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Empieza fuerte
- Asegúrate de que el comienzo del texto cale hondo en los lectores. Llama su atención con una frase interesante que también les ayude a conectar con la idea que quieres transmitir.
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La claridad es clave
- Sé cristalino. Evita la jerga y las frases enrevesadas. Ponte en el lugar del lector y asegúrate de escribir de forma clara y concisa.
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Recorta lo que sobre
- Evita las palabras innecesarias y recuerda que menos es más. Pregúntate a ti mismo qué es lo realmente esencial que quieres transmitir y ve directo al grano.
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Usa una voz activa
- Usa una voz directa e interesante que llame la atención de los lectores y les invite a seguir explorando el texto.
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Cuidado con el tono
- Escribe como si estuvieses hablando, es decir, encontrando un término medio entre la cercanía y la profesionalidad.
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Una idea, un párrafo
- No te compliques la vida. Dedícale un párrafo a cada idea principal para no sobrecoger a los lectores innecesariamente.
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Frases variadas
- Combina diferentes estructuras. Por ejemplo, mezclar frases cortas y largas crea un ritmo dinámico. Pregúntate a ti mismo cómo una variedad oracional puede mejorar la cadencia de la lectura.
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7 / 31 Fotos
Revisa, revisa y revisa
- La edición es tu mejor amiga. Revisa el texto varias veces para ir refinándolo hasta alcanzar una versión definitiva.
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8 / 31 Fotos
¿Para quién escribes?
- Para poder llegar a tus lectores, primero tienes que saber hablar su idioma. Conecta con ellos a un nivel personal estableciendo unas buenas bases.
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9 / 31 Fotos
Transiciones con gancho
- Las transiciones fluidas ayudan a mantener el ritmo. Une los párrafos de forma lógica, asegurándote de que haya cohesión entre las ideas que quieres transmitir.
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10 / 31 Fotos
El poder de la sencillez
- Apuesta siempre por las palabras sencillas para que el texto sea más fácil de entender.
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11 / 31 Fotos
Pausas visuales
- Parte el texto en trozos fáciles de digerir. Aprovecha los espacios en blanco para darle un descanso a la vista y facilitar la comprensión.
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12 / 31 Fotos
Evita las redundancias
- No des rodeos y transmite las ideas de forma clara y concisa. Elimina las redundancias para respetar el tiempo del lector y facilitar la comprensión.
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Conclusiones concisas
- Resume las ideas de forma concisa. Acaba las frases con contundencia para que la idea cale hondo en los lectores.
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14 / 31 Fotos
Nada de clichés
- Sé original y evita caer en los clichés. Usar un lenguaje fresco hará que el texto sea más vibrante y fácil de leer.
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Deja a un lado la voz pasiva
- La voz pasiva puede hacer que la lectura se vuelva pesada. No te cortes y haz un buen uso de la voz activa para transmitir tus ideas.
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16 / 31 Fotos
Cuidado con la puntuación
- La puntuación es lo que guía a los lectores. Úsala con precisión y de forma pertinente.
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17 / 31 Fotos
Solo información relevante
- No te vayas por las ramas. Los detalles irrelevantes solo sirven para confundir a la gente. Asegúrate de que todo lo que escribas sea pertinente.
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18 / 31 Fotos
Lee en voz alta
- Escucha tus propias palabras. Leer en voz alta te ayudará a detectar todo lo que no suene bien. Es una forma sencilla pero eficaz de editar el texto.
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19 / 31 Fotos
Un estilo coherente - Mantén un estilo de escritura coherente a lo largo del texto para que todo quede bien atado.
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20 / 31 Fotos
Cuidado con los tiempos verbales
- ¡Ojo con la coherencia de los tiempos verbales! Es importante que la tengas en cuenta para no despistar a los lectores.
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21 / 31 Fotos
Sé visual
- Escribe de forma vívida para que la lectura sea más inmersiva y ofrezca una experiencia sensorial a los lectores.
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No abuses de los adjetivos
- La calidad es más importante que la cantidad. Elige adjetivos potentes que ayuden a transmitir el mensaje de manera contundente.
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23 / 31 Fotos
Anécdotas personales
- Las anécdotas le darán una dimensión más humana al texto y ayudarán a que los lectores se sientan más identificados con lo que les cuentas.
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24 / 31 Fotos
Prioriza
- Pon lo más importante al principio de cada párrafo para que la información cale más hondo en los lectores.
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25 / 31 Fotos
No metas paja
- Si no aporta nada, no lo incluyas. Cíñete a lo verdaderamente importante y no metas paja.
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26 / 31 Fotos
Unifica el formato
- La coherencia en el formato le dará un toque profesional a tu trabajo y hará que sea más agradable a la vista.
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27 / 31 Fotos
La importancia de la gramática
- Una gramática correcta legitima el trabajo y hace que la lectura sea más llevadera.
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28 / 31 Fotos
Usa un vocabulario variado
- Usa palabras nuevas y concisas que enriquezcan el texto para así evitar también las repeticiones.
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29 / 31 Fotos
Pide opinión
- Pide una segunda opinión. Una mirada fresca puede captar cosas que a ti se te hayan escapado. Fuentes: (QuillBot) (Coursera) (MasterClass) No te pierdas: Cómo lograr que tus hijos crezcan siendo unos amantes de los libros
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Empieza fuerte
- Asegúrate de que el comienzo del texto cale hondo en los lectores. Llama su atención con una frase interesante que también les ayude a conectar con la idea que quieres transmitir.
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La claridad es clave
- Sé cristalino. Evita la jerga y las frases enrevesadas. Ponte en el lugar del lector y asegúrate de escribir de forma clara y concisa.
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Recorta lo que sobre
- Evita las palabras innecesarias y recuerda que menos es más. Pregúntate a ti mismo qué es lo realmente esencial que quieres transmitir y ve directo al grano.
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Usa una voz activa
- Usa una voz directa e interesante que llame la atención de los lectores y les invite a seguir explorando el texto.
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Cuidado con el tono
- Escribe como si estuvieses hablando, es decir, encontrando un término medio entre la cercanía y la profesionalidad.
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Una idea, un párrafo
- No te compliques la vida. Dedícale un párrafo a cada idea principal para no sobrecoger a los lectores innecesariamente.
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Frases variadas
- Combina diferentes estructuras. Por ejemplo, mezclar frases cortas y largas crea un ritmo dinámico. Pregúntate a ti mismo cómo una variedad oracional puede mejorar la cadencia de la lectura.
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Revisa, revisa y revisa
- La edición es tu mejor amiga. Revisa el texto varias veces para ir refinándolo hasta alcanzar una versión definitiva.
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¿Para quién escribes?
- Para poder llegar a tus lectores, primero tienes que saber hablar su idioma. Conecta con ellos a un nivel personal estableciendo unas buenas bases.
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Transiciones con gancho
- Las transiciones fluidas ayudan a mantener el ritmo. Une los párrafos de forma lógica, asegurándote de que haya cohesión entre las ideas que quieres transmitir.
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El poder de la sencillez
- Apuesta siempre por las palabras sencillas para que el texto sea más fácil de entender.
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Pausas visuales
- Parte el texto en trozos fáciles de digerir. Aprovecha los espacios en blanco para darle un descanso a la vista y facilitar la comprensión.
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Evita las redundancias
- No des rodeos y transmite las ideas de forma clara y concisa. Elimina las redundancias para respetar el tiempo del lector y facilitar la comprensión.
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Conclusiones concisas
- Resume las ideas de forma concisa. Acaba las frases con contundencia para que la idea cale hondo en los lectores.
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Nada de clichés
- Sé original y evita caer en los clichés. Usar un lenguaje fresco hará que el texto sea más vibrante y fácil de leer.
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Deja a un lado la voz pasiva
- La voz pasiva puede hacer que la lectura se vuelva pesada. No te cortes y haz un buen uso de la voz activa para transmitir tus ideas.
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Cuidado con la puntuación
- La puntuación es lo que guía a los lectores. Úsala con precisión y de forma pertinente.
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Solo información relevante
- No te vayas por las ramas. Los detalles irrelevantes solo sirven para confundir a la gente. Asegúrate de que todo lo que escribas sea pertinente.
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Lee en voz alta
- Escucha tus propias palabras. Leer en voz alta te ayudará a detectar todo lo que no suene bien. Es una forma sencilla pero eficaz de editar el texto.
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Un estilo coherente - Mantén un estilo de escritura coherente a lo largo del texto para que todo quede bien atado.
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Cuidado con los tiempos verbales
- ¡Ojo con la coherencia de los tiempos verbales! Es importante que la tengas en cuenta para no despistar a los lectores.
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Sé visual
- Escribe de forma vívida para que la lectura sea más inmersiva y ofrezca una experiencia sensorial a los lectores.
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No abuses de los adjetivos
- La calidad es más importante que la cantidad. Elige adjetivos potentes que ayuden a transmitir el mensaje de manera contundente.
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Anécdotas personales
- Las anécdotas le darán una dimensión más humana al texto y ayudarán a que los lectores se sientan más identificados con lo que les cuentas.
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Prioriza
- Pon lo más importante al principio de cada párrafo para que la información cale más hondo en los lectores.
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No metas paja
- Si no aporta nada, no lo incluyas. Cíñete a lo verdaderamente importante y no metas paja.
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Unifica el formato
- La coherencia en el formato le dará un toque profesional a tu trabajo y hará que sea más agradable a la vista.
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La importancia de la gramática
- Una gramática correcta legitima el trabajo y hace que la lectura sea más llevadera.
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Usa un vocabulario variado
- Usa palabras nuevas y concisas que enriquezcan el texto para así evitar también las repeticiones.
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Pide opinión
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Domina la palabra escrita con estos consejos
Conviértete en un mejor escritor
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