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Pensar, pensar y repensar -

Ya has estado casado antes, así que es normal que valores la posibilidad de contraer matrimonio de nuevo una y otra vez.

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Pensar, pensar y repensar -

La psicóloga Amy Sherman quiere que te hagas la siguiente pregunta: ¿Qué aspectos negativos fueron los que provocaron el divorcio?

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Fíjate en si hay aspectos negativos -

Esa pregunta lleva a esta otra: ¿Qué es lo que no quieres en una relación? ¿Este nuevo amor es de verdad todo lo que estabas buscando?

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No tengas prisa -

Es importante que te tomes el tiempo necesario para sanar tus heridas y poner en orden tus ideas. Necesitas estar bien emocional, física y económicamente antes de plantearte un segundo matrimonio. Al final, todo esto te ayudará a que salga bien si te decides a dar el paso.

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No tengas prisa -

Sobra decir que también es muy importante que dediques el tiempo suficiente a conocer bien a la persona con la que te estás planteando pasar el resto de tu vida.

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¿Ya has superado tu relación anterior? -

Los divorcios son duros y pueden ser muy difíciles de superar. ¿Sientes que tienes algo pendiente que te impide pasar página?

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¿Has pasado algún tiempo soltero? -

Es importante pasar un tiempo solo después de un divorcio y antes de volver a comprometerse con alguien. ¿Sabes lo que es estar soltero? ¿Has salido con otras personas? ¿Cómo te sientes en tu propia compañía? Estas son solo algunas de las preguntas sobre las que necesitas reflexionar.

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¿Tienes buenas razones para casarte? -

Algunas personas no quieren (o no saben) estar solas. Es importante que no te cases por miedo a estar solo, ya sea en el presente o en el futuro.

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¿Tienes buenas razones para casarte? -

El miedo a estar solo no es la única mala razón por la que algunas personas deciden volver a casarse. Otras lo hacen por dinero o por poner celoso a su ex.

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Puede que te acabes casando con el mismo tipo de persona -

Tendemos a repetir los mismos patrones, por lo que es probable que te sientas atraído por personas que te despierten un sentimiento de familiaridad. Esto puede ser bueno o malo, así que reflexiona sobre ello antes de darle el sí quiero a tu cónyuge 2.0.

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No vas a poder replicar tu antigua dinámica familiar -

Cada pareja tiene una dinámica particular con sus hijos (si es que los hay). Por lo tanto, no vas a poder replicarla y eso puede dejarte un vacío. Acepta que las cosas van a ser diferentes y así evitarás echar la vista atrás y buscar confort donde ya no lo hay. Esto no significa que la nueva dinámica vaya a ser mala, sino simplemente distinta a la otra.

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Puede que tu pareja te llame por el nombre equivocado de vez en cuando -

Y puede que a ti te ocurra lo mismo. Esto es algo normal, sobre todo tras una relación de muchos años. Nuestros cerebros se pasan el día estableciendo conexiones y de vez en cuando puede ser que ambos utilicéis los nombres equivocados. ¿Cómo crees que vais a reaccionar?

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Es probable que te tomes tu matrimonio muy en serio -

Casarte de nuevo implica darle una segunda oportunidad al concepto del matrimonio. Esto quiere decir que crees en él y lo respetas. Además, significa que tienes en cuenta todos los aspectos y te los tomas en serio. ¿Tu pareja siente lo mismo?

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El contacto físico puede que no surja con la misma naturalidad que antes -

Puede que no busques tanto el contacto físico como en tu otra relación. Ya no eres joven e inocente, por lo que puede que no siempre sientas esa conexión con tu nueva pareja. No obstante, esto no se aplica a todo el mundo. ¡Incluso puede ocurrir justo lo contrario!

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Te esforzarás más -

Esta vez quieres que funcione, ¿cierto? Por ese motivo, probablemente te esforzarás más en sacar adelante este segundo matrimonio.

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Compararás tu segundo matrimonio al primero -

Es normal: tienes un pasado y ese pasado forma parte de tu vida. Es inevitable que compares ciertas cosas para evitar repetir los mismos errores.

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Puede que tengas unas expectativas demasiado altas -

Es normal querer que esta segunda vez salga bien, pero si tienes unas expectativas demasiado altas, es probable que acabes decepcionado.

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Puede que tengas unas expectativas demasiado altas -

"La gente tiene la idea equivocada de que un cambio de escenario va a hacer que todo salga bien", comenta la psicóloga matrimonial y familiar Linda Charnes.

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Puede que haya celos de por medio -

Puede que tanto tú como tu pareja sintáis celos de vuestras anteriores relaciones. A veces, aunque un matrimonio se acabe, el vínculo sigue estando ahí (sobre todo si hay hijos de por medio). Por lo tanto, esta es una situación que puede ocurrir.

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Puede que te cueste encajar en tu nueva familia -

El matrimonio unirá a dos familias y, cuando otras personas entran en juego, puede ocurrir de todo. "Los familiares pueden inmiscuirse demasiado en la relación, hasta el punto de que el cónyuge se sienta acorralado," señala la psicóloga Courtney Geter.

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Una fusión familiar -

¿Tú o tu pareja tenéis hijos de vuestras relaciones anteriores? Si es así, seréis conscientes de las dificultades que esto puede entrañar. Tened en cuenta que vais a juntar a personas con diferentes personalidades que puede que se sientan obligadas a relacionarse. Hay varias decisiones emocionales, logísticas y económicas que tenéis que tomar antes de dar el paso.

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Una fusión familiar -

Si ambos tenéis hijos, tenéis que definir qué papel vais a desempeñar en sus vidas. La relación entre padrastros e hijastros puede unir o romper un matrimonio, por lo que es importante que no os lo toméis a la ligera.

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Tu vida sexual será diferente -

Las personas son diferentes, por lo que las costumbres y preferencias que tenías con tu anterior cónyuge puede que no sean las mismas que tienes con el actual. Esto puede ser bueno o malo, todo dependerá de lo bien que consigáis satisfacer vuestros deseos y necesidades.

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Buscad ayuda profesional -

Antes y después de contraer matrimonio. Sí, las parejas pueden ir al psicólogo antes de que surjan los problemas. Buscar ayuda profesional os ayudará a evitar situaciones incómodas y a saber gestionarlas si al final ocurren.

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Separación de bienes -

Los matrimonios también tienen una dimensión económica, por lo que igual es buena idea separar vuestros bienes en caso de que al final la relación no funcione.

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¿Qué dice la ley? -

Antes de que os caséis, ved con detenimiento qué dice la ley al respecto. ¿El país donde residís os permite volver a contraer matrimonio tras un divorcio? ¿Tenéis que esperar durante un cierto tiempo antes de poder daros el sí quiero?

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Cambio de apellido -

Si en vuestro país es habitual que uno de los cónyuges adopte el apellido del otro, habladlo antes de casaros. ¿Vais a conservar vuestros apellidos o no? ¿Es la primera o la segunda vez que lo hacéis? Es importante que dejéis estas cosas claras antes de dar el paso.

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Las estadísticas juegan en tu contra -

Por desgracia, los segundos matrimonios suelen acabar en divorcio aún más que los primeros. En algunos países, la tasa de separación llega al 80%, o sea que las estadísticas no son demasiado optimistas.

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Puedes conseguir que funcione -

No obstante, hay parejas que se casan por segunda vez y consiguen que todo funcione a la perfección, ¿así que por qué no iba a ser tu caso?

Fuentes: (Relish) (Midlife Rambler) (Best Life)

Ver también: Así era el matrimonio perfecto en los años 30

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