© Shutterstock

Cuando estamos felices, enseñamos los dientes -

Y sabemos que otras personas son felices cuando podemos verles los dientes.

© Shutterstock

Creamos películas especialmente para tener miedo -

Y realmente nos asustamos viendo esas cosas que sabemos que son completamente inventadas. Es más, pagamos dinero para disfrutarlo...

© Shutterstock

Cortamos plantas coloridas para mostrar amor -

En general, pensamos que es un gesto dulce cortar una planta que tiene un brote de color al final porque es puramente un bonito regalo.

© Shutterstock

Cuando escuchamos música, movemos el cuerpo -

A veces no podemos evitarlo cuando oímos una colección de ondas sonoras que nos gusta: ¡empezamos a mover el cuerpo! También compramos entradas para ir a ver a nuestros humanos favoritos y bailar con otros humanos al ritmo de las mismas ondas sonoras.

© Shutterstock

Aplaudimos para mostrar reconocimiento -

Aplaudimos para hacer un ruido fuerte y lo hacemos en grandes grupos al mismo tiempo para demostrar a alguien que le apreciamos.

© Shutterstock

Nos encanta ir a piscinas de aguas -

Aunque no somos anfibios y no podemos aguantar la respiración mucho tiempo, nos encanta reunirnos en piscinas artificiales para chapotear un poco. También contratamos a otros humanos para asegurarnos de que estamos a salvo en el agua.

© Shutterstock

Nos pintamos las uñas -

Añadimos color y diseños a las uñas de manos y pies sin otra función que hacerlas más bonitas.

© Shutterstock

Envolvemos regalos -

Cuando compramos un regalo para alguien, lo envolvemos justo para que haya suspense durante unos segundos antes de que el destinatario arranque el papel.

© Shutterstock

Vamos a parques de atracciones -

Pagamos dinero para que nos aten a atracciones que lanzan nuestros cuerpos de un lado a otro y nos revuelven el estómago porque creemos que eso es divertido.

© Shutterstock

Nos arreglamos el cabello de diferentes formas -

Nos peinamos de diferentes maneras para ser más atractivos o para sentirnos bien con nosotros mismos. Lo mismo ocurre con los sombreros.

© Shutterstock

Adoptamos a otros animales -

Decidimos cuidar a un animal de otra especie porque nos parece muy lindo y le enseñamos cosas como a dar la patita.

© Shutterstock

Cantamos una canción en los cumpleaños -

Inventamos una canción para cantársela a alguien y celebrar el día en el que nacieron, y se la cantamos a todo el mundo para demostrarles que ese día nos parecen muy especiales.

© Shutterstock

Planchamos la ropa -

Ponemos trocitos limpios de tela de nuestras tallas específicas y eliminamos las arrugas con vapor o con una plancha para estar más presentables ante los demás humanos.

© Shutterstock

Le damos comida a la gente cuando está triste -

Cuando alguien pasa por un mal momento, le llevamos comida para ahorrarle el disgusto de tener que prepararla o perdirla por su cuenta.

© Shutterstock

Estamos obsesionados con las pelotas -

Las perseguimos, las pateamos, las lanzamos, las hacemos rebotar y mucho más por un pequeño premio, y nos reunimos miles de personas para ver a otros humanos hacerlo.

© Shutterstock

Admiramos lo que hicieron generaciones anteriores -

Viajamos por el mundo para ver lo que hicieron las generaciones anteriores, ¡porque pensamos que lo que hicieron estuvo muy bien!

© Shutterstock

Nos cubrimos la boca cuando comemos -

Cuando hablamos mientras comemos, a menudo nos tapamos la boca con la mano porque no queremos que nos vean masticar.

© Shutterstock

Bostezamos -

Cuando estamos cansados, respiramos hondo y soltamos ese enorme ruido mientras abrimos la boca de par en par. Y lo más gracioso es que nos entran ganas de bostezar cuando vemos bostezar a otra persona.

© Shutterstock

Tenemos buzones y timbres -

Tenemos pequeñas cajas o ranuras en la puerta para poder dejarnos pequeños mensajes. También tenemos botoncitos que pulsar para que otros humanos sepan que hemos llegado a su casa.

© Shutterstock

Nos damos la mano -

Cogemos de la mano a la gente que nos gusta. Incluso se nos pone la piel de gallina, y puede ser señal de que dos personas están juntas y se gustan.

© Shutterstock

Bebemos cosas que nos dejan tontos -

Vamos a sitios que venden específicamente bebidas que nos hacen hacer el tonto y nos dejan menos hábiles, y también servimos esas bebidas en bodas, conferencias de negocios y demás.

© Shutterstock

Somos muy educados -

Si chocamos con otro ser humano, sentimos la necesidad de pedirle perdón e incluso nos da un poco de vergüenza.

© Shutterstock

Amamos los picoteos y snacks -

Guardamos golosinas en nuestros armarios para cuando necesitamos consuelo o un tentempié rápido. También tenemos pequeños paquetes de raciones de snacks individuales.

© Shutterstock

Nos movemos en cajitas con ruedas -

Y nos enfadamos con otras personas porque van demasiado despacio o están haciendo algo peligroso en sus propias cajitas con ruedas.

© Shutterstock

Nos sonrojamos y sudamos cuando sentimos vergüenza -

Nuestras mejillas y nuestra piel pueden cambiar de color, y nuestras axilas pueden humedecerse si nos sentimos avergonzados o nerviosos.

© Shutterstock

Compramos cosas inútiles para decorar -

Tenemos nuestros propios niditos y compramos cosas que a veces no tienen ninguna utilidad, solo para ponerlas en nuestras casas y mirarlas. Cada uno tiene un gusto diferente.

© Shutterstock

Queremos que otros humanos nos sostengan -

Nos abrazamos en nombre del romanticismo, la celebración, el amor, la tristeza e incluso simplemente para saludar o despedirnos. De hecho, liberamos sustancias químicas de la felicidad en nuestro cerebro.

© Shutterstock

Tenemos zonas de sueño acolchadas y envueltas en telas -

Creamos cojines gigantes y ponemos encima sábanas a medida y otras telas calentitas para poder acurrucarnos cada noche para dormir.

© Shutterstock

Reímos -

Cuando oímos algo que nos parece gracioso, no podemos evitar soltar un sonido repetitivo involuntario. A veces ni siquiera tenemos que oír algo, puede ser simplemente una mirada compartida con otro ser humano.

© Shutterstock

Nos encanta seguirles el rastro a otros humanos -

No solo pasamos horas a la semana viendo a otros seres humanos representar historias en la televisión y el cine, sino que también desarrollamos tecnología para poder ver a otros seres humanos en nuestras pantallas aunque estén muy lejos.

Fuentes: (Bored Panda) (BuzzFeed) (Reddit)

© Shutterstock