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Ya no te preocupas tanto por tu pareja -

Cuando te desenamoras de alguien, ya no sientes el mismo vínculo ni te preocupas tanto por esa persona.

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No te enorgulleces de estar a su lado -

Si estar a su lado es más bien un motivo de vergüenza para ti, algo no anda nada bien.

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Siempre la estás comparando con otras personas -

Una señal inequívoca es comparar constantemente a tu pareja con las otras personas con las que podrías estar si estuvieses soltero.

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Ya no intimáis -

El enamoramiento implica atracción, por lo que si ya no queréis tener relaciones, podría significar que el sentimiento se está disipando.

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No hacéis planes juntos -

Tener citas con tu pareja es una forma divertida de crear nuevos recuerdos. Por lo tanto, si ya no quieres compartir momentos especiales con ella, es probable que se deba a que ya no sientes lo mismo.

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Las discusiones complican más las cosas -

Si las discusiones solo dan pie a más malentendidos entre los dos, entonces no cabe duda de que la relación se está deteriorando.

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Estás a su lado por su bienestar -

Si te quedas con alguien solo porque la otra persona te necesita, dice que no puede vivir sin ti o ha demostrado algún tipo de dependencia tóxica, entonces estás en pareja por la razón equivocada.

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No te la imaginas en tus planes de futuro -

¿Sueñas despierto con el futuro y tu pareja no entra en tus planes? Entonces lo más probable es que vuestra relación esté abocada al fracaso.

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No te lo pasas bien con ella -

Si ya no os apetece pasar tiempo juntos, no cabe duda de que os estáis desenamorando.

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Las razones para estar con ella han cambiado -

A veces nos ponemos cómodos y empezar de nuevo nos asusta. Si te preguntas por qué sigues con esa persona y tu primera respuesta no es porque estás enamorado de ella, entonces es porque probablemente ya no lo estás.

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Ya no está entre tus prioridades -

Preferir hacer cosas por tu cuenta o con otras personas antes que con tu pareja también puede ser otra señal de alerta.

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Siempre te estás quejando de ella -

Ninguna persona o relación es perfecta, pero cuando quieres a alguien, siempre intentas ver sus virtudes. Sin embargo, si a día de hoy solo te centras en sus defectos, puede que ya no te sientas tan unido a tu pareja como antes.

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Ya no discutís -

Aunque creas que no discutir es algo bueno, también puede ser negativo. Cuando ya no sientes la necesidad de defender tus opiniones, significa que básicamente estás cansado y has tirado la toalla.

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No sientes que sea especial para ti -

Si empiezas a creer que tu pareja es alguien del montón, probablemente se deba a que ya no le quieres como antes.

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Estar juntos empieza a parecer una obligación -

El amor debería hacerte sentir feliz y entusiasmado, no atado y aburrido.

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No te sientes tú mismo -

Si no sientes que seas tú mismo cuando estás con tu pareja, puede que se deba a que te estás cansando y desenamorando de ella.

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Sientes que no puedes hablar de nada con ella -

Si solíais hablar de todo y hoy en día vuestras conversaciones son superficiales o directamente no existen, puede que la llama se esté apagando.

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Te sientes solo todo el tiempo -

Es normal sentirse solo a veces, pero cuando la soledad es algo constante, puede que sea una señal de que ya no sientes lo mismo por tu pareja.

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Ya no sientes esa chispa -

Cuando te enamoraste por primera vez, probablemente sentías que todo lo relacionado con tu pareja era nuevo y emocionante. Hoy en día todo ha adquirido un cariz rutinario y aburrido.

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Siempre estás pensando en romper con ella -

¿Te imaginas estando soltero o con otras personas? Puede que sea una señal de que ya te has cansado de la relación.

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Le ocultas información -

La confianza es una pieza fundamental de cualquier relación, así que si no estás siendo completamente honesto con tu pareja, algo no anda bien.

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El número de cosas que te molestan de ella va en aumento -

Todo el mundo tiene sus manías, pero cuando las de tu pareja te sacan de quicio más que de costumbre, puede que sea momento de parar y reflexionar.

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Empiezas a sentir que es una carga -

Si tu pareja ya no te resulta tan atractiva y la idea de pasar tiempo con ella te parece una carga, harías bien en replantearte la situación.

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Te gustaría que todo fuese como al principio -

¿Desearías que las cosas fuesen como al principio? Puede que ese anhelo te esté queriendo decir que algo no anda bien.

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Sientes que estar con tu pareja no te permite avanzar -

Independientemente de la razón, esta sensación puede hacer que te sientas atado, encerrado e incluso resentido.

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Aprovechas cualquier excusa para evitarle -

Además de no tener ganas de pasar tiempo con tu pareja, puede que incluso te aferres a un clavo ardiendo con tal de no hacer planes con ella.

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Estás demasiado a la defensiva -

Cuando te pones a la defensiva, a tu pareja le resulta imposible comunicarse contigo. Si sientes que esa suele ser tu actitud hacia ella, puede que ya no sientas el amor necesario como para luchar por la relación.

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Ya no tenéis muestras públicas de afecto -

Si antes no os importaba daros la mano o intercambiar algún beso en público y ahora guardáis la distancia, puede que ya no sintáis la misma cercanía que antes.

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No te interesa cambiar las cosas -

Sabes qué es lo que falta en tu relación, pero tampoco te apetece poner de tu parte para reavivar la llama.

Fuentes: (Parade) (MindBodyGreen) (Women's Health) 

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