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Mejora la calidad del sueño -

Dormir en un cuarto frío ayuda a que el cuerpo libere la cantidad adecuada de melatonina a vez que evita que el cortisol (la hormona del estrés) te despierte. Básicamente, el invierno ayuda a dormir más profundamente y a llevar un mejor ritmo circadiano.

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Ejercicio -

Aunque no suene muy apetecible, practicar deporte cuando hace frío tiene muchos beneficios para la salud, como una mejor circulación sanguínea.

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Acelera el metabolismo -

Pero eso no es todo: ¡entrenar cuando hace frío también acelera el metabolismo!

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Ayuda a quemar más calorías -

Cuando hace frío, el cuerpo se esfuerza más por mantener la temperatura interna. Al fin y al cabo, ¡tiene que mantenerte caliente y humidificar el aire que exhalas!

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Ayuda a quemar más calorías -

Un estudio de 2017 demostró que los senderistas quemaban un 34% más de calorías a temperaturas inferiores a -5°C y -10°C en comparación a cuando lo hacían a 10°C.

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Mejora la salud cardiovascular -

El frío puede ser bueno para el corazón. Practicar deporte en la calle durante el invierno hace que este músculo bombee más sangre oxigenada y ayude a mantener una temperatura corporal agradable.

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Reduce la inflamación -

Cuando tenemos una parte del cuerpo inflamada, es normal ponerle una bolsa con hielo. Durante el invierno, el propio aire frío puede cumplir esta función y reducir la inflamación y la hinchazón.

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Mejora la concentración -

Los estudios demuestran que las personas piensan con mayor claridad cuando hace más frío. Así pues, tomar decisiones y mantener la calma resulta más fácil, ya que se vuelven menos impulsivas.

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Respiración -

Muchas personas sienten que el frío hace que les cueste más respirar, lo que en realidad es bueno, ya que esto hace que el cuerpo use el oxígeno de manera más eficiente.

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Menos humedad -

Es habitual que el clima frío sea menos húmedo, lo que a su vez hace que el aire sea más fresco y vigorizante. ¡Respirarlo puede hacer que te sientas revitalizado!

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Salud cutánea -

El frío puede ser beneficioso para la piel, ya que contrae los vasos sanguíneos y, por lo tanto, reduce la rojez y tensa temporalmente los poros.

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Salud cutánea -

Como en invierno producimos menos sebo, también es habitual tener menos acné. Es más: ¡algunos productos se absorben mejor cuando hace frío!

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Tranquilidad -

En invierno parece que el tiempo pasa más despacio, lo que invita al descanso. Estar en casa implica poder dedicar más tiempo a la lectura y otros pasatiempos.

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Ambiente acogedor -

El invierno también nos invita a abrazar el hygga, un concepto danés que apela a la sensación de bienestar que nos ofrece estar en un lugar acogedor.

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Comodidad -

Disfrutar del confort de leer frente a una chimenea o de pasar tiempo con los seres queridos puede ayudar a reducir el estrés y a fomentar la sensación de relajación.

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Grasa parda -

El frío también hace que la grasa parda se vuelva más activa y ayude al cuerpo a quemar calorías (al contrario que la grasa blanca, que las acumula).

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Menos insectos -

Sin duda, una de las mejores cosas del invierno es no tener que andar espantando insectos dispuestos a picar.

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Platos reconfortantes -

Las sopas, las cazuelas y los guisos son deliciosos, sabrosos y reconfortantes. ¿A que se te hace la boca agua de tan solo pensar en ellos?

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Menor desperdicio -

El calor hace que las bacterias se multipliquen con mayor rapidez en verano, lo que a su vez provoca que la comida se estropee antes. En invierno, sin embargo, este proceso se ralentiza.

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La belleza de la naturaleza -

El frío convierte los paisajes en fantasías invernales. Los carámbanos y las formaciones de escarcha son hermosos y no duran mucho, por lo que harías bien en admirar su belleza mientras puedas.

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La belleza de la naturaleza -

La luz fría, los árboles desnudos y el suelo cubierto de nieve crean un ambiente casi etéreo que invita a reflexionar y a contemplar la belleza de la naturaleza.

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Deportes de invierno -

El frío también nos invita a disfrutar de un montón de deportes de invierno que solo pueden practicarse si hay hielo y nieve.

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Agua fría -

Darte un chapuzón en agua fría puede estimular las endorfinas, algo muy beneficioso teniendo en cuenta que en invierno gozamos de menos horas de luz solar. Nadar en agua fría hace que liberemos dopamina de forma lenta y contante a lo largo del día, lo que a su vez nos ayuda a sentirnos bien y motivados.

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Ropa de invierno -

La ropa de invierno es muy favorecedora y hay prendas de todos los tipos y telas. Combinarlas es todo un arte que nos da la oportunidad de mezclarlas para que sean estilosas y funcionales a partes iguales.

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Menos alérgenos -

Para quienes sufren de alergia, el frío puede ser un alivio. El invierno ofrece la posibilidad de respirar más fácilmente, ya que el polen se aletarga. 

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Más defensas -

Y aunque durante el invierno seamos más propensos a contraer virus, los estudios demuestran que el sistema inmunitario también se activa más cuando hace frío, lo que ayuda a combatirlos.

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Noches estrelladas -

Si eres de esas personas que podría pasarse horas contemplando las estrellas, las frías noches de invierno ofrecen las condiciones ideales para maravillarse con la belleza de los planetas, las estrellas y las constelaciones.

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Noches estrelladas -

El aire frío tiende a ser menos turbulento, lo que hace que quienes tengan un telescopio a mano puedan observar mejor la lejanía. ¡En función de lo al norte que estés, puede que incluso puedas observar las auroras boreales!

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Más arrumacos -

Por último (pero no por ello menos importante), el invierno nos ofrece la posibilidad de darnos más arrumacos, lo que está demostrado que nos ayuda a liberar oxitocina, una hormona que fomenta la sensación de bienestar.

Fuentes: (Daily Mail) (Reader's Digest Canada) (Deseret News)

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