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¿Te estás excediendo? -

Si sueles beber más de 14 unidades de alcohol a la semana, bebes demasiado.

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¿Cuánto bebes? -

Catorce unidades equivalen a seis cervezas de graduación media o seis vasos medianos de vino.

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Contenido de alcohol -

Una unidad de alcohol son 10 mililitros de alcohol puro. Por supuesto, el número de unidades que bebas dependerá del tamaño y del contenido de alcohol de tu bebida.

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¿Bebes demasiado? -

El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo define el consumo excesivo de alcohol como 4 o más copas al día u 8 o más a la semana en el caso de las mujeres, y 5 o más copas al día o 15 o más a la semana en el caso de los hombres.

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Peligros de la tolerancia al alcohol -

Si actualmente bebes más de esta cantidad, estarás creando una tolerancia al alcohol.

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Estás poniendo tu salud en riesgo -

Y cuanto más bebas, mayor será el riesgo para tu salud, incluido el riesgo de volverte dependiente del alcohol. Entonces, ¿te preocupa tu consumo de alcohol?

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Cómo empezar a beber menos -

Algunos cambios en los hábitos de consumo de alcohol pueden suponer una gran diferencia a la hora de limitar la ingesta. Dicho esto, ¡a continuación te explicamos cómo empezar a beber menos!

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Bebe con moderación -

Aunque se recomienda no beber más de 14 unidades de alcohol a la semana, cuanto menos bebas, mejor. Lo primero que hay que hacer, por tanto, es moderar el consumo de alcohol.

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Deja la botella y diseña un plan -

Una estrategia útil es elaborar un plan. Antes de empezar a beber, escribe una lista de las razones por las que quieres dejar de beber.

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Anótalo -

Moderar el consumo de alcohol puede hacer que te sientas más sano. También tiendes a dormir mejor. Sean cuales sean las razones, ponerlas por escrito puede ayudarte a motivarte para conseguir tus objetivos.

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Ponte un objetivo -

Fijarse un objetivo de consumo de alcohol es el siguiente paso para reducirlo.

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Ponte un límite -

Decide desde el principio cuántos días a la semana piensas beber y cuántas copas. Pero recuerda: bebe siempre por debajo de las pautas recomendadas.

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Hora de beber -

Por ejemplo, puedes decidir beber solo un viernes por la noche o un sábado por la noche, y tomar solo una copa.

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Días libres de alcohol -

Refuerza esta pauta programando días sin alcohol todas las semanas.

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Establece un presupuesto -

Una buena forma de beber menos es establecer un presupuesto para bebidas. Asigna una cantidad fija de dinero para gastar en alcohol. Si hay poco dinero, hay poco alcohol.

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Lleva un registro -

Durante aproximadamente el primer mes, anota en un diario cada vez que bebas alcohol.

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Apúntalo todo -

Incluye información sobre qué y cuánto has bebido, así como dónde has estado. Anotar todo esto por escrito debería ayudarte a mantener tus objetivos, pero también sirve como indicador de que puedes estar teniendo problemas para reducir la bebida.

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¿Demasiado difícil? Busca ayuda -

Si reducir el consumo de alcohol te está resultando difícil, no hay nada malo en pedir consejo a tu médico o a otro profesional de la salud para que te eche una mano.

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Prohibir el alcohol -

Si te sirve de ayuda, no guardes alcohol en casa. Además de frenar la tentación, hacer de tu casa una zona libre de alcohol puede tener enormes beneficios psicológicos.

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El tamaño importa -

A menos que te hayan indicado lo contrario, puedes seguir disfrutando de una copa, pero que sea pequeña. Opta por una cerveza embotellada en lugar de una pinta o por un vaso pequeño de vino en lugar de uno grande.

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Bebe despacio -

En lugar de beber de golpe, bebe a sorbos. Aprende a ir a tu ritmo. Y ayúdate pasando menos tiempo en los bares. Quedar en una cafetería, por ejemplo, desvía la atención del alcohol.

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La importancia de los números -

Mejor aún, opta por una bebida sin alcohol. Si te resulta difícil, opta por una de menor graduación. Encontrarás ese dato en la botella.

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No te sientas presionado a beber -

Habrá ocasiones en las que limitar tu consumo de alcohol será un desafío, por ejemplo, en una fiesta. Pero aprende a decir que no educadamente. Explica tu misión y no cedas a la presión del grupo. No debes sentirte obligado a aceptar todas las bebidas que te ofrezcan.

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Disminuir los efectos -

Si te encuentras en una situación en la que el alcohol corre a raudales, bebe un vaso de agua antes de darte el capricho y alterna las bebidas alcohólicas con agua u otras bebidas sin alcohol, como un club soda o un refresco similar.

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Gestiona tus "desencadenantes" -

Incluso con la mejor voluntad del mundo, es probable que haya momentos en los que te veas tentado a beber más allá de las pautas recomendadas, provocado por lo que se conoce como "desencadenantes".

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Nunca te sientas obligado a beber -

Sé consciente de qué personas, lugares o actividades te incitan a beber. Identifica cualquier estímulo que te haga echar mano de la botella.

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Prepárate -

Por ejemplo, si asocias determinados acontecimientos con la bebida, unas vacaciones o una celebración quizás, elabora un plan previo para gestionarlos.

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Humor -

Observa tus sentimientos. Es muy fácil echar mano de la bebida cuando estás preocupado, solo o enfadado. En lugar de eso, bebe solo cuando estés de buen humor, pero hazlo dentro de unos límites seguros.

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El esfuerzo vale la pena -

Recuerda que reducir el consumo de alcohol es un proceso. La moderación es la clave. Y los beneficios de reducir el consumo de alcohol hacen que el esfuerzo merezca la pena.

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Beneficios para la salud -

Los efectos de reducir el consumo son inmediatos. Te sentirás mejor por las mañanas y menos cansado durante el día. Tendrás más energía y tu piel brillará.

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Menos es más -

Y manteniendo una ingesta limitada de alcohol, los beneficios para la salud a largo plazo incluyen una mejor salud cardíaca, un sistema inmunitario más fuerte y una sensación de bienestar más evidente.

Fuentes: (Centers for Disease Control and Prevention) (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism) (NHS) (Drinkaware) 

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