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Acampar -

Acampar solía ser una de las opciones más asequibles para familias y grupos de amigos, pero el coste ha subido. El material es más caro, y los lugares donde se puede acampar suelen cobrar una tarifa nocturna que, aunque es menor que la de un hotel, no es precisamente "barata".

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Comida rápida -

Antes, la comida rápida era una opción barata y fácil. Hoy en día, incluso con la inflación, es más barato comprar los productos en el supermercado y cocinar tu propia comida.

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Un hogar -

El coste de la vivienda se ha disparado, superando el crecimiento de los salarios. De hecho, la diferencia entre el coste de una vivienda y los ingresos medios ha aumentado exponencialmente.

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Pedicura -

Hacerse la manicura era mucho más asequible hace unos años. Sin embargo, en algunos lugares el precio se ha duplicado en pocos años.

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Café -

¿Quién recuerda los días en que un café con leche comprado en una buena cafetería era asequible? Hoy es difícil encontrar café a un precio razonable, sobre todo en las grandes cadenas de cafeterías.

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Boda -

En el pasado, las bodas eran caras pero asequibles. Hoy en día, incluso un evento modesto forma parte de una industria nupcial, por no hablar de las fiestas de compromiso y los fines de semana de despedida de soltero/a.

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Reparación -

Hubo un tiempo en que comprar una pieza y hacer una reparación era lo lógico si algo se estropeaba. Ahora, las reparaciones pueden ser tan caras que resulta más barato comprar algo nuevo. ¿Qué sentido tiene?

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Comida para mascotas -

La comida para perros, tanto húmeda como seca, ha subido un asombroso 45,5% de media si se compara con los precios de 2020. Aunque todavía existen alternativas más baratas, la inflación y el aumento del coste de los ingredientes han afectado mucho al mercado de los alimentos para mascotas.

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Coche nuevo -

El coste medio de un auto ha subido 10.000 dólares desde septiembre de 2020. Sí, has leído bien. Los problemas de la cadena de suministro y el mayor número de vehículos eléctricos en el mercado son solo algunas de las razones.

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Combustible -

El aumento de los costes al por mayor en toda la cadena de suministro de petróleo ha incrementado los precios de los combustibles, e incluso ha afectado a la economía mundial en general.

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Cuchillas -

El precio de las cuchillas de afeitar se ha disparado en las últimas décadas. No es raro que un paquete de cuchillas de recambio cueste hoy 40 dólares, y se ha descubierto que las maquinillas de afeitar para mujeres cuestan hasta un 11% más que las de los hombres, a pesar de estar fabricadas con los mismos materiales.

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Dentista -

Como muchas otras empresas, las clínicas dentales se han visto afectadas por el aumento de los costes operativos. Además de que se trata de un trabajo muy especializado, las tarifas pueden variar mucho de una clínica privada a otra.

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Privacidad -

Algo que quizá las generaciones anteriores daban por sentado es su privacidad. Hoy en día, con nuestra vida en línea y la proliferación de cámaras y teléfonos con cámara, la privacidad tiene un coste, ya sea VPN, formas de bloquear anuncios o software encriptado.

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Cuidadores de niños -

Según un estudio de 2013, el precio de las guarderías había aumentado un 2.000% en 40 años. En 2019, el coste de las guarderías había aumentado más rápido que el de casi todos los demás bienes de consumo de los que hace un seguimiento el Gobierno, y actualmente tampoco parece que la tendencia sea a la baja.

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Celular -

Cuando salieron al mercado los teléfonos móviles, muchos contratos ofrecían una actualización cada pocos años. Hoy en día, como mucho puedes obtener un pequeño descuento en un modelo nuevo mucho más caro.

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Formación universitaria -

Antes, la gente trabajaba en verano para pagarse todo un año de estudios universitarios. Eso deja claro lo mucho que ha aumentado el precio...

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Viajes por carretera -

El elevado coste del combustible y de los vehículos han hecho que incrementen también los gastos durante un humilde viaje por carretera. Además, el encarecimiento del camping, los comestibles y las comidas fuera de casa también lo encarecen indirectamente.

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Alimentos -

Hubo un tiempo en que bastaba con ir de compras para conseguir buenas ofertas en los artículos más esenciales. Ahora, el coste de una simple compra ha aumentado considerablemente.

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Esquiar -

Es difícil de creer, pero al menos en Estados Unidos, en los años 50 y 60 el esquí ofrecía opciones baratas y sin florituras, sobre todo, en las montañas más bajas. Entretanto, las grandes estaciones compraron esos terrenos y ahora quedan menos opciones asequibles.

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Peluquería -

Muchos nos convertimos en profesionales de la peluquería durante el confinamiento, cuando las peluquerías estaban cerradas. Menos mal, ¡porque ahora los precios en muchos sitios son desorbitados!

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Cámara analógica -

Las imágenes digitales son fáciles de tomar, pero las cámaras analógicas tienen algo especial. Pero los colores y el aspecto imperfecto están de moda, y tendrás que pagar por ello.

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Cine -

Las entradas de cine son mucho más caras que hace unos años, cuando era algo que se podía hacer fácilmente en un momento dado. Ahora, no tanto. Y eso antes de tener en cuenta cosas como las palomitas y las bebidas.

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Entradas para conciertos -

Al igual que las entradas de cine, las de los conciertos se han encarecido con el tiempo. No es raro pagar cientos de dólares por ver a un artista conocido, e incluso los conciertos más pequeños son más caros que antes.

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Capricho -

Imagínate la escena: algo te llama la atención, no has planeado comprar nada, es algo inesperado y espontáneo... y te lo puedes permitir. Tenía que ser bonito.

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Comer fuera -

Los precios de los menús se han disparado un 24% desde enero de 2020, según un informe. El aumento de los alquileres tiene parte de culpa, junto con otros costes crecientes, por lo que es naturalmente menos asequible de lo que solía ser.

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Libros -

¿Has estado últimamente en una librería tradicional? Los precios están por las nubes, sobre todo los libros de tapa dura.

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Clases de ejercicio en grupo -

Las clases de gimnasia, sobre todo si se compran en packs, eran bastante asequibles. Hoy en día, no es raro pagar 30 dólares por una sola clase, incluso con el descuento de comprar varias clases juntas.

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Zapatillas -

Hoy en día, las zapatillas cuestan a menudo más de 100 dólares. Y muchas veces, la calidad tampoco parece la mejor.

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Protector solar -

La creciente concienciación sobre los peligros de la exposición al sol ha aumentado la demanda de protectores solares. Las fórmulas actuales también protegen de tipos de rayos UV, que antes no lo hacían. En cualquier caso, el precio de los protectores solares es mucho menos asequible de lo que solía ser en general.

Fuentes: (Consumer Reports) (The Atlantic) (TheStreet) (BuzzFeed) (Upworthy) (Mental Floss) (Vox)

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