ofrecer una experiencia aún más elevada a quienes los frecuentaban.
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Bárbaros
- Al igual que los hunos, los vándalos fueron descritos como bárbaros y salvajes por los historiadores romanos y los escritores cristianos de la época. Sin embargo, las investigaciones y descubrimientos recientes nos han hecho ver que estas descripciones estaban fuertemente basadas en el miedo y en el deseo de denigrar a estos invasores paganos. Un análisis histórico más detallado demuestra que aquellos grupos considerados bárbaros en realidad eran civilizaciones fascinantes que contribuyeron enormemente al desarrollo de la agricultura, las artes y las estrategias militares. Fuentes: (Live Science) (Britannica) (History) (Chronicle) Ver también: ¿Quiénes fueron los filisteos?
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Antigua Grecia - El origen de la palabra "bárbaro" se remonta a la antigua Grecia. Los griegos la utilizaban para referirse a los extranjeros que hablaban lenguas desconocidas.
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Antigua Roma
- Los romanos adoptaron el término y empezaron a utilizarlo para referirse a cualquier persona que no fuese de Roma, como los persas, egipcios e indios.
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Los hunos
- Los "bárbaros" por excelencia a ojos de la historia fueron los hunos. Los historiadores de antaño los describieron como monstruos prácticamente inhumanos. Los cristianos los acusaron de comer niños. Estas representaciones no solo son exageradas, sino totalmente inciertas.
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Un nuevo enemigo
- Los romanos comenzaron a saber de la existencia de los hunos alrededor del 376 d.C. Un grupo de godos (una tribu nómada germánica que solía estar en guerra con los romanos) acudió a la frontera con Roma para pedir auxilio, ya que estaba huyendo de otro pueblo nómada de guerreros que estaba invadiendo territorios por el este.
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¿Salvajes o simplemente desconocidos?
- En las obras de arte europeas, los hunos suelen aparecer representados como salvajes desnudos, ¿pero sabías que fueron ellos quienes inventaron los pantalones? ¡Una prenda mucho más cómoda para montar a caballo!
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Grandes jinetes
- Los hunos se caracterizaban por ser hábiles jinetes. Tanto es así, que eran capaces de atacar con arcos montados a caballo con una precisión abrumadora. Esto los hacía prácticamente imparables en el campo de batalla.
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Eran nómadas
- A pesar de ser unos grandes guerreros capaces de hacer que Roma temblase de miedo, los hunos no se diferenciaban tanto del resto de sus vecinos europeos. Solían viajar en pequeños grupos familiares compuestos por hombres, mujeres, niños y ganado.
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Estaban obsesionados con el oro
- Al igual que otras muchas civilizaciones, los hunos veneraban el oro. Por lo tanto, uno de sus objetivos era hacerse con todo el que pudiesen, bien saqueando, bien negociando.
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Los tesoros hunos
- Como eran nómadas, los hunos solían esconder oro en varios lugares para mantenerlo a salvo. Muchos de estos alijos han sido descubiertos en excavaciones arqueológicas y han resultado ser auténticos tesoros.
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Guerra psicológica
- Los hunos recurrían a la guerra psicológica para adentrarse en la mente de sus enemigos. Por ejemplo, luchaban con las cabezas cubiertas con piel de lobo y gritando a pleno pulmón. En cierto modo, no es de extrañar que los historiadores de la Antigüedad los retratasen como bestias salvajes.
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Alargamiento del cráneo
- Los hunos practicaban un ritual de deformación que consistía en atar los cráneos de los infantes para que crecieran a lo largo. También solían llevar coronas de oro sobre sus cabezas deformes. Su peculiar aspecto solo hizo que los romanos y cristianos tuviesen un motivo más para demonizarlos.
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11 / 30 Fotos
Una estrategia astuta
- A medida que la gente se hacía eco de su terrorífico aspecto y sus devastadores ataques, los hunos comenzaron a desarrollar un sistema de extorsión que les permitía hacerse con el premio sin tener que esforzarse lo más mínimo. Básicamente, invadían un territorio (o amenazaban con hacerlo) y exigían oro a cambio de su retirada.
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12 / 30 Fotos
Comprados por los romanos
- Los romanos decidieron que era mejor pagar a los hunos que enfrentarse a ellos. Cuando el Imperio huno estaba en su momento de máximo apogeo, recibían nada más y nada menos que unos 1133 kilos de oro al año de parte de Roma. Después, lo fundían y lo convertían en increíbles obras de arte.
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13 / 30 Fotos
El arte huno
- Los hunos tenían una gran conexión con la naturaleza, algo que quedó reflejado en sus creaciones. Tenían una especial afinidad por las águilas, los lobos y los caballos. A estos últimos los veneraban hasta el punto de engalanarlos con adornos de oro.
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El arte huno
- Este broche en forma de cigarra del Museo Nacional de Budapest se remonta al siglo II d.C. Los hunos lo utilizaban como un símbolo de su estatus.
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El Imperio huno
- Los hunos no tardaron en expandirse y en formar un Imperio que se extendía por gran parte de lo que hoy en día es Rusia y China. Estaba formado por una confederación de pequeñas naciones aliadas y unidas contra un mismo enemigo: los romanos.
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16 / 30 Fotos
Atila, rey de los hunos
- El líder más famoso de los hunos fue Atila. Provenía de una poderosa familia huna y recibió una educación encomiable. Hablaba varias lenguas, entre ellas el latín. Conquistó casi toda Europa mediante una sofisticada campaña basada en el miedo y el soborno que le permitió tener a los romanos justo donde él quería.
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Las observaciones de un invitado romano
- A un romano llamado Prisco se le encomendó la tarea de visitar el campamento de Atila para negociar con él. Tras el encuentro, relató que se le recibió con un banquete opulento y civilizado, en el que los invitados comían de bandejas de plata y bebían de copas de oro. Según él, se les trató con respeto y los hunos no se mostraron salvajes en absoluto.
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Las observaciones de un invitado romano
- Prisco también señaló que Atila solo comía y bebía con utensilios de madera y que vestía ropas sencillas sin ningún tipo de detalle dorado. El historiador romano escribió que estos gestos eran parte de su autodisciplina. ¡Parece ser que los hunos al final no eran tan salvajes y bárbaros como se creía!
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La muerte de Atila
- Tras la muerte de Atila en el 453 d.C., el Imperio huno se vio privado de su fuerte liderazgo y no tardó en desintegrarse, dando lugar a nuevas facciones de menor tamaño. Aunque su dominio tan solo duró unas pocas décadas, los hunos lograron demostrar que el Imperio romano no era impenetrable.
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Los vándalos
- Poco después, apareció un nuevo grupo de "bárbaros" dispuesto a explotar los puntos débiles que los hunos habían descubierto. Se los conocía como los vándalos.
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Otro término peyorativo - Hoy en día, la palabra "vándalo" se utiliza para denominar a quienes cometen delitos menores. Históricamente, sin embargo, servía para referirse a personas de naturaleza errante. Los vándalos eran gente nómada que viajaba por Europa y el norte de África.
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La captura de Cartago
- Los vándalos acabaron por llegar a la ciudad de Cartago, uno de los lugares más prósperos del Imperio romano ubicado en el actual Túnez. La facilidad con la que los vándalos tomaron la ciudad dejó a los romanos boquiabiertos.
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Una conquista civilizada
- Algunos registros históricos te harán creer que los vándalos invadieron Cartago por la fuerza nada más llegar, pero las investigaciones actuales han demostrado que eso no fue así.
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Prosperidad y desarrollo cultural
- De hecho, no solo no destruyeron casi nada, sino que contribuyeron enormemente a las artes. Construyeron villas elegantes con una decoración ostentosa. El mosaico de Dominus Julius es uno de los ejemplos de arte vándalo más famosos que se conservan.
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El mosaico de Dominus Julius (siglo IV d.C.)
- Dicho mosaico (presente en la imagen) representa la vida cotidiana de los vándalos adinerados en Cartago, la cual era prácticamente idéntica a la de los romanos pudientes.
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Las Termas de Cartago
- Los vándalos también erigieron complejos termales exquisitos que utilizaban como spas, espacios sociales y, por supuesto, baños para cuidar la higiene.
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La poesía vandálica
- Los vándalos adoraban la poesía. Tanto es así, que el célebre poeta Félix le dedicó una serie de poemas a la belleza de las termas. Sus poemas se grabaron en las paredes de los baños en mosaicos para ofrecer una experiencia aún más elevada a quienes los frecuentaban.
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Bárbaros
- Al igual que los hunos, los vándalos fueron descritos como bárbaros y salvajes por los historiadores romanos y los escritores cristianos de la época. Sin embargo, las investigaciones y descubrimientos recientes nos han hecho ver que estas descripciones estaban fuertemente basadas en el miedo y en el deseo de denigrar a estos invasores paganos. Un análisis histórico más detallado demuestra que aquellos grupos considerados bárbaros en realidad eran civilizaciones fascinantes que contribuyeron enormemente al desarrollo de la agricultura, las artes y las estrategias militares. Fuentes: (Live Science) (Britannica) (History) (Chronicle) Ver también: ¿Quiénes fueron los filisteos?
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Bárbaros: ¿héroes incomprendidos o villanos históricos?
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Conocer el pasado es esencial para aprender de él y no repetir los mismos errores una y otra vez. Sin embargo, a veces la información que nos llega sobre ciertas culturas y civilizaciones antiguas no es del todo correcta. Los escritores e historiadores de antaño hacían lo que podían con los datos que tenían a su disposición, pero en muchas ocasiones relataban los sucesos desde un punto de vista personal. Sus perspectivas irremediablemente condicionadas por los valores y prejuicios de la época, unidas al miedo a lo desconocido y la falta de contexto, dieron lugar a muchas malinterpretaciones que han llegado hasta nuestros días. Por ese motivo, en esta galería vamos a hablar de quiénes fueron realmente los bárbaros y si eran tan terribles como los romanos decían. ¡Adelante!
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