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"No tengo ropa limpia" -

Si es cierto que te has quedado sin ropa limpia, igual deberías empezar a organizar mejor tus coladas.

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"Hace demasiado frío" -

Todos querríamos utilizar esta excusa de vez en cuando. ¿A quién no le apetece quedarse en la cama en invierno?

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"Me ha entrado una vaca en casa" -

Y ahora tienes que esperar a los del seguro y, obviamente, ¡a que alguien venga a por la vaca!

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"He acabado en un avión por accidente" -

Algo que sin duda puede pasar de forma totalmente accidental, igual que tropezar y caer de bruces en una playa paradisíaca de camino a la oficina. ¡Qué cosas!

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"Una gallina ha atacado a mi madre" -

Nunca subestimes el mal humor de una gallina. ¡Menos mal que estabas cerca para salvar a tu madre!

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"Mi coche está rodeado por un enjambre de abejas" -

¿Quién se atrevería a entrar en el coche ante semejante situación?

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"Me he despertado y no sé dónde estoy" -

Son cosas que pasan, pero no cuando tienes que ir a trabajar al día siguiente.

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"Pensaba que era sábado" -

¿A quién no le ha pasado esto alguna vez?

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"Mi novia ha tirado todas mis cosas a la basura" -

Se enteró de que le estabas siendo infiel y decidió tirar todas tus cosas, igual que en las películas. ¡Claramente, no puedes dejar tus pertenencias en la basura!

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"Se me ha metido el peine en el ojo" -

¿Cómo de enredado tenías el pelo y con cuánta fuerza te lo estabas cepillando? ¡Ay!

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"Me he hecho daño en el meñique" -

Todos sabemos lo grave e incapacitante que es darse un golpe en el dedo meñique contra una esquina...

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"Me quieren pegar" -

Puede ser que te hayas metido en algún lío, ¿pero por qué iban a querer pegarte justo cuando tienes que ir al trabajo?

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"Se me han quedado los dedos atrapados jugando a los bolos" -

No poder sacar los dedos de la bola justo cuando crees que va a hacer pleno es una sensación terrible, sin duda.

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"Una vidente me ha dicho que no vaya al trabajo" -

Si el universo te dice que no vayas al trabajo, harías bien en hacerle caso. Sobre todo si el mensaje lo recibes a través de una vidente...

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"Hay un extraño durmiendo en mi sofá" -

Si es un extraño, ¿por qué está durmiendo en tu sofá? Menudo misterio...

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"He dormido en una mala postura y ahora no siento los brazos" -

Nadie se explica cómo has podido coger el teléfono para avisar de que no ibas a trabajar...

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"Mi perro se ha quedado sin comida" -

Las prioridades son las prioridades. ¿Cómo vas a ir al trabajo sin darle el desayuno a tu amigo peludo?

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"Anoche salí de fiesta y algo me ha sentado mal" -

Sí, se llama alcohol. Y lo que te pasa es que tienes resaca.

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"Hay un pájaro en mi casa y no sé qué hacer" -

¿Cómo vas a ir al trabajo con un pájaro revoloteando por casa? ¡Ni hablar!

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"Me caí de la cama y me quedé inconsciente" -

Si estás inconsciente, es imposible oír la alarma. Las cosas como son...

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"He confundido la comida del gato con atún y ahora no me encuentro bien" -

Lo habitual es que las mascotas se coman la comida de sus dueños y no al revés, pero todo puede ser...

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"Mi casa está maldita, así que he llamado a un cura" -

Ir al trabajo no es compatible con someter tu casa a un exorcismo, lo entendemos.

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"Soñé que mi gato moría..." -

Y ahora te da miedo dejarlo solo, claro. Lo sentimos, pero no cuela.

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"Un zorro me ha robado las llaves del coche" -

Los zorros son conocidos por su manía de robar llaves, sobre todo mientras los demás duermen.

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"Se me ha quedado el brazo atrapado en el tensiómetro" -

Puede que acabes despedido, pero oye, ¡la salud es siempre lo primero!

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"Es un secreto. Si te lo digo, te pondré en peligro" -

¡Esperemos que tu jefe sea lo suficientemente inocente como para tragarse esta excusa!

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"Mi novia me ha lanzado un mando de la Wii a la cara y me ha partido un diente" -

No todos llevan bien perder al Wii Sports... Espera, ¿qué hacías jugando a la consola si tenías que estar yendo a la oficina?

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"Me he despertado de buen humor y no quiero estropearlo" -

A veces, la honestidad no es bienvenida. Pero si tu trabajo de verdad te pone de mal humor, igual deberías buscarte otro.

Fuentes: (Reader's Digest) (Forbes) (Insider) (Coburg Banks)

Ver también: Las excusas más absurdas para declarar una guerra

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