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Orientación espacial -

Se ha comprobado que las personas que crecieron fuera de las ciudades o en ciudades con un trazado complicado, se orientan mejor en la edad adulta.

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Orientación espacial -

Tu sentido de la orientación varía en función de la distancia recorrida en esos lugares, así como con la variedad de lugares explorados.

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Cómo afecta la infancia -

Si los niños tienen oportunidad de desplazarse de forma independiente en distintos entornos, pueden gozar de mejor orientación más adelante.

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Cómo afecta la infancia -

Las personas que de niños participaron en juegos de orientación tienen mejor memoria espacial que la media.

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Mejorando las habilidades espaciales -

Sin embargo, la psicología y la neurociencia modernas sugieren que hay muchas maneras de que la gente corriente mejore sus habilidades espaciales.

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Mejorando las habilidades espaciales -

Incluso de adulto, cuanto más varía tu entorno, mejores serán tus habilidades espaciales. Esto significa ir más allá de tu ruta diaria de casa al trabajo.

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La orientación de las mujeres -

En muchos países, las mujeres y las niñas tienen menos oportunidades de practicar su capacidad de orientación. Esto ha hecho proliferar el mito de que las mujeres tienen peor sentido de la orientación que los hombres.

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La orientación de las mujeres -

Debido a este estereotipo, las mujeres a menudo opinan que se orientan peor que los hombres, incluso en pruebas en las que obtienen la misma puntuación.

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Sobreestimar -

Por el contrario, los hombres mayores son el grupo más propenso a sobrestimar su capacidad cuando se trata de su sentido de la orientación.

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Mapas cognitivos -

La capacidad de navegación se procesa en el cerebro mediante mapas cognitivos. Se cree que el mapa cognitivo reside en la región del hipocampo, donde se almacenan los recuerdos.

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Mapas cognitivos -

Las investigaciones neurocientíficas han demostrado que las estructuras que rodean al hipocampo desempeñan un papel importante en la capacidad de orientación.

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Reconocer puntos de referencia -

La capa arrugada externa del cerebro, llamada corteza retrosplenial, está relacionada con la capacidad de reconocer puntos de referencia estables.

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Conocimiento -

Los cerebros de los conductores altamente cualificados tienen un aspecto diferente al de los demás. En Londres, los taxistas deben pasar un examen llamado "The Knowledge" (El Conocimiento), y tardan años en aprenderse todas las calles de la extensa capital. Al examinarlos, sus hipocampos muestran signos de crecimiento.

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Prueba de sentido de orientación -

No existe una prueba estandarizada para evaluar las habilidades de orientación en todas las culturas. Curiosamente, la investigación mundial sugiere que el PIB per cápita está relacionado con la capacidad media de orientación.

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Carrera y orientación -

En muchas culturas, a las niñas no se las encamina hacia carreras en las que la orientación sea fundamental.

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Plasticidad cerebral -

Muchas personas creen que no pueden mejorar su sentido de la orientación, pero eso es falso. Aunque tarde un poco más, nuestro cerebro es flexible y, gracias a la neuroplasticidad, puede seguir aprendiendo.

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Plasticidad cerebral -

Nuevas investigaciones demuestran que el aprendizaje genera cambios en el cerebro. Podemos ayudar a nuestro cerebro a adaptarse y cambiar enriqueciendo nuestro entorno hasta la edad adulta. Esto incluye mejorar nuestro sentido de la orientación.

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GPS -

En la era del GPS, puede que te preguntes si ya no es necesario tener un buen sentido de la orientación. Pero las pilas se agotan y las señales se pierden. Es bueno contar con tus propias habilidades como respaldo.

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Pistas medioambientales -

Puedes entrenarte para percibir las señales del entorno, como el viento, la inclinación, la posición del sol en el cielo, etc. Estas señales ayudan a orientarse tanto en entornos rurales como urbanos.

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Mejorar todos los días -

Una forma sencilla de mejorar tu capacidad de orientación es dormir lo suficiente; en un estudio se observó que las personas que dormían al menos siete horas cada noche obtenían mejores resultados en los juegos de navegación. Sin embargo, si estás a punto de emprender un viaje o dirigirte a un lugar nuevo, puedes seguir unos sencillos pasos para mejorar tu sentido de la orientación.

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Paso 1: planea tu ruta -

Organízate y planifica tu ruta antes de salir, para eliminar gran parte del estrés de tu viaje. Utiliza Street View o fotografías para familiarizarte con un lugar nuevo antes de llegar.

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Paso 2: relájate -

Relájate mientras planeas tu viaje. La ansiedad ocupa espacio en la mente, y tú necesitas toda tu capacidad mental para orientarte. Planificar con antelación te quitará mucho estrés.

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Paso 3: concéntrate -

Concéntrate en lo que te rodea. Si estás enviando mensajes de texto, hablando o distraído de alguna manera, puede afectar a tu sentido de la orientación. Concéntrate en la tarea que tienes entre manos.

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Paso 4: encuentra puntos de referencia -

Los puntos de referencia distintivos y fáciles de localizar (por ejemplo, un edificio alto si estás en una ciudad) te ayudarán a retomar el camino en caso de que te pierdas. No los pierdas de vista.

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Paso 5: mira atrás -

Las personas que miran hacia atrás suelen orientarse mejor que las que no lo hacen. Prestar atención a todo lo que te rodea te ayudará a tener un mejor sentido de la orientación.

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Paso 6: relaciona recuerdos con lugares -

Si necesitas volver sobre tus pasos, es más fácil si tienes recuerdos ligados a los lugares. Una conversación, una canción, un acontecimiento o una reunión pueden darte pistas si necesitas volver al mismo sitio otra vez.

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Paso 7: haz fotos -

Hacer fotos en las etapas clave del viaje es más útil que grabar vídeos. Pueden ayudarte a orientarte si vuelves a viajar al mismo lugar.

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Paso 8: reflexiona sobre el recorrido -

Para consolidar tus recuerdos, repasa después el viaje en tu mente. Visualizar lo que hiciste te ayudará a formar nuevas vías neuronales en el cerebro.

Fuentes: (BBC Future) (Nature) (Reader's Digest) (Verywell Mind) 

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